Una noticia de TELE5


Octavio Ferrer

Un joven anoréxico muere en pleno centro  de Madrid después de estar media hora pidiendo auxilio y esperando que llamasen  a una ambulancia. La gente que pasaba  por su lado se limitaba a mirarle desde una  distancia prudencial y no le prestaron la  ayuda que reclamaba. En fin, que no le  hicieron ni puñetero caso. La excusa que  dan los presentes al hecho y con la cual el noticiario de esta  cadena l@s justifica y también a la acción o mejor dicho a la  falta de acción y atención es  la siguiente: «L@s que por  allí deambulaban pensaron  que era un toxicómano, un  enfermo de SIDA terminal».  Un joven más que muere por  causa de la droga –esta vez  sin ni siquiera consumirla–,  muere por culpa de los prejuicios,  de la moral, de la  mentalidad, de la política y  la ley que existe en torno al  mundo de las drogas y l@s  drogadict@s. ¿Cómo vamos a  superar una adicción si primero  no la aceptamos, encajamos  y toleramos?. 

Al parecer, ser toxicóman@  en este país significa  no tener ningún derecho, ni siquiera ser auxiliad@ en  caso de extrema urgencia, y  paradójicamente esa falta de  ayuda se pretende justificar  desde un prisma ético. Lo  que da importancia a la noticia  no es solamente el hecho  de que un joven muriese sin  atención ni auxilio, sino que  este joven era un anoréxico y no un toxicómano, como se  supuso en un principio. Pues de haber sido toxicómano en  lugar de anoréxico, la noticia ni siquiera hubiese transcendido.  L@s toxicóman@s mueren todos los días delante de nosotr@s y  a quién le importa?. 

Este país tiene una gran deuda moral con l@s toxicóman@s,  y una asignatura pendiente con la toxicomanía. «El hombre  que olvida su historia esta condenado a repetirla», algo así he  oído que dijo alguien. Yo soy de la opinión de que si no hacemos  algo serio por el problema y nos cruzamos de brazos esperando  a que l@s toxicóman@s mueran, nos comportamos como  aquell@s que dicen o piensan que «muerto el perro acabada la  rabia». 

Pero la rabia volverá a aparecer en otro momento, en otra  generación, porque en su momento no supimos frenarla y  ponerla en su lugar y tratarla con la seriedad y rigor que requiere.  Nos hemos limitado a culpabilizar al/la toxicóman@ de su  adicción y hacerle pagar todas las consecuencias, hasta el  punto de robarle su dignidad y marginarle hasta el fin de sus  días, condenándolo a su propia drogodependencia y agravando  su problema: el abandono, la falta de dignidad, de derechos,  la marginación y la miseria. L@s metemos en el peor de  los pozos y no les dejamos salir de él, l@s etiquetamos y l@s  abandonamos a la destrucción  y locura. ¿Es eso lo normal en  un estado que se llama de  derecho y que dice de sí  mismo ser uno de los 25 países  más importantes y modernos  del mundo? Tenemos una  asignatura pendiente, devolver  a l@s drogodependientes su  dignidad, sólo de esta manera  llegarán a sentirse con ganas y  ánimos para dejar las drogas,  si ell@s lo consideran oportuno.  No seamos sólo europe@s  de boquilla y de euro.  Imitemos también el trato que  dispensan a sus ciudadan@s  toxicóman@s países como  Holanda o Suiza. Un poco de  consideración. Este país no  será totalmente un país de  derecho hasta que no dignifique  e integre como  ciudadan@s a los toxicóman@s  y drogodependientes. Hasta  que no venzamos ese tabú  interesado que hay en torno a  las drogas, no serán éstas  superadas y puestas en el lugar  que les corresponde. Por este  motivo, la noticia de Tele 5 me ha indignado: un joven más  sacrificado por una actitud equivocada ante el problema de las  drogas.  

Yo he sido consumidor de drogas, por eso puedo decir, que  no son las drogas las que deshumanizan a las personas, ni éstas  l@s llevan a la ruina; el sistema y los intereses ocultos apoyados  en la ignorancia y la hipocresía de la gente son los que nos destruyen  y no las drogas en sí mismas.  

No es justo que después de tantos años nuestra situación  siga siendo tan precaria. Y decir que la situación es precaria no  es más que un eufemismo. La legalización de las drogas  evitaría la manipulación actual.