Mi historia personal


José Luis Baeta

Imagen: Tres años y seis mesesYo era el típico joven que consumía éxtasis, speed y, finalmente, cocaína en base. Iba a una casa a tomar drogas y ahí conocí a una chica guapísima, rubia, parecía una muñeca. Nunca tomé medidas sexualmente hablando, siempre me guiaba por la imagen; ése fue, sin duda, mi fallo.

Me lié con ella una vez sin protección, y al cabo de unos días me enteré, por una amiga en común, de que ella vivía con VIH. Me asusté mucho, me hice las analíticas a los 3 y 7 meses, y dieron negativo; me alegré mucho y pensé que era inmune. Pero, a los 10 meses, volví a hacerme una analítica para ingresar en un centro terapéutico, y ¿cuál fue mi sorpresa? Yo también tenía VIH.

Me deprimí tanto que sólo pensaba en quitarme la vida drogándome; incluso a raíz de la noticia, empecé a inyectarme, combinando cocaína y heroína, cosa que siempre había rechazado. Me daba igual morir de sobredosis. Contraje el virus de la hepatitis C.

Con la ayuda de mi familia, y también la del Comité anti-Sida de Zaragoza, que está en mi calle, he salido adelante. ­Actualmente, estoy en un módulo terapéutico en la prisión de Daroca. Ahora tengo 850 defensas, y la carga viral de 15.000, lo que me preocupa un poco, ya que no tomo medicación.

Me quedan aún tres años y seis meses, pero espero salir antes si me conceden el tercer grado.

Con la familia y las amistades me siento bien; no me avergüenza decir a mis conocidos que tengo VIH y VHC.

Resumiendo, lo que os quiero decir es que no caigáis en el error que yo cometí; las apariencias engañan, y si algún día alguien coge esta enfermedad, que luche contra ella, como muchos valientes lo hacen día a día. La vida no se acaba aquí. ¡Luchemos todos y todas!

Esta es mi historia, gracias a LO+POSITIVO por publicármela.