al detalle
Una vez más el Día Mundial del SIDA llegó y pasó. Durante unos días la prensa mundial dejó de preocuparse por la búsqueda de George W. Bush de las “armas de destrucción masiva” que nadie parece encontrar para centrarse en la verdadera arma de destrucción masiva: el SIDA.
Por unos días nos olvidamos de que el Congreso estadounidense destinó 87.000 millones de dólares para la reconstrucción de Irak. ¡Lo que el mundo hubiera podido hacer con 87.000 millones de dólares en su lucha contra los auténticos terroristas globales: el SIDA, la tuberculosis resistente, la malaria y el cáncer! Hubiéramos sido capaces de salvar vidas en lugar de condenar a miles de personas a una muerte prematura.
Resulta difícil de entender que cualquier persona en su sano juicio pueda ignorar lo que ha estado ocurriendo durante las dos últimas décadas. Lo que hemos visto día sí y día también es que el número de personas infectadas y de defunciones no ha parado de crecer. En los últimos veinte años el mundo ha ignorado colectivamente lo que el doctor Anthony Faucci, director del NIAID, ha calificado como plaga mundial.
Una media de 8.566 personas muere en todo el mundo cada día debido a complicaciones relacionadas con el SIDA, lo que nos lleva a unos tres millones de defunciones anualmente. Annie Lennox llevaba una camiseta en la que podía leerse “17 millones de muertos por SIDA” en el Concierto 46664 que tuvo lugar en Ciudad del Cabo (Suráfrica) en noviembre de 2003. Diecisiete millones de muertos. ¿A alguien le cabe en la cabeza tal cantidad?
No es de extrañar que el Secretario general de la ONU, Kofi Annan, se sienta enojado, furioso e impotente. Tener los medios y los recursos para ayudar y no poder hacer nada.
El estadounidense Programa de Ayuda a los Medicamentos para el SIDA (ADAP, en sus siglas en inglés) está una vez más infrafinanciado. El nuevo gobernador de California, más conocido como Terminator, demostró que no tiene empacho alguno en ‘terminar’ con los derechos civiles de sus conciudadan@s al cancelar todos los programas de bienestar y salud.
La Cruz Roja propuso unas nuevas y contundentes políticas de reducción de daños en la prevención del VIH muy ambiciosas que, como no, están siendo bloqueadas por la administración Bush.
La investigación científica del futuro se ve amenazada por un Congreso dispuesto a rendir pleitesía a un puñado de fanáticos religiosos, retrocediendo hasta posturas de hace cien años o más.
La misma mañana de escribir este artículo Bush anunció que se estaba repensando la promesa, anunciada a bombo y platillo, de contribuir con 15.000.000 dólares a la lucha contra el SIDA.
Una vez al año, durante tres o cuatro días toda nuestra atención se centra en el SIDA. A mediados de diciembre el SIDA se difumina en los radares de la actualidad y los medios de comunicación pierden su interés. ¿Nos pasará lo mismo a nosotr@s?
Zackie Achmat, nominado para premio Nobel de la Paz 2004, preguntó recientemente: «Si supieras que 5.000.000 de personas van a morir, y colectivamente tuvieras el poder de prevenirlo, ¿qué harías tú?».
Algo que podríamos hacer como país es crear una “Marcha del Dólar”. Jon Cohen propone una Marcha de Dólares contra el SIDA en su libro Disparos en la oscuridad: la errática búsqueda de una vacuna contra el SIDA. Cada un@ de nosotr@s podría iniciar una Marcha de los Dólares fotocopiando este artículo y mandándolo con un dólar a:
Fundación de Naciones Unidas. Att: Fondo Global para SIDA, Tuberculosis y Malaria; Dept.344, Washington D.C. 20055-0344.
No es una monja cualquiera |
La Hermana Mary Elizabeth sirvió como hombre durante 17 años en la Marina norteamericana, después en el Ejército de Tierra como mujer, fue vaquera en Missouri y actualmente es una monja de la Iglesia Católica Americana. Pero no es una monja cualquiera. Esta poco conocida heroína de nuestro tiempo es la webmaster y fundadora de AEGIS, la base de datos sobre la historia, el tratamiento y la prevención del VIH más importante de internet. Una emprendedora que cambió el uniforme de suboficial por los hábitos. Por el camino tuvo tiempo de abogar también a favor de los derechos de los transexuales. Su texto Aspectos legales de la Transexualidad todavía se considera en buena parte vigente. Al ser excomulgada por la Iglesia fundó su propia orden e hizo voto de pobreza. Tiene 65 años y vive en una casa caravana en San Juan Capistrano, California, desde la que gestiona la web con la ayuda de 14 potentes ordenadores.
Durante el año 2003 la Hermana Mary Elizabeth recibió el reconocimiento de importantes instituciones americanas como amfAR y la Asociación Internacional de Médicos especialistas en SIDA (IAPAC, en sus siglas en inglés). El sueño de Mary Elizabeth es conseguir estabilidad económica para AEGIS y que la organización pueda continuar cuando ella se retire. Su salud se ha quebrantado últimamente aunque sigue trabajando 16 horas diarias y no disfruta de vacaciones desde hace 12 años.
Esta mujer es un milagro.
Ussi Tous
La lucha que no cesa |
En marzo de 2003 colaboré como intérprete en la Cumbre de Preparación a los Tratamientos que se celebró en Ciudad del Cabo, el escenario de la colosal labor como activista de Zackie Achmat, él fue el encargado de inaugurar el encuentro.
La voz de Zackie había adquirido los matices y tonalidades de todas las luchas, contra el apartheid en su adolescencia, por los derechos civiles de gays y lesbianas más tarde, y, por supuesto, por el acceso a tratamientos antivirales y contra el estigma y discriminación que circunda al VIH/SIDA. Su potente voz, que había alentado a la movilización masiva, a la desobediencia civil, a las acciones legales contra gobiernos e industria, quedó en susurro cuando en un acto de pura solidaridad –incomprensible para algun@s– dejó de tomar antirretrovirales hasta que no fueran accesibles para todos sus conciudadanos.
La voz de Zackie, musulmán de origen, despertaba por igual las conciencias de católicos, budistas y protestantes porque no hay religión que no incluya en sus libros sagrados los valores y actitudes en los que Zackie Achmat ha cimentado su trayectoria vital: justicia y honradez.
Ahora que su nombre y el de su organización, Treatment Action Campaign, suenan para el premio Nobel de la Paz 2004 –en su día The New York Times le había calificado como el Ghandi del SIDA– sus palabras resuenan en mi cabeza, unas palabras que no necesitaban traducción porque aunque apelaban al intelecto iban directas al corazón.
Jaume Fabrés.
Una vida de cine |
It’s my life (Es mi vida) dirigida en 2001 por Brian Tilley cubre cinco meses en la vida de Zackie Achmat, el telón de fondo es una Suráfrica con 4,7 millones de personas que viven con VIH, unas políticas gubernamentales confusas y la batalla legal por la introducción de medicamentos genéricos.
En palabras de Vaclav Havel, el poeta y expresidente de la República Checa: «Es la sobrecogedora historia real de una persona a la que ningún tipo de sufrimiento ajeno le es indiferente ni desconocido, transmite un mensaje capacitador para l@s más desposeíd@ s y refleja el coraje personal del propio sacrificio en aras de otros seres humanos cuyos derechos se ven amenazados cuando no pisoteados. Pero sobre todo, muestra de manera excepcional la lucha por la defensa de los derechos humanos y la necesidad de una responsabilidad global para nuestros semejantes». Podéis encontrar información, imágenes y enlaces sobre la película en: http://www.dayzero.co.za/steps/films/films_52/itsmylife.htm
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