gTt-VIH

Releo mi entrevista para LO+POSITIVO (‘¿Quiero ser mamá?’, LO+POSITIVO 9) después de cuatro años. Ahora tengo una preciosa hija de 16 meses. 

Después de tomar la difícil decisión de tener un hijo biológico, fuimos a ver a un ginecólogo de Sevilla que me habían recomendado por su experiencia en la problemática de las mujeres seropositivas. En nuestro caso de pareja serodiscordante, yo soy la seropositiva. 

Este ginecólogo me apoyó en mi decisión y me aconsejó que empezara con inseminaciones caseras, eligiendo los días fértiles de cada ciclo. Así lo hicimos. Pero al cabo de pocos meses concluimos que no sería tan fácil como pensábamos. Creí que después de la gran decisión todo iría sobre ruedas, pero no fue así. Después de algún que otro intento fallido de inseminación artificial en clínica, me hicieron un estudio de fertilidad que mostró un déficit hormonal. Decidimos entonces avanzar un paso más en las técnicas de reproducción asistida e iniciamos la fecundación in vitro, esto ya en Barcelona. Y al cabo de algunos intentos, ¡lo conseguí! 

Todo el proceso, resumido aquí en unas líneas, duró en realidad más de dos años. Fue una experiencia muy dura la de vivir teniendo como referencias el inicio y el fin de cada ciclo, haciendo frente a una frustración tras otra y decidiendo, a pesar de todo, poner toda la energía en el siguiente intento. 

Desde el momento que empecé el proceso, mi médico inmunólogo decidió conmigo cuál sería el mejor tratamiento durante el embarazo para evitar tener que hacer luego cambios. Me he sentido muy apoyada por todo el equipo del hospital. 

El embarazo fue un estado maravilloso que me pareció muy corto. Mi barriga de embarazada tuvo que superar la ya existente por la acumulación de grasa en el abdomen que provoca la medicación. El parto tuvo que ser mediante cesárea porque padecí hipertensión, la recuperación fue muy rápida. 

El coste económico que supone todo el proceso no es un detalle sin importancia; como en la mayoría de los casos de parejas serodiscordantes el varón es el portador, es necesario, además, el lavado de esperma, una complicación técnica más. Por otro lado, la posible incidencia de los tratamientos antirretrovirales en la fertilidad femenina es una circunstancia poco estudiada, pero que podría dificultar el embarazo. En los casos que conozco de mujeres que han decidido quedarse embarazadas, éstas han tenido que afrontar unos gastos realmente altos por los que muchas veces se han visto obligadas a pedir créditos. 

A principios de año, el Plan Nacional del SIDA acordó la recomendación de facilitar desde la seguridad social las técnicas de reproducción asistida para parejas serodiscordantes, y se delegó a cada comunidad autónoma su puesta en práctica. De momento, en Andalucía, no ha habido ningún avance. 

La pequeña está muy bien, creciendo y sorprendiéndonos cada día con cosas nuevas. Viéndola tan contenta, correteando por la casa, pienso en tod@s l@s que me apoyaron e hicieron posible mi sueño: mi marido, que tuvo que tomar conmigo la gran decisión, mi hijo adoptado, que tanta paciencia tuvo esperando a su hermanita, mi familia y amig@s, l@s profesionales de la salud y toda la gente que entendió mi necesidad de ser madre.