lo más negativo
En Escocia Stephen Kelly está cumpliendo 5 años de condena por haber transmitido el VIH a una mujer por relaciones sexuales. Stephen contrajo el VIH en la prisión escocesa de Glenochil por compartir jeringuillas. En junio de 1993 participó, en la misma prisión, en un programa de control de la infección por VIH en el que fue diagnosticado positivo. Unos estudios moleculares que se realizaron posteriormente revelaron que 13 de los 14 UDVP de la prisión tenían la misma cepa de VIH que Stephen, además de una mujer, Anne Craig, con la que había tenido contacto sexual. Ambos mantuvieron, a principios de 1994, relaciones sexuales vaginales y anales durante dos meses, sin que Stephen le hubiera revelado su seropositividad. Por ello, fue condenado como culpable por haber transmitido, de forma imprudente, a Anne el virus del VIH.
A raíz del juicio, conocido como juicio de Glenochil, y de la criminalización que en él se hizo de la transmisión del VIH, l@s investigadores han comprobado que se ha producido un descenso de las pruebas de detección del VIH y, consecuentemente, un incremento en un tercio de nuevas infecciones por VIH por transmisión sexual. Por este motivo, l@s médic@s y abogad@ s piden a las autoridades escocesas que se revise el caso y se examinen todas las circunstancias específicas en torno a éste, para minimizar los impactos que el juicio de Glenochil está teniendo en la salud pública.
El juicio ha sentado precedentes nada claros. En primer lugar, atenta contra la libertad individual de preservar el diagnóstico VIH+ siempre que se mantengan relaciones sexuales. En segundo lugar, ¿qué comportamientos serán constitutivos de delito? ¿Es delito ocultar que un@ es seropositiv@ y mantener relaciones sexuales sin transmitir el virus? ¿Y si el condón se rompe? Por último, ¿se podrá acusar a alguien a partir de investigaciones moleculares que indiquen quién produjo la transmisión? ¿La policía podrá utilizar tales investigaciones para "cazar" a los supuestos seropositiv@s irresponsables?
Una vez más parece que la transmisión del VIH es responsabilidad exclusiva del afectad@, nunca del/de la que no lo está, y con ello vuelven épocas que creíamos superadas en que de nuevo se criminaliza y se estigmatiza la infección por VIH. Pero cabe preguntar ¿nos ocupamos de fomentar en todos los niveles la prevención o de aprender aún más sobre el VIH? De nada nos sirve que nos digan que el SIDA es un problema de tod@s, cuando actitudes como la de Escocia pueden dar a entender lo contrario. Parece que tampoco sirve de nada saber que la transmisión del VIH está únicamente ligada al comportamiento y a la decisión informada o la ignorancia que cada un@ tenga del VIH y que, por tanto, es responsabilidad individual protegerse del virus. Y en este caso en particular ¿qué nivel de información poseía Stephen acerca del VIH? ¿Qué calidad y cantidad de información proporcionan l@s profesionales de la salud? Nos preocupamos por buscar culpables, cuando tod@s somos víctimas de una enfermedad que ha marcado a nuestra sociedad
Fuente:
http://www.bmj.com/cgi/content/full/323/7322/1174?lookupType=volpage&vol=32
Referencia:
Criminalisation of HIV transmission: implications for public health in Scotland Sheila M Bird, senior statistician a, Andrew J Leigh Brown, visiting professor b.
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