al margen
A PESAR DE LOS GRANDES avances en el tratamiento del VIH con las terapias de gran actividad (TARGA), se conoce que much@s de nosotr@s aún tenemos que lidiar con las diarreas. Antes de la aparición de TARGA (hacia 1996), más de la mitad de las personas que vivimos con VIH hemos sufrido diarrea asociada a la enfermedad por VIH o a otro patógeno (otro “bicho”, llámese bacteria, hongo o parásito) que suele florecer en un sistema inmunodeprimido. Según investigadores de la Universidad de Nueva York, en la era post–TARGA el problema de la diarrea persiste en cerca del 40% de las personas que vivimos con VIH.
¿Y llamamos a esto vivir? No cuando no te atreves ni a ir al bar de la esquina por temor a una humillación publica. El efecto sobre la calidad de vida de reducir la ingesta de comida por miedo a las consecuencias puede ser demoledor. La fatiga y ansiedad que provoca la diarrea crónica puede contribuir al grado de depresión entre nuestra comunidad. ¿Qué ha cambiado, si es que algo, y cómo podemos cuajar el problema?
La respuesta radica en trabajarse un algoritmo de tratamiento junto con nuestr@s cuidador@s –puede que precisemos de más de un@– que englobe lo bueno de la medicina occidental y lo mejor de la Medicina Alternativa y Complementaria. Quien me siga en estas páginas de LO+POSITIVO sabrá que me refiero a lo que yo llamo el abordaje integral de tratamiento. Pero, ¿qué es un algoritmo?, os preguntaréis. Es una fórmula para tratar un problema a base de ir eliminando tantos factores engañosos como sea posible al tiempo que paso a paso, despejando incógnitas, se avanza hacia la solución. Piensa en ello como una fórmula de sanación.
La diarrea crónica es aún más complicada de entender y tratar en la era post–TARGA en tanto que puede ser un efecto secundario de la medicación. A veces, es de corta duración debido al inicio de terapia o a una nueva combinación pero puede convertirse en crónica si está asociada a un fármaco en particular. Es más probable que las personas que toman los inhibidores de la proteasa nelfinavir (Viracept®) o ritonavir (Norvir®) (sólo o potenciando a otros fármacos como en Kaletra®) experimenten diarrea crónica asociada a estos medicamentos.
El enfoque occidental de la diarrea generalmente comienza por determinar la presencia de alguna bacteria y prescribir un tratamiento a tal efecto. Si ya nos han analizado las deposiciones y no han encontrado nada anormal, el personal sanitario puede empezar a conjeturar diarrea inducida por la medicación. El enfoque occidental recomienda entonces intervenciones dietéticas a base de mucha fibra y poca grasa y si no funciona, anticolinérgicos como loperamida o difenoxilato.
Los estudios llevados a cabo por la Dra. Anita Rachlis del Hospital Sunnybrook en Toronto (Canadá) proponen un exitoso algoritmo para tratar la diarrea asociada a nelfinavir. Fue un estudio pequeño con 18 personas durante un periodo de 9 semanas. En la semana 1 se eliminaron todo tipo de medicamentos antidiarreicos para poder valorar la gravedad del problema y descartar otras causas potenciales. En las semanas 2 y 3 se proporcionaron indicaciones sobre dieta y se ofreció a l@s participantes suplementos de la enzima de lactasa en caso de intolerancia a la lactosa, otra causa potencial de diarrea en personas con dificultad para digerir los lácteos. L@s participantes tomaron también suplementos de fibra (semillas de psyllium) que absorben el agua del intestino y aumentan el bolo intestinal. En las semanas 4 y 5 l@s participantes tomaron carbonato de calcio a una dosis de 1.250mg dos veces al día, o una dosis doble si no se detectaba mejora evidente a las 48 horas. En las semanas 6 y 7 se ofreció, en caso necesario, el principio activo loperamida a quien lo necesitara. En las semanas 8 y 9 se permitió a l@s integrantes del estudio cualquier combinación que les funcionara y se pasó evaluación al protocolo. Los resultados mostraron una reducción significativa de la diarrea y en el número de deposiciones bajando hasta 2-3 al día.
Huelga decir que se precisan estudios de mayores proporciones pero parece evidente que la diarrea asociada a nelfinavir puede controlarse con un abordaje metódico y con una combinación de dieta, fibra, calcio y antidiarreicos. Es de antiguo conocido el efecto astringente del calcio, de manera que puede ser útil su uso en diarreas asociadas a los medicamentos. Y podremos anotarnos un tanto, es bueno para los huesos. Es bien sabido que la zaragotana (plantago psyllium) puede ser útil para la diarrea asociada a ritonavir. Mi consejo es empezar con una cucharadita mezclada con agua o zumo por la mañana y por la noche. Recordad que la fibra de psyllium puede interactuar con los antirretrovirales, de manera que hasta que tengamos más datos fiables es recomendable tomarla en momentos distintos a la medicación. Mientras tanto, anotemos otro tanto ya que puede ayudar a bajar un colesterol elevado.
Si tu aparato digestivo ha estado ‘tocado’ por el VIH, entiéndase dieta irregular, infecciones y el uso de antibióticos, antiparasitarios y otros medicamentos; puedes considerar el uso de probióticos que contengan acidófilos u otras bacterias ‘amigas’ que nos ayuden a restablecer el equilibrio idóneo de fauna y flora en el tracto intestinal. Hay estudios que muestran buenos resultados en reducción de la diarrea de la L-glutamina, un aminoácido disponible en forma de polvo. La dosificación en uno de los estudios que informó de mejoras sustanciales fue de 10gr tres veces al día.
Hay personas que han encontrado mejora de la diarrea crónica a través de la Medicina Tradicional China. En la actualidad contamos con un creciente cuerpo teórico que muestra los beneficios de la acupuntura en el sistema gastrointestinal. Según esta medicina entiende el cuerpo humano, el bazo se encarga de la función pancreática, la liberación de enzimas, la digestión y absorción de nutrientes así como de la destrucción de componentes viejos o anómalos. Siguiendo la medicina china, los riñones gobiernan el metabolismo acuoso e interacciona con todos los procesos metabólicos, incluida la reabsorción de agua en el intestino grueso. En algunas personas, la aplicación de agujas en puntos selectivos de los canales asociados a estos sistemas ha mostrado restaurar la función gastrointestinal. Ya son much@s l@s médic@s que también tratan con hierbas para corregir deficiencias en el bazo y los riñones. Es bueno compartir nuestros tratamientos con todo el personal sanitario y recabar su opinión y conocimiento por posibles interacciones entre hierbas y medicamentos.
La buena noticia es que, antes de recurrir a los potentes antidiarreicos, hay montones de cosas que podemos hacer. Pruébalas según tu propia fórmula, ve paso a paso y resuelve La incógnita de la ecuación.
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