gTt-VIH

Comencé a trabajar desde muy joven en el ámbito del VIH y el sida en mi país natal: México. Al principio, ofrecía información sobre prevención a través de una revista impresa y, posteriormente, me especialicé escribiendo acerca de sexualidad humana y VIH a través de medios digitales. Hace diez años, mi personalidad, mi inquietud profesional y la vida me trajeron a España. Poco tiempo después, empecé a trabajar para la Red Comunitaria sobre el VIH y el Sida del Estado Español (REDVIH).

El virus causante del sida no es el mismo en todas partes del mundo ni afecta de igual manera a sus portadores; además, existen aspectos socioeconómicos en cada región que hacen que cada persona viva de forma diferente el hecho de convivir con el virus. No es lo mismo vivir con VIH en España que en América Latina o en otras zonas del globo terráqueo. Y esa lección la tuve que aprender rápidamente acompañada de sus matices, los avances científicos, el trabajo comunitario, los y las activistas, los derechos conseguidos y una gran lista de etcéteras. Así que mi mejor herramienta profesional para informarme de manera eficaz y ética sobre la agenda del VIH en España fue –y lo ha sido desde entonces– la revista LO+POSITIVO.

En sus páginas no solo encontré la oportunidad de escuchar la voz de las personas afectadas, sino que aprendí del trabajo de la comunidad organizada. A través de reportajes, crónicas y artículos de opinión, me documenté para hacer mejor mi propio trabajo; estoy segura de que aprendí de la mano de los mejores periodistas comunitarios del VIH que he conocido. Y sin temor a equivocarme, sé que, al igual que yo, mis colegas de la REDVIH también lo hicieron, ya que como coordinadora de un equipo de trabajo siempre impulsé la lectura de LO+POSITIVO porque nos ayudaba a formar e informar al personal.

Además, LO+POSITIVO siempre fue una aliada para la difusión de los servicios que ofrece el Observatorio de Derechos Humanos de la REDVIH. Nuestros informes, investigaciones y campañas siempre encontraron un espacio en algunos de sus números. Gracias a la revista llegamos con información sobre derechos y VIH a lugares donde quizá solos no lo hubiéramos conseguido.

¿Cómo me sentó la noticia de que se preparaba su último número? Sentí tristeza, una fuerte sensación  de pérdida y, al mismo tiempo, me sentí muy agradecida por todo lo que ha dado este medio de información a la comunidad del VIH –independientemente de que vivas o no con el virus–. No me alcanzarán nunca las palabras para agradecer el aporte de esta publicación, ni me alcanzará el tiempo para recomendarla como uno de los mejores medios informativos sobre VIH desde y para la comunidad. Gracias compañeros/as de gTt, gracias LO+POSITIVO.

Esperemos que el quehacer periodístico ético y comunitario continúe de una u otra forma.