Nuestra revista nació con la vocación de hacer llegar la información a las personas con VIH en situación de mayor vulnerabilidad y darles voz para que pudiesen hacer llegar su opinión. Quizá el caso más claro de que esta necesidad sigue estando viva lo constituye la población que vive en centros penitenciarios, donde nos consta que nuestras publicaciones son apreciadas y valoradas. Roberto Garrido, miembro del equipo de redacción de Ave Fénix –una revista realizada por los internos del Centro Penitenciario de Monterroso en Lugo– nos explica cómo LO+POSITIVO ha sido una herramienta fundamental en la educación para la salud de las personas privadas de libertad.
El panorama, ciertamente, no era nada halagüeño. Pero, de pronto, como surgido de la nada, llega a nuestra pequeña Isla del Tesoro (entiéndase, redacción de la revista, Ave Fénix) un mensaje de lo más positivo, y lo que antes era oscuridad acabó convirtiéndose en luz reveladora: desde Barcelona, un Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH, una asociación sin ánimo de lucro, publicaba (a saber desde cuándo: ignorantes nosotros) LO+POSITIVO, una revista que nos abrió los ojos a todos/as, y a la que enseguida cogimos un inmenso cariño, que ha ido creciendo con el paso de los años. De repente, contábamos con información científica real acerca de los nuevos tratamientos, y lo más importante: ¡¡No estábamos solos en nuestra lucha!!
Previo contacto entre nuestra Coordinadora del Programa de Educación para la Salud, la Dra. Vallés Martínez, y la redacción de LO+POSITIVO, comenzamos, en calidad de agentes de la salud, a difundir la buena nueva, recibiendo y repartiendo por los módulos de esta prisión aquella revista que nos llegaba cada tres meses. Y así lo hemos seguido haciendo, como decíamos al principio, durante casi tres lustros.
A esta revista le debemos que presas y presos de toda España no nos escondamos ni ocultemos nuestra condición de seropositivos; le debemos el habernos adherido, hasta el más reticente de nosotros, a los tratamientos antirretrovirales, nuestro querido Sr. TAR; le debemos el no habernos sentido solos (hasta nos visitaron en otoño de 2005; véase LO+POSITIVO 32); le debemos, en muchos casos, incluso la vida; le debemos, en fin, muchísimas cosas que no sabemos cómo agradecer, pues hay agradecimientos que difícilmente se pueden expresar con palabras.
De igual forma, es decir, sin saber expresarlo con palabras, nos hemos quedado todos/as al enterarnos de que esta publicación, que tanto tiempo y tantas cosas nos ha aportado a presas y presos, verá su último número esta próxima primavera, al menos en formato físico. LO+POSITIVO seguirá publicándose, pero únicamente en la Red, en detrimento de todo/as aquello/as que carecemos de acceso a internet. Resulta cuando menos paradójico que el Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH, organización declarada Entidad de Utilidad Pública, tenga que, cosas de la dichosa crisis y la falta de subvenciones, dejar de elaborar en formato físico tan necesaria revista. Y cuando decimos “necesaria”, lo hacemos con toda propiedad: ¿Qué hubiera sido de nosotros/as si no hubiéramos conocido LO+POSITIVO? Posiblemente, muchos/as no estaríamos aquí para contarlo. Como casi siempre suele suceder, la peor parte nos la llevamos las personas más vulnerables, las desfavorecidas, las excluidas de este sistema cada vez más injusto.
Echaremos muchísimo de menos todos y cada uno de los artículos, opiniones, consejos y demás contenido de esta revista que hemos llegado a sentir como nuestra. Pero, sobre todo, echaremos de menos su continua compañía, asistencia y apoyo a lo largo de estos casi quince años. A todos los miembros que componen el Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH, y a todas las personas que han hecho posible LO+POSITIVO durante todo este tiempo: ¡¡OS QUEREMOS!!