Aunque LO+POSITIVO nació con la vocación de dar voz principalmente a las personas con VIH, en ocasiones hemos contado con la opinión de médicos y otros profesionales implicados en el cuidado de estos pacientes. La Dra. María Jesús Pérez-Elías es médica en VIH en el Servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital Ramón y Cajal de Madrid y ha colaborado con LO+POSITIVO en varias ocasiones. En este número de despedida también queríamos contar de nuevo con su testimonio.
En el primer número de LO+POSITIVO, cinco pacientes con infección por VIH –José Luís, Mili (†), Pilar, Xavi y Xevi– intercambiaban ideas, experiencias, sentimientos y opiniones sobre temas de interés tan vital como su concepto de salud; presente y futuro; los nuevos fármacos inhibidores de la proteasa y su relación con un posible cambio de la idea de la muerte; sexo y sexualidad; tratamientos complementarios…
Este tipo de publicaciones son frecuentes en EE UU y en otros países de Europa occidental desde los inicios de la epidemia. En España, en cambio, es una de las pocas iniciativas que existen, y tiene el mérito de haber logrado una extensa continuidad, más de 10 años, y una difusión nacional.
LO+POSITIVO está desde su lanzamiento en la sala de espera de nuestras consultas, apoyando, concienciando y formando a los pacientes. En la medicina actual, ya no sirve la actitud paternalista del médico que toma decisiones unilaterales sobre el tratamiento y las pruebas diagnósticas que debe realizar el paciente. Ahora, el paciente se debe implicar y tomar una actitud activa. Sin duda, para poder valorar correctamente la información que nos aporta el médico y la comunidad científica es necesario conocer los avances científicos, el impacto que tienen y lo que otros pacientes han experimentado antes frente a problemas similares. Esto nos permitirá tomar decisiones más conscientes y comprometidas.
Y es en esta tarea trascendental donde se enmarca LO+POSITIVO. Los números se siguieron sucediendo y trataron temas siempre muy sensibles para los pacientes. Me parece muy trascendente la historia de Josep María –paciente– y el equipo médico que lo atiende, es un ejemplo de las barreras sanitarias a las que se tenía que enfrentar él y su equipo médico para conseguir un cuidado adecuado que garantizara la mayor supervivencia posible, con la mejor calidad de vida, en nuestro entorno.
Por desgracia, temas relacionados con estas barreras sanitarias se repiten a lo largo de sus 51 ejemplares y LO+POSITIVO se hace eco de todas las iniciativas globales para que, en cualquier país, se tenga derecho a la asistencia y al tratamiento (“Acción Universal ¡Ya!”, “Viena 2010: Derechos aquí y ahora”, entre otros). O cómo en nuestro país la crisis ha hecho que fantasmas del pasado se vuelvan a presentar (”El VIH en tiempos de crisis”, “¿El derecho a la salud?”, etc.). Quiero señalar que ya en su tercer número se incluye a la mujer como foco de atención específico (“La alegría de vivir: retrato de tres mujeres con VIH al fondo”), con aspectos diferenciales en los que es necesario profundizar. Y son mujeres seropositivas las que cuentan abiertamente su problemática. A lo largo de estos años, nunca se ha abandonado esta línea dedicada a aspectos específicos de la mujer (”Reproducción asistida”, “Mujeres y VIH” y “Las mujeres que viven con VIH soportan una fuerte carga emocional”).
También se han tratado temas que fueron muy significativos y duros en los primeros años de la epidemia: la drogadicción activa y los programas de metadona, la prostitución o la estancia en prisión. Así 51 números, y cada uno de ellos tocando un tema candente en aspectos sociales, del estigma y de las barreras a los que se enfrentan nuestros pacientes. Siempre aportando un visión positiva y creativa para mejorar las vidas de las personas que viven con VIH.
Solo deciros GRACIAS a todos los que habéis trabajado o dado vuestro testimonio y, sin duda, insistir en que hay que luchar por conseguir mantener abierta esta iniciativa.