En una reunión con representantes de varias organizaciones no gubernamentales (ONG) españolas, que tuvo lugar el pasado 4 de agosto en el marco de la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida celebrada en Ciudad de México, el ministro español de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, anunció la inclusión del tratamiento reparador de la lipoatrofia facial asociada al VIH en la cartera común de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Las prestaciones incluidas en la cartera común deben ser accesibles en todo el territorio nacional, independientemente del lugar de residencia. Así pues, la iniciativa pondrá fin a una de las más sangrantes desigualdades geográficas en la atención a las personas con VIH/sida, al universalizar por ley una prestación que, en la actualidad, sólo ofrecen siete administraciones autonómicas.
Vinculada a los fármacos antirretrovirales y a la propia infección por VIH, la lipoatrofia facial, o pérdida de tejido graso en la cara, constituye un serio problema para numerosas personas con VIH. Por sus repercusiones psicológicas y sociales, las consecuencias de la lipoatrofia facial van mucho más allá del ámbito estético, ya que, además de disminuir la calidad de vida y reforzar el estigma y la discriminación que padecen las personas que viven con el virus, puede debilitar la adhesión a la terapia antirretroviral.

La medida del Ministerio supone la consecución de una de las más antiguas reivindicaciones del movimiento asociativo en torno al VIH/sida, de ahí que haya recibido el aplauso unánime de las organizaciones comunitarias. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Hay que recordar, por ejemplo, que esta iniciativa no contempla la cobertura de otras alteraciones morfológicas potencialmente estigmatizadoras, como es el caso de la lipohipertrofia dorsocervical grave (la acumulación de grasa detrás del cuello, también conocida como giba de búfalo).
Por último, cabe esperar que la experiencia de los centros punteros en el tratamiento reparador de la lipoatrofia facial en España sirva para definir un protocolo de actuación que incluya las técnicas e implantes más seguros y eficaces, así como un sistema de evaluación de los pacientes adecuado.
Referencia:
Ministerio de Sanidad y Consumo. Notas de Prensa. “Soria anuncia la inclusión del tratamiento reparador de la lipoatrofia en la cartera común de servicios del Sistema Nacional de Salud”. 4 de agosto de 2008.
La lipodistrofia asociada al VIH, generalmente, implica dos tipos diferentes de cambios en la grasa corporal: un aumento significativo de la grasa en determinadas zonas como el abdomen, la nuca y los pechos (conocido como lipohipertrofia); y/o una disminución de la grasa en piernas, brazos, nalgas y cara (lipoatrofia). La medida adoptada por el Ministerio de Sanidad y Consumo permitirá que unas 14.000 personas con lipoatrofia facial puedan beneficiarse de las técnicas reparadoras. Cabe esperar que el coste estimado (aproximadamente 26 millones de euros) se reduzca en los próximos años, dado que en la actualidad se tiende a utilizar medicamentos antirretrovirales menos tóxicos y estrategias que minimizan el impacto de este efecto secundario.
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