Dieta vegetariana y macrobiótica
“La alimentación es la base de la sanación” Michio Kushi, doctor y padre de la macrobiótica moderna
Todos sentimos preferencia por unos u otros sabores; con algunos alimentos se nos hace la boca agua y otros preferimos ni probarlos. En general, “comemos por los ojos”, como dice el dicho, y muchas veces pagamos las consecuencias con serios problemas de salud.

La alimentación cumple una misión mucho más importante que la de sólo alimentarnos: si elegimos los alimentos adecuados para nuestro organismo, éstos se pueden convertir en una de nuestras mejores medicinas y ayudarnos a mejorar de manera considerable nuestra condición física y mental.
La dieta vegetariana y la macrobiótica pueden ser una alternativa a nuestra conocida dieta mediterránea, pero antes de embarcarnos en una nueva aventura alimenticia, es necesario conocer sus pros y sus contras.
La mayoría de las personas en nuestro país siguen una dieta mediterránea basada, fundamentalmente, en el consumo de productos vegetales, carnes, pescados, productos lácteos, huevos, pan, pasta, legumbres, fruta, vino y aceite de oliva. Sus beneficios para la salud son bien conocidos: bajos niveles de colesterol, tasa reducida de enfermedades cardiovasculares, menor riesgo de padecer cáncer, mayor longevidad y, además, deleita nuestro paladar.
También es cierto que, cada día, aumenta el número de personas que buscan una alternativa saludable a nuestra dieta tradicional: el vegetarianismo, es una de las opciones más elegidas. La dieta macrobiótica, que permite el consumo de pequeñas cantidades de carne y pescado, igualmente se está poniendo muy de moda en nuestro país.
Lo importante antes de hacer un cambio en nuestra dieta es que tengamos un buen conocimiento de nuestro organismo, analizar qué problemas de salud tenemos para ver si el cambio nos va a beneficiar o perjudicar, y sobre todo, contar con los consejos de un nutricionista que nos guíe en los pasos a seguir para no sufrir carencias nutricionales que repercutan de forma negativa en nuestra salud.
Desde el punto de vista práctico, también debemos saber que, por ejemplo, la dieta macrobiótica te obliga a llevar un régimen bastante estricto. La dieta vegetariana te limita las opciones cuando sales a comer fuera de casa con los amigos y amigas. Todo esto son aspectos a tener en cuenta.
Tanto una dieta como la otra van emparejadas a una filosofía de vida. El sistema macrobiótico, dado a conocer en Europa por George Oshawa, está basado en principios del Budismo Zen y busca armonizar cuerpo y mente a través de la nutrición. El vegetarianismo va unido al concepto de no dañar a los animales, principios presentes en el Budismo ó Hinduismo y, además, considera otras cuestiones, como la protección del medioambiente o la salud personal.
Dentro de la práctica vegetariana existen diferentes variantes o grados:
Los riesgos que conlleva la dieta vegetariana son: anemia, hipocalcemia y déficit de ciertas vitaminas, como la B12, la vitamina C, la vitamina D y la vitamina A. Para evitar la anemia hay que ingerir legumbres, frutos secos, cereales, a ser posible, mezclados con vitamina C, para que se asimilen mejor. El calcio lo conseguimos con las verduras de hoja verde oscuro y las algas. La vitamina B12 se puede tomar en forma de cápsulas o también ingerir alimentos que la llevan, como los cereales, derivados de soja y levadura. La vitamina C la encontramos en cítricos, tomates, brócoli o en comprimidos.
El sol es una estupenda fuente de vitamina D; un paseo diario nos vendrá bien; además, podemos tomar salmón y ensaladas verdes. La vitamina A se encuentra en las zanahorias, las espinacas y el melón. Las proteínas de origen animal se sustituyen por proteínas de origen vegetal, como las legumbres, derivados de soja y frutos secos.
Los beneficios de la dieta vegetariana para nuestra salud son muchos: previene varias enfermedades, como las coronarias, la diabetes, la osteoporosis, distintos tipos de cáncer, la obesidad, reduce el colesterol en sangre y mantiene la presión arterial baja.
La macrobiótica, palabra griega que significa ‘longevidad’, se basa en los principios Yin y Yang y en cómo mantener una correcta proporción de éstos en nuestro organismo. La ingestión de los alimentos trata de buscar siempre el equilibrio entre ambos.
La digestión adquiere un papel fundamental en esta dieta. Todos los alimentos digeridos se descomponen hasta formar parte de nuestra sangre; si comemos demasiados alimentos Yin (frutas y hortalizas) o Yang (carnes y pescados) estaremos produciendo un desequilibrio orgánico.
Esta dieta también promulga que los alimentos se convierten en pensamientos; algunos nos producirán paz y otros nos harán sentir más agresivos. Otros principios que rigen esta dieta son:
La macrobiótica es una dieta básicamente cerealística. George Oshawa creo diez dietas. En las cinco primeras, se van ingiriendo cada vez una menor cantidad de productos de origen animal, y en las cinco restantes se comen vegetales, hasta llegar a la última, en la que sólo se toman cereales triturados.
Está concebida como un régimen curativo, y se utiliza como base para recuperar la salud en determinadas enfermedades. En su libro Sida, Macrobiótica e Inmunología Natural, Michio Kushi, uno de los padres de la macrobiótica moderna, nos hace una propuesta de dieta macrobiótica basada en cereales, verduras frescas, sopas, algas y alimentos integrales no manipulados para personas con infección por VIH.
Los beneficios de la dieta macrobiótica consisten en que ésta te ayuda a eliminar toxinas, depura el organismo y, por tanto, contribuye a eliminar ciertas dolencias, de ahí que se la llame dieta curativa. Aporta mucha fibra, vitaminas y minerales, y te ayuda a elevar la energía vital. Por otro lado, se trata de una dieta que reduce la masa muscular al ingerir pocas proteínas, puede producir anemia, desnutrición, hipocalcemia y deshidratación, al restringir el consumo de agua.
Web
• Mundo Vegetariano
www.mundovegetariano.com
• Unión Vegetariana Española
www.unionvegetariana.org
Libros

La alimentación cumple una misión mucho más importante que la de sólo alimentarnos: si elegimos los alimentos adecuados para nuestro organismo, éstos se pueden convertir en una de nuestras mejores medicinas y ayudarnos a mejorar de manera considerable nuestra condición física y mental.
La dieta vegetariana y la macrobiótica pueden ser una alternativa a nuestra conocida dieta mediterránea, pero antes de embarcarnos en una nueva aventura alimenticia, es necesario conocer sus pros y sus contras.
La mayoría de las personas en nuestro país siguen una dieta mediterránea basada, fundamentalmente, en el consumo de productos vegetales, carnes, pescados, productos lácteos, huevos, pan, pasta, legumbres, fruta, vino y aceite de oliva. Sus beneficios para la salud son bien conocidos: bajos niveles de colesterol, tasa reducida de enfermedades cardiovasculares, menor riesgo de padecer cáncer, mayor longevidad y, además, deleita nuestro paladar.
También es cierto que, cada día, aumenta el número de personas que buscan una alternativa saludable a nuestra dieta tradicional: el vegetarianismo, es una de las opciones más elegidas. La dieta macrobiótica, que permite el consumo de pequeñas cantidades de carne y pescado, igualmente se está poniendo muy de moda en nuestro país.
Lo importante antes de hacer un cambio en nuestra dieta es que tengamos un buen conocimiento de nuestro organismo, analizar qué problemas de salud tenemos para ver si el cambio nos va a beneficiar o perjudicar, y sobre todo, contar con los consejos de un nutricionista que nos guíe en los pasos a seguir para no sufrir carencias nutricionales que repercutan de forma negativa en nuestra salud.
Desde el punto de vista práctico, también debemos saber que, por ejemplo, la dieta macrobiótica te obliga a llevar un régimen bastante estricto. La dieta vegetariana te limita las opciones cuando sales a comer fuera de casa con los amigos y amigas. Todo esto son aspectos a tener en cuenta.
Tanto una dieta como la otra van emparejadas a una filosofía de vida. El sistema macrobiótico, dado a conocer en Europa por George Oshawa, está basado en principios del Budismo Zen y busca armonizar cuerpo y mente a través de la nutrición. El vegetarianismo va unido al concepto de no dañar a los animales, principios presentes en el Budismo ó Hinduismo y, además, considera otras cuestiones, como la protección del medioambiente o la salud personal.
Dieta vegetariana
La dieta vegetariana es un régimen alimenticio que incluye cereales, frutas, verduras, legumbres, frutos secos, productos derivados de la soja y de la harina, y excluye el consumo de carne y pescado.Dentro de la práctica vegetariana existen diferentes variantes o grados:
- Veganismo: Es la variante más estricta; en ella sólo se comen vegetales. Se adopta un estilo de vida basado en el respeto a los animales, por lo que no se ingiere ningún producto de origen animal como pueden ser los lácteos o huevos.
- Vegetarianismo: Se ingieren sólo vegetales, pero más por razones dietéticas que filosóficas.
- Lacto-vegetarianismo: Se consumen vegetales y productos lácteos.
- Ovo-lacto-vegetarianismo: Además de vegetales, se consumen huevos y productos lácteos.
Los riesgos que conlleva la dieta vegetariana son: anemia, hipocalcemia y déficit de ciertas vitaminas, como la B12, la vitamina C, la vitamina D y la vitamina A. Para evitar la anemia hay que ingerir legumbres, frutos secos, cereales, a ser posible, mezclados con vitamina C, para que se asimilen mejor. El calcio lo conseguimos con las verduras de hoja verde oscuro y las algas. La vitamina B12 se puede tomar en forma de cápsulas o también ingerir alimentos que la llevan, como los cereales, derivados de soja y levadura. La vitamina C la encontramos en cítricos, tomates, brócoli o en comprimidos.
El sol es una estupenda fuente de vitamina D; un paseo diario nos vendrá bien; además, podemos tomar salmón y ensaladas verdes. La vitamina A se encuentra en las zanahorias, las espinacas y el melón. Las proteínas de origen animal se sustituyen por proteínas de origen vegetal, como las legumbres, derivados de soja y frutos secos.
Los beneficios de la dieta vegetariana para nuestra salud son muchos: previene varias enfermedades, como las coronarias, la diabetes, la osteoporosis, distintos tipos de cáncer, la obesidad, reduce el colesterol en sangre y mantiene la presión arterial baja.
Dieta macrobiótica
La macrobiótica, palabra griega que significa ‘longevidad’, se basa en los principios Yin y Yang y en cómo mantener una correcta proporción de éstos en nuestro organismo. La ingestión de los alimentos trata de buscar siempre el equilibrio entre ambos.
La digestión adquiere un papel fundamental en esta dieta. Todos los alimentos digeridos se descomponen hasta formar parte de nuestra sangre; si comemos demasiados alimentos Yin (frutas y hortalizas) o Yang (carnes y pescados) estaremos produciendo un desequilibrio orgánico.
Esta dieta también promulga que los alimentos se convierten en pensamientos; algunos nos producirán paz y otros nos harán sentir más agresivos. Otros principios que rigen esta dieta son:
- Masticar un alto número de veces cada alimento, poniendo conciencia en el proceso.
- Tomar alimentos de proximidad.
- Comer exclusivamente cuando se tenga hambre y sólo la cantidad que se necesite.
- Ingerir alimentos poco manipulados o procesados.
- No tomar alimentos demasiado Yin.
- Reducir la ingestión de líquidos, ya que éstos se consiguen a través de los alimentos.
La macrobiótica es una dieta básicamente cerealística. George Oshawa creo diez dietas. En las cinco primeras, se van ingiriendo cada vez una menor cantidad de productos de origen animal, y en las cinco restantes se comen vegetales, hasta llegar a la última, en la que sólo se toman cereales triturados.
Está concebida como un régimen curativo, y se utiliza como base para recuperar la salud en determinadas enfermedades. En su libro Sida, Macrobiótica e Inmunología Natural, Michio Kushi, uno de los padres de la macrobiótica moderna, nos hace una propuesta de dieta macrobiótica basada en cereales, verduras frescas, sopas, algas y alimentos integrales no manipulados para personas con infección por VIH.
Los beneficios de la dieta macrobiótica consisten en que ésta te ayuda a eliminar toxinas, depura el organismo y, por tanto, contribuye a eliminar ciertas dolencias, de ahí que se la llame dieta curativa. Aporta mucha fibra, vitaminas y minerales, y te ayuda a elevar la energía vital. Por otro lado, se trata de una dieta que reduce la masa muscular al ingerir pocas proteínas, puede producir anemia, desnutrición, hipocalcemia y deshidratación, al restringir el consumo de agua.
Si quieres saber más:
Web
• Mundo Vegetariano
www.mundovegetariano.com
• Unión Vegetariana Española
www.unionvegetariana.org
Libros
- Michio Kushi. El libro de la Macrobiótica. Editorial EDAF.
- Michio Kushi y Martha C. Cottrell. Sida, Macrobiótica e Inmunología Natural. Publicaciones GEA.
- Jerónimo Yagüe Calvo. Cocina vegetariana, sana, fácil y deliciosa. Editorial EDAF.
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Me gustaría saber que tanto beneficia o cómo afecta a la persona HIV+ una dieta vegana, vegetariana/ ovo lacto, o macrobiótica. Busco información pues un familiar quiere dejar de comer carne y yo le cuido su alimentación y trato de respetar sus decisiones.
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