jardín de infancia
La pubertad empieza cuando el cuerpo comienza a producir cantidades extras de ciertas sustancias químicas llamadas hormonas. Dichas hormonas guían los cambios que tienen lugar en el cuerpo. Del mismo modo que provocan cambios físicos, estas hormonas también causan los cambios emocionales que se producen.
En el caso de las niñas, es el momento en que empieza el ciclo menstrual. Cada mes, uno de los ovarios deja ir un óvulo maduro que hace su camino hasta el útero: es la ovulación. Algunos días antes, los ovarios y otras glándulas segregan hormonas que recubren o engrosan las paredes del útero, que, así, está preparado para llevar a cabo un embarazo. Cuando el óvulo no es fertilizado, este engrosamiento extra de las paredes del útero no es necesario. Entonces, se transforma en la caída de sangre a través de la vagina, es decir, el periodo, la menstruación o la regla.

Todas las niñas necesitan buena información sobre el ciclo menstrual y los otros cambios que llegan con la pubertad. La mayoría está más interesada en la información práctica que en la biología. Lo que quieren saber es cuándo les va a pasar, cómo se van a sentir y qué tienen que hacer cuando pase.
El tema es tan amplio como para abarcar asuntos de higiene básica y el miedo a lo desconocido. Por eso, es importante no pretender resolverlo o hablarlo todo en una única y gran conversación. Demasiada información de golpe puede sobrepasar y saturar a la chica: parece más adecuado plantearlo en pequeñas conversaciones espaciadas.
Hablar sobre la menstruación tiene mucho que ver con hablar de sexo y de embarazos, otra de las grandes charlas en la adolescencia. Tomarlo como diferentes piezas de una conversación continuada que se extiende a lo largo del tiempo ayuda a todas las partes implicadas en el proceso.
Con esta perspectiva, el ciclo menstrual no es tan sólo un fenómeno meramente fisiológico: se trata de un cambio en la vida de las niñas, que toca de lleno varios tabúes sociales. La menstruación tiene que ver con sangre, con la capacidad reproductora o la posibilidad de engendrar y, muy lógicamente, tiene que ver con el sexo y la sexualidad.
Pubertad positiva
En el caso de las niñas con VIH, los mismos tabúes adquieren una doble dimensión, porque están esencialmente presentes en algunas de las situaciones en que puede haber transmisión del virus. Por todo lo de la sangre, por lo del embarazo, el parto y la lactancia y, cómo no, por lo del sexo...
Por sí misma, la menstruación ya es un tema difícil de tratar, porque mueve muchas vergüenzas y porque los cambios acostumbran a dar miedo. Para una niña que vive con VIH, la primera regla muy a menudo coincide con el conocimiento de su estado serológico y si no, es el momento en que va a recibir mucha más información junta de lo que es vivir con VIH de la que pueda haber escuchado hasta entonces. En este contexto, hablar abiertamente de la menstruación y de sexualidad con personas importantes de su entorno le permitirá sentirse cerca para poder hacer todas las preguntas que surjan durante su proceso de maduración y crecimiento.
Viajando hacia la cara oscura de la luna, me atrevo a afirmar que el ciclo menstrual no es sólo un inconveniente que ocurre una vez al mes, sino una poderosa fuerza creativa. Esta parte final me gustaría dedicarla especialmente a todas las niñas con VIH, de ayer, hoy y mañana...
- ¿Has notado que, a veces, te sientes como inseparable de tus amig@s y, en otros momentos, sólo quieres estar sola en tu habitación a tu rollo?
- ¿Algunas veces te parece muy fácil concentrarte y otras estás realmente en las nubes?
- ¿Una semana te sientes amable y contenta, y a la siguiente, perezosa y solitaria?
Todo esto son efectos del ciclo menstrual atravesando tu cuerpo. Este ciclo puede afectar a cómo te sientes, piensas y te comportas a lo largo de las diferentes fases. Si sabes que te está pasando y por qué, puede ser un poco menos confuso.
Normalmente, no pensamos en el ciclo menstrual como un ciclo de diferentes tipos de habilidades y estados creativos. Nos educan para esperar, estar y sentirnos igual a lo largo del mes, aceptando la idea de la fase premenstrual como algo que tenemos que aguantar o evitar. Nuestras expectativas tienen que ver con una larga historia de la sociedad dominada por lo masculino, que espera que seamos constantes a lo largo de todo el mes.
El patrón natural de la energía femenina es el ciclo. Nuestras energías físicas, mentales, emocionales y creativas se mueven en fases.
Obsérvate y a ver si algo de esto te suena...
- Justo después de parar tu regla mensual, te sientes fuerte y confiada, con mucha energía; concentrarte y absorber información te parece fácil.
- En los días en que estás ovulando, te sientes cuidadosa y contenta de ayudar a l@s demás, te divierte y lo haces sin ningún esfuerzo.
- Los días antes de la regla, estás muy emocional y sensible, puedes sentirte tan irritable como creativa.
- Cuando estás con la regla, te apetece más estar tranquila y a tu bola, estás menos sociable y más soñadora, no quieres ni pensar en ningún ejercicio físico, te sientes en paz y amable, estás muy segura de lo que quieres hacer o no.
No tienes por qué luchar en contra de cómo estás o cómo te sientes. Los cambios de humor y de sentir las cosas son naturales en nuestro ciclo y para nada son inadecuados.
Quizá descubras que la creatividad no está limitada a la creación de una sinfonía o una obra de arte. La resolución de problemas, la creación de buenas relaciones y amistades también son creatividad, igual que la construcción de organizaciones. Asimismo, la habilidad de cultivar sentimientos o sensaciones de bienestar, nutrir y construir ambientes agradables, tiene que ver con la creatividad, que está en las pequeñas cosas y en nuestra propia expresión.
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