una mujer seropositiva
Desde que me enteré que tenía el VIH, me he parado a pensar en lo chocante que resulta que nos llamen seropositivos/as. Ahora tendré que decir: soy seropositiva. Lo mismo que yo había oído decir: Es seropositivo/a.
No sé qué cosa resonaba en mi interior de rechazo hacia tal denominación. La verdad es que yo no me siento que sea un estado serológico andante. Yo siento que soy simpática, inteligente, bajita y todos los adjetivos calificativos que se me quieran poner. Pero calificarme de seropositiva; eso ya no me resulta aceptable. No es algo intrínseco, propio de mi persona. No es ni más ni menos que la consecuencia de la transmisión de un virus. Es decir, algo totalmente ajeno a mí, a mi carácter, a mi personalidad, a mis encantos y a mis defectos. Simplemente no es más que un maldito virus que vive en mi cuerpo de prestado y el día que acaben con él se irá para siempre.
Por lo tanto yo no sé por qué el lenguaje tiende a calificar a las personas con VIH y a etiquetarlas. ¡Es injusto e inaceptable!
Yo, personalmente, prefiero decir: “Tengo el VIH” en vez de: “Soy seropositiva”. No es lo mismo "tener" que "ser". Quizá se me tache de exagerada, pero sinceramente, yo me siento mejor usando la primera frase.
Si "tengo" algo es porque lo he adquirido y me puede gustar o no y hacerlo mío o no y que forme parte de mi vida o no. Puedo hasta deshacerme de ello, si dejo de quererlo. Aunque del VIH no me puedo librar, si lo puedo combatir con la medicación. Es decir puedo decidir sobre él. Mientras que si yo "soy" algo parece que forme parte de mí de manera más íntima y profunda; de manera más indisoluble, más genuina.
Yo pienso que esta forma de utilizar el lenguaje es equivocada y contribuye más aún a estigmatizar a las personas. ¿Verdad que no se dice: Es canceroso, infartoso, hepatítico, alzheimeriano, cirrótico...?. Sino: tiene tales enfermedades. No sólo ocurre esto con el VIH, también pasa con las personas que tienen diabetes, hemofilia, hemoplejías y seguramente algunas más. Se dice: Es diabético, hemofílico, hemoplégico, etc...
Yo no soy lingüista y no sé si esta manera de utilizar el lenguaje entra dentro de las normas académicas. Sea apropiado o no, no me importa mucho; y ya puestos en el tema podían decir algo al respecto. A l@s lingüistas me refiero. Digo que no me importa mucho la corrección lingüística, pero lo que sí me importa son los sentimientos de tod@s nosotr@s. A mí no me gusta que me digan: "es seropositiva", aunque sea sin intención de calificar o de etiquetar.
Ya sé que la costumbre y la inercia hace que la gente lo diga "alegremente" y en lo que menos se piensa es en que pueda molestar. Tod@s nos acostumbramos a que sin darnos cuenta vayan quedando posos muy sutiles y que pasan inadvertidos. Pero no dejan de ser usos que reflejan una estigmatización, que por otro lado se intenta contrarrestar a muchos niveles, oficiales o no, con campañas o declaraciones grandilocuentes, que no dejan de ser puntuales y pasajeras, pero que no calan en lo profundo de la cotidianidad.
Cambiando lo cotidiano, lo que se repite día a día, los pequeños detalles, es lo que genera transformaciones reales; y en el mundo del VIH necesitamos transformaciones radicales de mentalidades.
No sé si otras personas con VIH son tan susceptibles como yo o lo sienten de la misma manera. Son pequeños detalles que sin casi percibirlo hacen que nosotr@s mism@s nos conformemos con una condición que parece que nos defina, que nos encasilla en una especie de submundo que no es donde están l@s otr@s y crea como un sentimiento de no pertenencia al grupo.
"Ahora que tengo el VIH, ya no soy como l@s demás". Y por lo tanto me siento excluido y me aíslo. Por otro lado, el grupo también genera exclusión una vez que conoce la serología positiva de alguien (despidos laborales, etc...). Yo no sé si esto tiene arreglo o lo tendrá algún día. Pero lo que sí sé, es que somos nosotr@s l@s que no tenemos que autoexcluirnos y al menos intentar que l@s demás no lo hagan.
El uso del lenguaje desvela el pensamiento del que lo utiliza. En como habla la gente del VIH se siguen detectando muchas incomprensiones, intolerancias y sobre todo desconocimiento. Es más; pienso que incluso cuando no se habla o se habla poco, también se desvelan las pocas ganas de afrontar el VIH. Hablar del VIH en fechas señaladas, tampoco acostumbra a la gente a tomarlo como un tema cercano.
En los medios de comunicación tendría que estar más presente el tema del VIH; no sólo con noticias médicas puntuales sino con temas de debate y opinión que abarcaran más allá de lo estrictamente médico o científico. Muchas de las cosas que salen en esta revista por ejemplo, podrían ser tema de artículo de periódico o crónica de semanario o debate de televisión y no quedarse circunscritas a esta publicación, que siendo necesaria e imprescindible, sólo llega a un número limitado de personas.
Aquí dejo abierto el tema: ¿es el uso del lenguaje una constatación más de la discriminación de las personas con VIH?
¿Haría falta más debate, más corrientes de opinión en los medios de comunicación para hacer más visible y más palpable que el VIH está presente en nuestra sociedad?
La gente joven, ¿tiene algo que decir? Me despido con un beso.
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