opina. Hola. Me llamo Susana y soy de Barcelona, aunque en estos momentos resido en Madrid, donde sigo un tratamiento para la drogodependencia.
Quiero haceros partícipes de mi historia porque me parece vergonzoso lo que está sucediendo en el hospital donde me atienden en mi ciudad.
Interrumpí el tratamiento anti-VIH hace un año por una recaída que tuve. El seguimiento de la enfermedad me lo llevan desde hace bastantes años en el Hospital Carlos III. Allí me atendía la doctora, me hacían las analíticas pertinentes y me daban los antirretrovirales necesarios. Es decir, un seguimiento normal, como el de cualquier otro paciente.
Al volver a retomar el tratamiento con la receta de mi doctora, fui a recoger la medicación en la farmacia hospitalaria; allí enseñé mi tarjeta sanitaria catalana y me dijeron que no me dispensaban la medicación, que tenía que llevar la tarjeta de desplazamiento o bien estar empadronada en Madrid.
Les explique que estaba haciendo un tratamiento para la drogodependencia, que tomar medicación durante dos meses y a continuación interrumpirlo no me servía más que para crear resistencias, y que empadronarme en Madrid no era posible puesto que estoy cobrando la pensión no contributiva de la Generalitat de Cataluña y éste es el único ingreso económico que tengo.
La respuesta que obtuve por parte de la farmacia del hospital fue que, en este caso, debía irme a Barcelona a que me dispensaran allí la medicación; que Madrid no se hace cargo de los enfermos de otras comunidades debido al recorte presupuestario. La trabajadora social del Hospital Carlos lll me contestó lo mismo cuando yo le argumenté que, hoy en día, me es imposible empadronarme, pues la única pensión que recibo me la cortarían hasta regularizar mi situación de traslado a otra comunidad, cosa que no me puedo permitir, pues con ese dinero pago mi tratamiento de desintoxicación.
La explicación que me dio el hospital no la puedo entender, ya que mi tarjeta sanitaria lleva mi número de la Seguridad Social, mi DNI dice que soy española, la doctora me atiende en la unidad del VIH y en el hospital me hacen todas las analíticas y controles que necesito. ¿Por qué todos esos gastos sanitarios sí me los cubre la Comunidad de Madrid y el tratamiento antirretroviral no? Entonces, lo único que me dieron a entender es que los antirretrovirales son demasiado caros y que mi vida y la de mucha gente no valen tanto dinero. Esto le está pasando a más personas.
¿Dónde está el derecho que tenemos todos los ciudadanos a poder viajar con libertad y trabajar temporalmente en cualquier sitio? Si no tengo esa medicación, soy esclava de permanecer en una determinada Comunidad Autónoma.
¿Dónde ha quedado aquello por lo que se luchó en su día para que los antirretrovirales estuvieran al alcance de los pacientes, independientemente de cualquier situación social, económica o migratoria?
¿Para qué existen tantas políticas de igualdad si, a la hora de la verdad, seguimos siendo discriminados? ¿De qué sirven tantas investigaciones para encontrar una medicación que nos cure si los que ya estamos enfermos no tenemos nuestra medicación? ¿Qué tipo de Seguridad Social tenemos que valora mi vida en 1.000€?
Por eso os cuento mi caso, porque los antirretrovirales son lo único que, hoy por hoy, nos mantiene y devuelve la vida. A qué tengo que esperar, ¿a morirme?
Gracias por leerme.
Interrumpí el tratamiento anti-VIH hace un año por una recaída que tuve. El seguimiento de la enfermedad me lo llevan desde hace bastantes años en el Hospital Carlos III. Allí me atendía la doctora, me hacían las analíticas pertinentes y me daban los antirretrovirales necesarios. Es decir, un seguimiento normal, como el de cualquier otro paciente.
Al volver a retomar el tratamiento con la receta de mi doctora, fui a recoger la medicación en la farmacia hospitalaria; allí enseñé mi tarjeta sanitaria catalana y me dijeron que no me dispensaban la medicación, que tenía que llevar la tarjeta de desplazamiento o bien estar empadronada en Madrid.
Les explique que estaba haciendo un tratamiento para la drogodependencia, que tomar medicación durante dos meses y a continuación interrumpirlo no me servía más que para crear resistencias, y que empadronarme en Madrid no era posible puesto que estoy cobrando la pensión no contributiva de la Generalitat de Cataluña y éste es el único ingreso económico que tengo.
La respuesta que obtuve por parte de la farmacia del hospital fue que, en este caso, debía irme a Barcelona a que me dispensaran allí la medicación; que Madrid no se hace cargo de los enfermos de otras comunidades debido al recorte presupuestario. La trabajadora social del Hospital Carlos lll me contestó lo mismo cuando yo le argumenté que, hoy en día, me es imposible empadronarme, pues la única pensión que recibo me la cortarían hasta regularizar mi situación de traslado a otra comunidad, cosa que no me puedo permitir, pues con ese dinero pago mi tratamiento de desintoxicación.
La explicación que me dio el hospital no la puedo entender, ya que mi tarjeta sanitaria lleva mi número de la Seguridad Social, mi DNI dice que soy española, la doctora me atiende en la unidad del VIH y en el hospital me hacen todas las analíticas y controles que necesito. ¿Por qué todos esos gastos sanitarios sí me los cubre la Comunidad de Madrid y el tratamiento antirretroviral no? Entonces, lo único que me dieron a entender es que los antirretrovirales son demasiado caros y que mi vida y la de mucha gente no valen tanto dinero. Esto le está pasando a más personas.
¿Dónde está el derecho que tenemos todos los ciudadanos a poder viajar con libertad y trabajar temporalmente en cualquier sitio? Si no tengo esa medicación, soy esclava de permanecer en una determinada Comunidad Autónoma.
¿Dónde ha quedado aquello por lo que se luchó en su día para que los antirretrovirales estuvieran al alcance de los pacientes, independientemente de cualquier situación social, económica o migratoria?
¿Para qué existen tantas políticas de igualdad si, a la hora de la verdad, seguimos siendo discriminados? ¿De qué sirven tantas investigaciones para encontrar una medicación que nos cure si los que ya estamos enfermos no tenemos nuestra medicación? ¿Qué tipo de Seguridad Social tenemos que valora mi vida en 1.000€?
Por eso os cuento mi caso, porque los antirretrovirales son lo único que, hoy por hoy, nos mantiene y devuelve la vida. A qué tengo que esperar, ¿a morirme?
Gracias por leerme.
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Totalmente de acuerdo contigo en todo lo que has dicho, he leído todo el comentario. ¿Cómo va la cosa a día de hoy? Espero que la situación que tenías por aquella época haya ido mejorando, si nos puedes compartir tus experiencias desde ese momento, te lo agradecería :)
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