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  1. Lo+Positivo 41, otoño 2008
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VIH, dentistas, miedo y estigma

Muchas personas con VIH, especialmente aquéllas que han tenido un consumo de drogas inyectables prolongado, tienen una salud bucodental precaria y necesitan asistencia médica; aunque no todas la consiguen.

En España, una barrera muy clara es la económica: el hecho de que la mayor parte de servicios que se requieren no esté incluido en la cartera de prestaciones de la Seguridad Social impide que muchas personas que los necesitan puedan acceder a ellos. Pero, además del coste, hay otros factores en juego.

Imagen: Atención bucodentalUn estudio italiano que se presentó en Ciudad de México durante la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida analizó las necesidades y actitudes de un grupo de pacientes de nacionalidad italiana con VIH, así como también de dentistas de dicho país. El estudio se llevó a cabo entre mayo de 2005 y febrero de 2006 en la consulta de un centro de enfermedades infecciosas.

Se repartió un cuestionario a 600 pacientes que, consecutivamente, entraron en la sala de espera y accedieron a responderlo. También se envió un cuestionario a 400 dentistas, y se incluyeron en el análisis las respuestas de los 100 primeros cuestionarios recibidos. Los resultados son los siguientes:

La mayor parte de los pacientes eran italianos (86%), hombres (61%), y con edades entre los 31 y los 50 años. El perfil de respondedor medio fue el de una persona de clase baja-media, con un trabajo que no satisface sus necesidades, infección por VIH durante 5-10 años y que no tiene ni ha tenido infecciones oportunistas.

Este paciente típico declaró saber el origen de su infección, y que tenía que informar de su estado al dentista, puesto que se considera una fuente de infección. Asimismo, se mostró satisfecho con su dentista, pero le hubiera gustado que existieran programas específicos para estos especialistas en los que pudieran formarse en la atención a pacientes con VIH y eliminar sus comportamientos estigmatizadores hacia esta población.

El perfil de paciente que busca atención bucodental es el de una mujer que toma tratamiento durante, al menos, dos años (58,5%). Un 77% de hombres y un 84% de mujeres piensan que la sociedad debería responsabilizarse de las personas con VIH y que sus tratamientos deberían ofrecerse de forma gratuita. El 55% de las personas entrevistadas piensa que su salud bucodental es insatisfactoria y que representa un obstáculo en su vida social, independientemente de la infección por VIH, lo que no se encontró que fuera un impedimento por sí mismo (84%).

El 88% considera que una boca cuidada puede mejorar su forma de vida. Por otra parte, el 60% piensa que se necesitan habilidades profesionales específicas para atender a las personas con VIH.

Aunque un 67% declara su infección por VIH al dentista pensando que eso no hará cambiar la actitud de éste (40%), un porcentaje considerable prefiere no hacerlo (32%).

El perfil de dentista que respondió a la encuesta fue un hombre de mediana edad. La mayor parte de dentistas cree que es capaz de atender a personas con VIH, pero el 68% no lo lleva a cabo, y el 24% no lo ha hecho nunca. El 80% de dentistas declaró que los pacientes con VIH deberían ser atendidos en centros del sistema público de salud, y el 78% expuso que los dentistas deberían ser libres de aceptar o no a estos pacientes. Según los autores de esta investigación, los factores que inducen a las personas con VIH a no acudir al dentista son: el temor a este especialista, la preocupación por el coste, el miedo al estigma, el rechazo a informar al dentista de la infección por VIH y una falta de información sobre las posibilidades de acceso a servicios dentro del sistema público de salud. Las respuestas de los dentistas sugieren un rechazo significativo a tratar personas con VIH y una actitud clara hacia la derivación de estos pacientes al sistema público de salud.

En sus conclusiones, los autores del estudio señalan que dichos hallazgos indican la necesidad de intervenciones educativas dirigidas a mejorar la actitud de las personas con VIH hacia un mejor y más correcto uso de los servicios disponibles. También existe una necesidad de optimizar la formación de dentistas implementando centros de salud bucodental que puedan llevar a cabo programas educativos tanto para pacientes como para dentistas.
Finalmente, destacan que su estudio revela que el estigma social no ha desaparecido completamente, y que todavía es percibido por una parte importante de personas que viven con VIH cuando intentan acceder a la atención bucodental.

Referencia:
Ghezzi M, Aloi G et al. HIV-positive patients and dental treatments: patients’s needs and attitudes. XVII International Conference, 3-8 August, Mexico City, poster WEPE0100.

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Lourdes (no verificado)

Cuando me comentaron que tenía el VIH pensé tierra trágame. He tenido multitud de relaciones, pero sin lugar a dudas me quedo con la que estoy. Yo no se lo dije, no me atrevía él es negativo. Pero q viva la vida la enfermedad no me va a impedir nada. Gracias.

responder 23 Julio, 2019 – 8:22pm

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