Hoy, día 20 de marzo de 2002, se celebra el día mundial de l@s discapacitad@s. Hasta aquí, todo bien. Siempre he pensado que mientras haya olvidos y diferencias entre los seres humanos, es necesario continuar celebrando estos días más que nada para que la gente se acuerde.
Ahora, viene lo más doloroso. Desde el principio de la mañana, he estado escuchando por la radio entrevistas a discapacitad@s físic@s y psíquic@s de todo tipo, hablando de sus problemas, de las dificultades que tienen en la vida diaria, en las trabas a la hora de encontrar un trabajo, en fin, un montón de obstáculos que tienen que ir salvando día a día, hora a hora. Prestaba atención a todo esto para ver si entre l@s much@s discapacitad@s que han conversado con l@s "listill@s" de las radios y televisiones varias, salía algún/a seropositiv@ a explicar nuestros problemas que, sin tener intención de minimizar los de l@s restantes discapacitad@s, los nuestros se ven agravados por uno más: el rechazo social, ese desprecio de buena parte de nuestr@s conciudadan@s. Y esa mentalidad, que les hace pensar que esto no es una discapacidad, sino la consecuencia de una vida disoluta, incorrecta, y desgraciadamente esta actitud hacia nosotr@s, me han demostrado l@s periodistas que ell@s también la practican. Sí, compañer@s, parecerá increíble pero entre todos los medios de comunicación de este "santo" país, tan solidario él con el diferente, ni una sola palabra de nosotr@s, ni un solo comentario de nuestras discapacidades físicas y psíquicas, consecuencia del propio VIH, de las oportunistas, de la medicación o incluso, de la precaria situación socioeconómica de much@s afectad@s.
Me ha parecido muy triste comprobar en este bonito comienzo de primavera, que para l@s afectad@s por el VIH, luz y el calor de l@s que nos rodean todavía no han llegado que, mientras que del resto de las minusvalías y discapacidades se compadecen y se intenta mejorar la situación de tod@s ell@ para nosotr@s sólo queda el olvido más cruel e insolidario jamás había visto hacia personas enfermas, la más absoluta las indiferencias. Al menos antes, cuando no existían las nuevas terapias y la gente moría, aún se preocupaban algo nosotr@s, aunque sólo fuera por conseguir su propio beneficio, esto es, aumentar la audiencia explotando el morbo, la carnaza.
¿Qué queréis que os diga? Sabíamos que en el mundo siempre se habían establecido diferencias sociales en función del poder adquisitivo, del nivel cultural, del trabajo desempeñado, del lugar de origen, del sexo, religión o raza, pero hoy me han abierto los ojos y he podido darme cuenta de que esta sociedad hipócrita es capaz de establecer diferencias hasta entre los seres más débiles, l@s que padecen discapacidades, enfermedades, malformaciones o cualquier otro trastorno o alteración. En conclusión, chic@s, "que siempre ha habido clases", hasta entre l@s distint@s, l@s otr@s.
Paciencia. Acaso algún 20 de marzo, hable también algún/a seropositiv@ sobre este tipo de minusvalía o discapacidad que por otra parte engloba muchas diferentes.
Un abrazo de vuestra amiga y por cierto, Feliz Primavera.