¿Qué piden los consulados?


Maite Suárez

Con cierto escándalo y no poca vergüenza hemos sabido, por boca de una experimentada fuente del trabajo social con emigrantes en la capital andaluza que prefiere mantener el anonimato, que los consulados españoles sitos en ciertas ciudades marroquíes, y más concretamente en Rabat, exigen a quienes solicitan un visado para trabajar y/o residir en España un certificado médico que, al parecer, incluye la realización de la prueba de detección del VIH. 

De nuevo según nuestra anónima confidente, el proceso es rutinario: el consulado dispone de un limitado número de médic@s a quienes envían a l@s solicitantes marroquíes que, ni son informad@s de los extremos del reconocimiento médico ni, por consiguiente, otorgan su consentimiento específico para la realización de prueba alguna. En muchos casos, estas personas ya han vivido en España, si bien ilegalmente, y vuelven a su país con el fin de regularizar su situación en el nuestro. Paradójicamente, hasta cabría pensar que un número de casos de VIH así detectados se correspondan, de hecho, con infecciones contraídas en territorio español. Sea lo que fuere, ignoramos por completo cuántas personas han podido ver su solicitud de entrada legal en España denegada como consecuencia de un diagnóstico VIH+ (algo que una resolución oficial nunca recogería explícitamente). 

Si, como se teme, la denegación de visado por parte de uno de los países del área Schengen (la de libre circulación de personas de la Unión Europea, constituida por 13 de los 15 países miembros), pudiese influir la decisión de los otros países sobre posteriores intentos de solicitud de visado, la negativa española podría convertirse en un rosario de rechazos con 13 pesadas cuentas y hacer imposible la existencia legal de un emigrante VIH+ en cualquier parte del territorio de la UE. 

Al parecer, la realización no consentida de pruebas VIH+ es una práctica también común en centros de retención de emigrantes como el de Ceuta, lo que invita a sospechar que los posibles casos positivos detectados sean de los primeros en embarcarse en los aviones que los devuelven por donde han venido. Se diría que una prueba del VIH realizada en semejantes condiciones es indeseable, sean cuales fueren las circunstancias por las que se haya llevado a cabo. En este caso, se trata del Estado Español, de sus requisitos para una vida legalizada en su territorio y de los métodos que utiliza para garantizar su cumplimiento. Eso sí, España no está sola en este asunto: de acuerdo con los últimos datos compilados por la organización alemana Deustche AIDS–Hilfe, 104 de los 167 países investigados practican algún tipo de control restrictivo de la entrada de personas VIH+ en sus territorios. ¿Cómo hacer que la búsqueda de una vida mejor dignifique al ser humano si comenzamos por negarle sus más elementales derechos a la privacidad y a la información sobre su vida y su salud?.