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  1. Lo+Positivo 25, primavera de 2003
  2. Cuidarse

De Micronutrientes y defensas

a comer

En el número anterior hablamos de vitaminas y de cómo pueden influir en nuestro sistema inmune. En esta segunda entrega repasamos el papel de minerales y otros micronutrientes. Hay muchas personas con VIH que deciden tomar suplementos y en realidad todavía tenemos poca información sobre qué dosis pueden ser más útiles. Es más, en cuanto a minerales las investigaciones en infección por VIH son deficientes y con resultados contradictorios. Lo que sí podemos decir es que algunos estudios han denotado deficiencias de zinc, selenio y magnesio. 

Minerales

Una deficiencia moderada de zinc ha mostrado reducir la producción y actividad de hormonas en el timo; dañar la función de los linfocitos T (descensos de CD4), de las células asesinas naturales y los neutrófilos; incrementar la muerte celular; debilitar la capacidad de las células para matar los organismos infecciosos e interferir en la producción de citoquinas. En experimentos con humanos se ha observado que el zinc junto a la vitamina A incrementa la cantidad de células del sistema inmune. Tomar o no suplementos de zinc es un tema controvertido, puesto que los niveles de zinc en sangre de una persona con VIH pueden no reflejar adecuadamente cuánto zinc está almacenado en el cuerpo. Parece que debido a la compleja interacción entre nutrientes en el organismo, un exceso de zinc podría interferir en el proceso de absorción del cobre. 

El papel del magnesio en el sistema inmune tampoco está claro. Sin embargo, sabemos que entre personas con VIH los niveles bajos de este mineral son frecuentes. En cambio, los niveles de cobre suelen ser normales o elevados durante las fases más avanzadas de la infección por VIH. El uso de los suplementos de hierro también es controvertido. Hay personas con infección crónica que experimentan anemia por deficiencia de hierro, pero también se sabe que el hierro juega un papel importante en la proliferación de los organismos infecciosos. 

Del selenio sabemos que es un importante antioxidante celular y que algunos virus pueden ser más agresivos en personas con deficiencia de este mineral. En animales, por ejemplo, se sabe que la carencia de selenio facilita que algunos virus puedan causar daños cardíacos, y que aquellos con déficit de selenio y cobre o hierro tienen neutrófilos con menor capacidad para matar organismos infecciosos. Tomar suplementos de selenio puede resultar protector frente a cánceres en animales y humanos. También en animales, el selenio junto a la vitamina E ha mostrado aumentos de la cantidad de células inmunes. En el laboratorio, el selenio suprime la replicación del VIH en las células T y contribuye al descenso de la producción de citoquinas, las causantes de la inflamación. Sabemos también que la deficiencia de selenio, más que de ningún otro micronutriente, se asocia con progresión viral y muerte en la infección por VIH. En algunos estudios se ha visto que los niveles de selenio en sangre se correlacionaban con los recuentos de CD4, aunque tomar suplementos de selenio no siempre ha producido aumentos de células T. 

Otros micronutrientes

Los ácidos grasos omega-3 que suelen encontrarse en los aceites de pescado, han mostrado influir en el sistema inmune. Dos de ellos, el ácido eicosapentanoico (AEP) y el docosahexanoico (ADH), reducen la inflamación modulando e influyendo la producción de citoquinas por parte de las células T. Otros estudios han mostrado que los ácidos grasos omega-3 reducen la capacidad de algunas células inmunes para reaccionar frente a los organismos infecciosos. El ADH también puede desacelerar la actividad de las células asesinas naturales. El ácido alfalipoico, un antioxidante que ha sido estudiado en la infección por VIH, parece que es capaz de regenerar las vitaminas C y E y más allá, parece potenciar el efecto antioxidante. 

Sabemos que las personas con una alimentación rica en micronutrientes están mejor preparadas inmmunológicamente para hacer frente a los organismos infecciosos.

Por ello, a la espera de que algún día tengamos recomendaciones específicas sobre la toma de suplementos en la infección por VIH, el mejor consejo es llevar una dieta variada y equilibrada. 

Algunos aminoácidos, especialmente la glutamina y la arginina, pueden también desempeñar funciones inmunitarias. La glutamina es importante para mantener la estructura de la pared intestinal, que previene que los organismos infecciosos migren hacia el torrente sanguíneo. La arginina contribuye a la producción del óxido nítrico, que parece tener capacidad para reducir la actividad de ciertos organismos infecciosos

REFERENCIA:
ÉSTA ES UNA ADAPTACIÓN AL ESPAÑOL DE JENNIFER MUIR BOWERS. NUTRITION & IMMUNITY: YOU ARE WHAT YOU EAT. ACRIA UPDATE, SPRING 2002 VOL. 11, Nº 2 (www.aegis.org) 

    

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