el sur
En América Latina y el Caribe el acceso y uso de los antirretrovirales ha sido, y sigue siendo en muchos casos, prácticamente un lujo. Incluso el simple acceso al primer antirretroviral, el llamado AZT, como monoterapia para el control de la infección por VIH, sólo estuvo disponible y de forma muy reducida en algunos países. Actualmente en la región decenas de miles de personas viviendo con VIH no tienen acceso a los antirretrovirales.
Durante el 2001, sólo unas 6.000 personas infectadas con VIH en países como Belice, Bolivia, El Salvador, Ecuador, Guatemala, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Perú y la República Dominicana tuvieron acceso a los antirretrovirales y aproximadamente unas 55.600 no dispusieron de los recursos suficientes para asumir el coste de sus tratamientos en estos once países. Sin embargo, la organización Agua Buena, de Costa Rica, ha estimado que el número de personas que necesita medicación es mayor que el que indican las estadísticas oficiales.
En el caso de Argentina, su crítica situación socioeconómica y sanitaria ha colapsado y deteriorado su sistema sanitario. En el ámbito de los antirretrovirales, el gobierno ha jugado con la salud de sus conciudadan@s y ha permitido la especulación con medicamentos genéricos de dudosa calidad y de baja seguridad. Actualmente, a pesar de que en su momento se disponía de un cierto acceso, para much@s argentin@s ésta es una realidad lejana, si bien es cierto que en los últimos meses la situación ha mejorado levemente.
Como se ha descrito anteriormente, la peor parte de esta injusta situación se la llevan los países de América Central, algunos países andinos y los del área del Caribe. Precisamente, ONG centroamericanas han presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos una demanda por el incumplimiento de las promesas de acceso a tratamiento que realizaron varios gobiernos de la región. En este sentido, la Comisión ha ordenado a algunos estados de América Latina adoptar "medidas cautelares" para asegurar el acceso a los antirretrovirales con el objetivo de garantizar el derecho a la vida de l@s enferm@s. No obstante, muchos de estos gobiernos han hecho caso omiso de lo dictaminado por la Comisión, atendiéndose hasta el momento, de los 392 casos que precisaban medicación urgente, sólo 13. Por ejemplo, en Bolivia, dichas medidas preventivas se aprobaron para 52 personas, pero 10 de ellas murieron sin recibir la medicación; mientras que en la República Dominicana, se aprobaron para 128 personas y el gobierno finalmente decidió dar medicación sólo a 10 pacientes y únicamente por tres meses.
Pese a la buena voluntad de la Comisión, sus medidas no se harán efectivas hasta que los gobiernos cumplan con la obligación de costear el acceso al tratamiento de las personas con VIH, y dejen de escudarse en sus crisis económicas para justificar la supuesta imposibilidad de mantener un sistema de acceso a tratamiento adecuado a su población.
Sin embargo, la clasificación que hace el Banco Mundial para las economías de América Latina y el Caribe desmiente la posición que mantienen algunos gobiernos, como por ejemplo el de México, pues el Banco Mundial establece que este país está en disposición de poner en marcha tal programa de acceso universal.
Así, en el caso de Brasil, el gobierno ha llevado a cabo una política de acceso universal de tratamientos a través de genéricos de producción local y han logrado atender de manera gratuita a más de 90 mil personas infectadas por el VIH. No obstante, cabe decir también que en la actualidad muchos sectores, entre ellos l@s propi@s activistas brasileñ@s, cuestionan la biodisponibilidad y la bioequivalencia de estos genéricos y los producidos por otros países como la India, Argentina y Cuba, ya que se ha empezado a informar de nuevos efectos secundarios originados por dichos fármacos.
Precisamente, la dudosa calidad de los fármacos de producción local representa una barrera para el uso de los genéricos como terapias antirretrovirales, lo cual se interpreta como una percepción de que los países en vías de desarrollo deben seguir las directrices que dictan los países más ricos. Esto incluye tener disponibilidad de todos los medicamentos antirretrovirales de marca (actualmente hay 16 disponibles en el mercado internacional).
Con el objetivo de aumentar la utilización de antirretrovirales en la región y mejorar la calidad de vida de l@s infectad@s, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) elaboró y presentó una guía denominada: Pautas de tratamiento antirretroviral en adultos para países de Latinoamérica y el Caribe. La nueva guía recomienda la utilización de la combinación de siete medicamentos antirretrovirales para el tratamiento de inicio, con los cuales se espera cubrir el 90% de los casos que requieren tratamiento a un costo accesible. Paralelamente a este esfuerzo, la OPS ha impulsado un proceso de negociación con las compañías farmacéuticas con el objetivo de disminuir los precios de los medicamentos antirretrovirales y con la posible aceptación de derogar patentes para la creación de genéricos intercambiables, con lo cual las instituciones públicas de seguridad social podrán tener un mayor acceso a los fármacos y seguir los lineamientos de la guía.
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