La sífilis, que estaba prácticamente erradicada, ha incrementado su incidencia durante los últimos años.
Practicar sexo más seguro y saber más sobre la enfermedad son las mejores herramientas que tenemos a nuestro alcance para que esta nueva oleada de infecciones nos afecte lo menos posible.
El retorno de la sífilis, una de las primeras enfermedades de transmisión sexual (ETS) descritas por la medicina, ha sorprendido a aquéllos que la creían prácticamente erradicada tras la gran reducción de casos debida al uso de preservativos y al descubrimiento de la penicilina y su gran efectividad. Durante los últimos diez años, se ha incrementado ininterrumpidamente el número de infecciones. El sexo más seguro y el conocimiento de su evolución son las medidas más eficaces para evitarla o reducir el daño que puede causarnos.
La sífilis se puede transmitir por contacto sexual oral, anal o vaginal sin protección, siempre que se entre en contacto con úlceras infectadas. La bacteria causante de la enfermedad, el Treponema pallidum, no sobrevive mucho tiempo en el exterior del cuerpo y, por esa causa, debe existir un contacto directo para resultar infectado. Una vez que la bacteria entra en el cuerpo, se disemina rápidamente a través de la sangre o el sistema linfático.
Existen tres fases de la enfermedad: la sífilis primaria, secundaria y terciaria.
Sífilis primaria: En esta fase, en personas sin VIH los síntomas son leves y aparece una pequeña ulceración, llamada chancro, en la zona de infección. En personas con VIH las ulceraciones suelen ser múltiples y pueden confundirse con herpes genital, de manera que puede que no se llegue a diagnosticar hasta la aparición de la segunda fase.
Sífilis secundaria: Se desarrolla en los meses posteriores a la infección. Suelen aparecer erupciones cutáneas, inflamación en los ganglios, verrugas, fiebre, dolor muscular, cefalea, zumbido en los oídos y, en raras ocasiones, meningitis. Las erupciones, de color marrón oscuro y del tamaño de una moneda de unos quince milímetros, podrían aparecer también en las palmas de las manos y en las plantas de los pies. Estas erupciones y las posibles llagas pueden resultar muy infecciosas.
Sífilis terciaria: Se desarrolla a lo largo de los diez años posteriores a la infección y puede provocar lesiones en la mayoría de los órganos internos. Se caracteriza por la presencia de gomas. Se trata de tejido edematizado y muerto, de apariencia fibrosa, que puede aparecer con frecuencia en el hígado, aunque también puede encontrarse en los huesos, cerebro (causando neurosífilis), corazón, piel y testículos. En esta fase también pueden producirse alteraciones cardiovasculares.
El transcurso de la sífilis puede ser diferente. En personas con VIH y sífilis se ha observado un aumento del riesgo de daño cerebral y síntomas poco comunes que pueden incluir úlceras en la piel y boca y también fiebre. Además, es probable que, a raíz del VIH, se acelere el curso de la sífilis. Diversos estudios han puesto de manifiesto que la sífilis puede disminuir los recuentos de células CD4 y aumentar la carga viral.
El diagnóstico de la sífilis se puede efectuar cuando hay presencia de chancros: es posible ver la bacteria a través del microscopio con una muestra tomada de la úlcera. El Treponema pallidum tiene una apariencia distintiva en forma de espiral. A fin de descartar que no se trate de otra enfermedad, se realiza un análisis de sangre. Para ello, hay que dejar pasar un tiempo desde la posible infección, puesto que los anticuerpos pueden tardar hasta tres meses en detectarse. Existen indicios que sugieren que este tipo de análisis quizá no sea del todo fiable en personas con VIH. Si se sospecha que la infección está afectando al cerebro, se puede realizar una punción lumbar para determinar el alcance de la infección.
El tratamiento de primera elección consiste en una serie de inyecciones de penicilina, o en caso de alergia, en un antibiótico alternativo. A las personas con VIH se les suele recetar dosis mayores durante más tiempo. Es importante completar el tratamiento hasta el final para asegurarse de que la sífilis está totalmente curada: se efectuarán sucesivos análisis de sangre después del alta médica, en los meses 1, 2, 3, 6, 12 y 24. Para evitar la transmisión, se recomienda no mantener relaciones sexuales hasta la finalización del tratamiento.
Referencia: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt). Infovihtal #33. Disponible en: gtt-vih.org/files/active/0/InfoV_esp_33.pdf

¿Cómo se transmite?
La sífilis se puede transmitir por contacto sexual oral, anal o vaginal sin protección, siempre que se entre en contacto con úlceras infectadas. La bacteria causante de la enfermedad, el Treponema pallidum, no sobrevive mucho tiempo en el exterior del cuerpo y, por esa causa, debe existir un contacto directo para resultar infectado. Una vez que la bacteria entra en el cuerpo, se disemina rápidamente a través de la sangre o el sistema linfático.
¿Qué síntomas tiene?
Existen tres fases de la enfermedad: la sífilis primaria, secundaria y terciaria.
Sífilis primaria: En esta fase, en personas sin VIH los síntomas son leves y aparece una pequeña ulceración, llamada chancro, en la zona de infección. En personas con VIH las ulceraciones suelen ser múltiples y pueden confundirse con herpes genital, de manera que puede que no se llegue a diagnosticar hasta la aparición de la segunda fase.
Sífilis secundaria: Se desarrolla en los meses posteriores a la infección. Suelen aparecer erupciones cutáneas, inflamación en los ganglios, verrugas, fiebre, dolor muscular, cefalea, zumbido en los oídos y, en raras ocasiones, meningitis. Las erupciones, de color marrón oscuro y del tamaño de una moneda de unos quince milímetros, podrían aparecer también en las palmas de las manos y en las plantas de los pies. Estas erupciones y las posibles llagas pueden resultar muy infecciosas.
Sífilis terciaria: Se desarrolla a lo largo de los diez años posteriores a la infección y puede provocar lesiones en la mayoría de los órganos internos. Se caracteriza por la presencia de gomas. Se trata de tejido edematizado y muerto, de apariencia fibrosa, que puede aparecer con frecuencia en el hígado, aunque también puede encontrarse en los huesos, cerebro (causando neurosífilis), corazón, piel y testículos. En esta fase también pueden producirse alteraciones cardiovasculares.
¿Y si tengo VIH?
El transcurso de la sífilis puede ser diferente. En personas con VIH y sífilis se ha observado un aumento del riesgo de daño cerebral y síntomas poco comunes que pueden incluir úlceras en la piel y boca y también fiebre. Además, es probable que, a raíz del VIH, se acelere el curso de la sífilis. Diversos estudios han puesto de manifiesto que la sífilis puede disminuir los recuentos de células CD4 y aumentar la carga viral.
¿Cómo sé si estoy infectado?
El diagnóstico de la sífilis se puede efectuar cuando hay presencia de chancros: es posible ver la bacteria a través del microscopio con una muestra tomada de la úlcera. El Treponema pallidum tiene una apariencia distintiva en forma de espiral. A fin de descartar que no se trate de otra enfermedad, se realiza un análisis de sangre. Para ello, hay que dejar pasar un tiempo desde la posible infección, puesto que los anticuerpos pueden tardar hasta tres meses en detectarse. Existen indicios que sugieren que este tipo de análisis quizá no sea del todo fiable en personas con VIH. Si se sospecha que la infección está afectando al cerebro, se puede realizar una punción lumbar para determinar el alcance de la infección.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento de primera elección consiste en una serie de inyecciones de penicilina, o en caso de alergia, en un antibiótico alternativo. A las personas con VIH se les suele recetar dosis mayores durante más tiempo. Es importante completar el tratamiento hasta el final para asegurarse de que la sífilis está totalmente curada: se efectuarán sucesivos análisis de sangre después del alta médica, en los meses 1, 2, 3, 6, 12 y 24. Para evitar la transmisión, se recomienda no mantener relaciones sexuales hasta la finalización del tratamiento.
Referencia: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt). Infovihtal #33. Disponible en: gtt-vih.org/files/active/0/InfoV_esp_33.pdf
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Quiero ayuda, creo que estoy infectada. Tengo mucho miedo, por favor.
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Hola buenos días, quisiera saber cuál es el examen para detectar la sífilis.... qué examen fue al que ustedes le hicieron??? el V.D.R.L O EL R.P.R. favor su respuesta sería de gran ayuda para mí, porque quiere hacer pero no sé cuál de esos exámenes.
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Deseo saber, ya que estoy en la fase secundaria y con tratamientos inyectable de penicilina. Hasta el momento estamos mi pareja y yo en cuidado de preservativos hasta que nos confirme el No detectar del virus. La pregunta es si se puede transmitir por caricias y besos estando con tratamiento y usando los preservativos.
Atentamente
Cristian
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