Uno de los temas estrella de la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida fue la llamada ‘declaración suiza’ y que fue emitida por la Comisión Federal del VIH/sida de Suiza a principios de este año.
Según sus autores, que las personas con VIH no pueden transmitir el virus por vía sexual a su pareja no infectada si se encuentran bajo un tratamiento que lleve suprimiendo completamente la carga viral durante un mínimo de 6 meses, tienen una adhesión excelente, un control regular de la carga viral y la certeza de que tanto la persona con VIH como su pareja sin el virus no tienen otras infecciones de transmisión sexual (ITS).
El profesor Pietro Vernazza, presidente de la Comisión Federal sobre el Sida de Suiza y máximo responsable, por tanto, de la declaración, señaló que parte del revuelo propiciado por la misma se debió a su mala interpretación. Apuntó que algunas personas interpretaron la declaración como una reivindicación del tratamiento en el sentido de una medida preventiva frente al condón, lo que no era la verdadera intención de éste. “[La declaración] estaba pensada para ser distribuida a médicos suizos”, afirmó el profesor. De todos modos se disculpó, porque el documento era susceptible de ser malentendido.
Detrás de la declaración, aparte de evidencias médicas, existen –según reconoció Vernazza– factores políticos, ya que en Suiza se puede inculpar a personas con VIH por tener relaciones sexuales sin protección con personas sin el virus, incluso si las mismas están informadas del estado serológico y consienten la relación. El comunicado permitiría a algunas personas, en caso de cumplirse las premisas establecidas por éste, defenderse ante un tribunal.
El comunicado, de forma indirecta, podría motivar a muchas personas que no toman tratamiento o no tienen una buena adhesión al mismo para que sigan correctamente la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA). Esta mayor adhesión, además, aumentaría el número de personas bajo tratamiento, de manera que se reduciría el número de nuevas infecciones, en la línea de las nuevas políticas promovidas desde la provincia canadiense de la Columbia Británica.
Dichas políticas se basan en un modelo matemático desarrollado por el Centro para la Excelencia en VIH/Sida de la Columbia Británica. Mediante dicho modelo se calculó que, expandiendo la TARGA a aquellas personas con recuentos de CD4 inferiores a 350 células/mm3, se podrían prevenir dos tercios de las nuevas infecciones previstas para el año 2030.
Entre las personas escépticas respecto a la declaración, aunque de una manera muy equilibrada, se encontraba el profesor Myron Cohen, de la Universidad de Carolina del Norte (EE UU). El profesor manifestó que, si bien detrás del comunicado suizo existe “una evidencia biológica importante”, no conocía el grado actual de beneficio de la TARGA o la duración de ésta. También destacó que asumir que la transmisión no es posible por debajo de un determinado umbral de carga viral era más una creencia que un hecho. Así, señaló la posibilidad de repuntes transitorios de esta carga, cambios en las membranas genitales, ITS intermitentes y desconocidas, así como un periodo de riesgo de transmisión entre la aparición de una carga viral incrementada por el fracaso terapéutico y el siguiente test de carga viral.
Nancy Padian, de Women’s Global Health Imperative, argumentó que podría existir un efecto sinérgico entre el uso de condones y de la TARGA, por lo que se reforzarían mutuamente. Sin embargo, afirmó que podrían aparecer una relajación del comportamiento y un menor empleo de preservativos entre aquellas personas bajo terapia antirretroviral de gran actividad con carga viral indetectable –aunque no cumplan el resto de requisitos–. También argumentó que el comunicado podría originar un desequilibrio de género, dado que la persona de la pareja no infectada confiaría en su pareja el cuidado de la carga viral, la adhesión y los riesgos de ITS.
Dentro del ámbito comunitario, la declaración suiza fue acogida de una forma muy positiva. Nikos Dedes, del Grupo Europeo de Tratamientos del Sida (EATG, en sus siglas en inglés), manifestó que “lo más importante es el hecho de no ser considerados una amenaza para las otras personas de por vida”. En este sentido, el comunicado puede ayudar a reducir el miedo cuando un condón se rompe y a disminuir el estigma y la discriminación.
Referencias:
HIV Transmission under ART. XVII International AIDS Conference, Mexico City, SUSAT41, 2008.
Wasserfallen FM Swiss statement for PLWHA on effective ARV treatment. XVII International AIDS Conference, Mexico City, abstract MOPE0212, 2008.
El profesor Pietro Vernazza, presidente de la Comisión Federal sobre el Sida de Suiza y máximo responsable, por tanto, de la declaración, señaló que parte del revuelo propiciado por la misma se debió a su mala interpretación. Apuntó que algunas personas interpretaron la declaración como una reivindicación del tratamiento en el sentido de una medida preventiva frente al condón, lo que no era la verdadera intención de éste. “[La declaración] estaba pensada para ser distribuida a médicos suizos”, afirmó el profesor. De todos modos se disculpó, porque el documento era susceptible de ser malentendido.
Detrás de la declaración, aparte de evidencias médicas, existen –según reconoció Vernazza– factores políticos, ya que en Suiza se puede inculpar a personas con VIH por tener relaciones sexuales sin protección con personas sin el virus, incluso si las mismas están informadas del estado serológico y consienten la relación. El comunicado permitiría a algunas personas, en caso de cumplirse las premisas establecidas por éste, defenderse ante un tribunal.
El comunicado, de forma indirecta, podría motivar a muchas personas que no toman tratamiento o no tienen una buena adhesión al mismo para que sigan correctamente la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA). Esta mayor adhesión, además, aumentaría el número de personas bajo tratamiento, de manera que se reduciría el número de nuevas infecciones, en la línea de las nuevas políticas promovidas desde la provincia canadiense de la Columbia Británica.
Dichas políticas se basan en un modelo matemático desarrollado por el Centro para la Excelencia en VIH/Sida de la Columbia Británica. Mediante dicho modelo se calculó que, expandiendo la TARGA a aquellas personas con recuentos de CD4 inferiores a 350 células/mm3, se podrían prevenir dos tercios de las nuevas infecciones previstas para el año 2030.
Entre las personas escépticas respecto a la declaración, aunque de una manera muy equilibrada, se encontraba el profesor Myron Cohen, de la Universidad de Carolina del Norte (EE UU). El profesor manifestó que, si bien detrás del comunicado suizo existe “una evidencia biológica importante”, no conocía el grado actual de beneficio de la TARGA o la duración de ésta. También destacó que asumir que la transmisión no es posible por debajo de un determinado umbral de carga viral era más una creencia que un hecho. Así, señaló la posibilidad de repuntes transitorios de esta carga, cambios en las membranas genitales, ITS intermitentes y desconocidas, así como un periodo de riesgo de transmisión entre la aparición de una carga viral incrementada por el fracaso terapéutico y el siguiente test de carga viral.
Nancy Padian, de Women’s Global Health Imperative, argumentó que podría existir un efecto sinérgico entre el uso de condones y de la TARGA, por lo que se reforzarían mutuamente. Sin embargo, afirmó que podrían aparecer una relajación del comportamiento y un menor empleo de preservativos entre aquellas personas bajo terapia antirretroviral de gran actividad con carga viral indetectable –aunque no cumplan el resto de requisitos–. También argumentó que el comunicado podría originar un desequilibrio de género, dado que la persona de la pareja no infectada confiaría en su pareja el cuidado de la carga viral, la adhesión y los riesgos de ITS.
Dentro del ámbito comunitario, la declaración suiza fue acogida de una forma muy positiva. Nikos Dedes, del Grupo Europeo de Tratamientos del Sida (EATG, en sus siglas en inglés), manifestó que “lo más importante es el hecho de no ser considerados una amenaza para las otras personas de por vida”. En este sentido, el comunicado puede ayudar a reducir el miedo cuando un condón se rompe y a disminuir el estigma y la discriminación.
Referencias:
HIV Transmission under ART. XVII International AIDS Conference, Mexico City, SUSAT41, 2008.
Wasserfallen FM Swiss statement for PLWHA on effective ARV treatment. XVII International AIDS Conference, Mexico City, abstract MOPE0212, 2008.
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