En la Mutua


Xavier Franquet

RODRIGO tiene veintinueve años. Nació en Lisboa (Portugal). Lleva dos años y medio en Barcelona y trabaja de camarero. Recibió su diagnóstico el pasado mes de septiembre. Hacemos la entrevista una semana después y todavía se siente bastane confundido. Aunque se lo toma con buen humor su experiencia en un centro privado ha sido bastante kafkiana. 

L+P: ¿Qué te llevó a hacerte la prueba? 

Rodrigo: Antes ya me la había hecho, pero hacía un tiempo y quería volver a repetirla. Entonces me llamó un amigo con el que había estado y me dijo que él había dado positivo. Yo ya tenía la prueba pedida y la fui a hacer corriendo. 

L+P: ¿Dónde la hiciste? 

Rodrigo: En un centro de la mutua Sanitas. 

L+P: ¿Por qué aquí? 

Rodrigo: Porque tardaban menos tiempo en dar el resultado. 

L+P: ¿Cómo pasó todo, antes, durante y después? 

Rodrigo: Antes bien, pues yo me había concienciado de que la tenía que hacer. El durante fue fatal, porque en la mutua me dijeron que tardarían sólo una semana. A la semana cuando fui a buscar los resultados me dijeron que habían perdido un tubo. Sospeché que pasaba algo raro. Tuve que repetir la prueba, pasó otra semana y cuando llegué todavía no tenían los resultados. Hablando con la chica de la recepción vi en el listado que tenía que hacer la prueba del VIH. La enfermera llamó al laboratorio y allí le dijeron que tenía que hacer la prueba Western Blot. No había médic@s, no había nadie, los resultados no llegaban. Después de hacer la prueba otra vez conseguimos hablar con uno de los médic@s que finalmente pidió que mandaran los resultados por fax y me dijo: ‘bueno te dio positivo, ya está, vete mañana a una asociación’. Fue muy mal. 

Después, al cabo de unos cuatro o cinco días como no sabía que hacer volví a la mutua, y me atendió otro médico, más simpático, me dijo que tenía que tomármelo con calma, ir a hacerme más pruebas, etc. Y ya no he vuelto pues según el contrato de la mutua no puedo recibir atención allí, sólo alguna prueba concreta que me pueda hacer falta. 

L+P: ¿Cuál fue el siguiente paso? 

Rodrigo: Llamé a un amigo y fui a una asociación, tal como me dijo el médico. 

L+P: ¿Qué significó el diagnóstico para ti? 

Rodrigo: Después de estas semanas que no sabía qué daba, qué no daba, y con todo este rollo con los tubos, pues me tranquilicé: ya pensaba que iba a dar positivo. 

L+P: Cuando recibiste el diagnóstico, ¿qué es lo que más necesitabas? 

Rodrigo: En ese momento lo único que quería era salir de ahí. 

L+P: ¿Qué es lo que realmente hiciste? 

Rodrigo: Salir de ahí y sentarme a tomar un café con un amigo que me había acompañado. 

L+P: ¿Cómo recuerdas tu primera visita al especialista en VIH, ya con resultados de analíticas? 

Rodrigo: Mi primera visita al especialista, todavía sin los análisis, la recuerdo muy rara. Fue en el Hospital Clínico de Barcelona. En la consulta había dos médicos más tres estudiantes de medicina. Me preguntaban si había tenido fiebre o problemas digestivos y luego se lo contaban a los estudiantes que no dejaban de mirarme. Parecía una clase de medicina. Yo ya sabía que no me podían decir mucho, que tenían que hacerme más pruebas: análisis de sangre, una radiografía y otra prueba más que ahora no recuerdo. Pero no me hicieron sentir muy bien. 

Una vez con los análisis, fui a la visita y el médico se olvidó de mí en la sala. Después de esperar mucho tiempo, me dijo que estab bien y que no había nada que hacer hasta enero. Me dio los resultados, pero no me explicó mucho. Los CD4 me los dio en porcentaje y no mencionó nada sobre la carga viral

L+P: ¿Fuiste solo o acompañado? 

Rodrigo: Fui solo. 

L+P: ¿Tenías alguna información previa? 

Rodrigo: Sí, pero poca. Por un amigo y a través de LO+POSITIVO supe que las pruebas principales eran de carga viral y de CD4, para poder conocer el estado de la infección. 

L+P: ¿Cómo saliste de esa primera consulta? 

Rodrigo: Igual. Continúo un poco perdido. 

L+P: ¿Lo has hablado con alguien? 

Rodrigo: Lo he hablado con poca gente, con mis amig@s. 

L+P: ¿Qué ha pasado desde entonces? 

Rodrigo: Me he tranquilizado un poco y he empezado a mirar mi cuerpo de un modo distinto. Noto que debería cuidarlo más. Y tengo, no te diría que miedo, pero sí una sensación muy rara. 

L+P: ¿Cómo lo llevas ahora? 

Rodrigo: Me cuesta un poco dormir, me despierto de repente y luego ya no puedo seguir durmiendo. Creo que es un poco de estrés. 

L+P: ¿Cuáles son tus prioridades a medio plazo? 

Rodrigo: Todavía no las sé.