gTt-VIH

Una, por mucho que haya visto y por mucho que haya vivido, nunca deja de sorprenderse. Viene esta reflexión a colación de algo que se está produciendo con frecuencia y en zonas geográficas muy distantes, lo cual me lleva a pensar que la ambición humana es igual en todas partes y, desgraciadamente, muy común entre personas bastante diferentes. 

Me explicaré con toda la claridad que pueda y que mis escasos conocimientos en estos asuntos me permitan; eso sí, tened en cuenta que si escribo este artículo-denuncia y lo envío a esta nuestra revista, es porque creo que nos afecta y perjudica directamente a nosotr@s y porque si ha sucedido en estos lugares, supongo que puede estar pasando en otros muchos. 

El tema es el siguiente: en primer lugar, y es algo que jamás he entendido, no sé la razón por la cual las asociaciones anti-SIDA en su mayoría están dirigidas y gestionadas por personas que no tienen el VIH y que, en multitud de ocasiones, utilizan con nosotr@s una actitud excesivamente "paternalista", como dando a entender que no somos capaces de seguir adelante por nosotr@s mism@s; a lo mejor en muchos casos es así, pero en otros muchos no: que seamos seropositiv@ s no implica que seamos tont@s o inútiles. Esto me lleva a la conclusión de que para est@s "trabajadores" y gestores les resulta muy cómodo tener a la gente aborregada, porque mientras sea así, ell@s comen de nosotr@s. Sé que es duro lo que estoy diciendo, mas creo que si lo pensáis fríamente, estaréis de acuerdo conmigo. 

Y esto no es lo peor, porque todavía hay más. No content@s ést@s con su parcela de poder, aspiran a trepar, a subir peldaños, en la mayoría de las situaciones olvidándose por completo de dónde y para quién trabajan, dejando de lado a nosotr@s, l@s directamente implicad@s, l@s que sí necesitamos de asociaciones que realicen las funciones que más o menos tod@s sabemos que deben de realizar. Éstas, las ONG, al final se convierten en meras receptoras de subvenciones oficiales para mayor gloria de l@s que las regentan y que si algo llega a l@s afectad@s, no es más que alguna que otra miserable excursión o cena asociativa que sirva para adormecer definitivamente a todas las posibles conciencias inquietas y curiosas que pudiera haber, sólo para que ell@s puedan seguir gozando de sus privilegios y de su trabajo tranquilo y cómodo. 

Sí, compañer@s, ya sé que resulta duro todo lo que digo, pero ya lo he podido comprobar en dos sitios diferentes y me da en la nariz que habrá otros muchos similares, aunque a lo mejor no os hayáis percatado. Por eso, os pido un poco de observación, un poco de análisis acerca del funcionamiento de vuestras asociaciones y sobre todo, una prueba: si algo no os gusta, intentad decirlo, intentad la crítica constructiva, intentad cambiar las cosas desde dentro, ser más participativ@ s y.... ya me contaréis lo sucedido. Ojalá, en vuestro caso se os escuche y se tengan en cuenta vuestras ideas, ya que eso significaría que sois algo más que un simple número en una estadística dolorosa que sirve para que otra gente pueda ganarse un salario que, aunque indigno, ell@s lo disfrutan sin que se les caiga la cara de vergüenza. 

No quiero acabar sin destacar también que he conocido a personas en estas asociaciones que merecen la pena, que de verdad se esfuerzan por l@s demás sin pedir nada a cambio, que lo hacen por amor, por convicción y que jamás se erigen en protagonistas, más bien al contrario. A tod@s ell@s, muchas gracias por estar ahí y a l@s otr@s, que les zurzan.