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La organización Gais Positius, con sede en Barcelona, en 2004 puso en marcha un programa de un piso tutelado para gays con VIH y dificultades de acceder a una vivienda, debido a sus circunstancia socioeconómicas particulares. Esta iniciativa fue cofinanciada por la Fundación Arena, y los beneficiarios debían aportar hasta un 33% de sus ingresos (en el caso de que los tuviesen) para contribuir en el pago del alquiler.
La iniciativa se llevó a cabo en la ciudad de Barcelona y se inició como un proyecto piloto, de cuyos resultados se dependería para decidir la ampliación a futuros nuevos pisos. Esto facilitaría la acogida y una solución habitacional temporal para otros gay con VIH con la misma problemática. El 6 de octubre de 2004 este piso abrió sus puertas recibiendo sus primeros inquilinos: dos inmigrantes y tres españoles.
Ahora, a poco menos de un año de su apertura, dos de los beneficiarios (Marcelo y Douglas) han pedido a LO+POSITIVO un espacio para exponer su versión de los hechos. Denuncian que a lo largo del tiempo la administración del piso así como la coordinación del proyecto en sí mismo se han realizado sin un criterio objetivo. Concretamente, ellos denuncian que el asesor de convivencia designado por Gais Positius encargado de mediar en los posibles conflictos, Alejandro de La Torre, fue el principal promotor de las desavenencias que aparentemente hubo entre los inquilinos. Según estos dos inquilinos, la convivencia cada vez era peor y recibían amenazas constantes por parte del coordinador, lo que supuestamente llevó a una situación extrema de convivencia.
LO+POSITIVO quiso contrastar esta versión y se puso en contacto con Gais Positius. Según esta entidad la problemática de convivencia del piso fue originada por estos dos inquilinos y que desde el principio intentaron solventar la situación sin éxito aparente, llamándoles al orden en repetidas ocasiones y tratando de encontrar una solución que satisficiera a todas las partes involucradas. Por el contrario, estos dos inquilinos aseguran que ha sido la organización la que desde un principio se había desmarcado del proceso y quien tenía el control absoluto sobre la coordinación del piso era el asesor de convivencia quien filtraba la información tanto a la junta de Gais Positius como a la propia Fundación. Esta última, al parecer, al enterarse de los problemas continuos de convivencia decidió simplemente retirar la ayuda y cerrar el piso.
En abril pasado la situación se precipitó. Los inquilinos recibieron una notificación de desalojo: tres de ellos se marcharon por voluntad propia pero los dos que nos relatan su versión se negaron, y según dicen recibieron amenazas por ello. El lunes 2 de mayo, se presentaron en el piso Alejandro de la Torre, Aladino Nespral Amores (Presidente de la Fundación Arena y propietario de una conocida cadena de establecimientos de ocio para gays y lesbianas) para, según Marcelo y Douglas, proceder a expulsarlos por la fuerza. Los dos alegan haber recibido agresiones físicas, y en el momento de la entrevista con LO+POSITIVO uno de ellos presenta signos de contusiones y un brazo en cabestrillo, además de un parte médico.
El día 5 de mayo, un redactor de la revista trató de ponerse en contacto con Aladino Nespral para conocer y contrastar su versión de los hechos, pero en ningún momento recibimos respuesta alguna. Por otra parte, la organización Gais Positius dice lamentar lo sucedido y condena el procedimiento con que actuó la Fundación Arena (según palabras de Antonio Guirado, en conversación telefónica mantenida con él en mayo) e indica que nada más podía hacer al respecto. Uno de los afectados se ha ido a vivir fuera de la ciudad y nos ha comunicado que tiene mucho miedo por las constantes amenazas que ha recibido debido a su situación legal en España.
LO+POSITIVO ha solicitado insistentemente su versión de los hechos a Alejandro de la Torre quien se ha limitado a hacernos llegar el siguiente texto: “Prefiero no contestar. Únicamente expresar mi extrañeza por que la revista se haga eco de un asunto que más bien correspondería a Salsa Rosa, sobre un tema sobre el que el editor conoce el origen del problema, aunque no esta autorizado a publicarlo por razones de confidencialidad. Además, existe una demanda de la Fundación Privada Arena, contra estos señores en el juzgado, en estos momentos, por lo que supongo que la Fundación Privada Arena tampoco quiera entrar a discutir sobre dicho tema"
.El equipo redactor de esta publicación, incluido su editor, desea afirmar que ignora por completo a qué se refiere Alejandro de la Torre cuando habla del “origen del problema”. Decir que poseemos un conocimiento determinante y al mismo tiempo esquivar la demostración de ese hecho alegando que es confidencial, nos causa indefensión.
En una última conversación con LO+POSITIVO, Antonio Guirado abunda en la tesis de que dar publicidad a este asunto supone una agresión por parte de la revista a su entidad, Gais Positius. El equipo de redacción entiende que se ha limitado a facilitar la versión de los hechos de los dos inquilinos, y lamenta que la asociación catalana no quiera hacer todo el uso que considere conveniente del espacio que le brinda nuestra publicación para exponer sus razones.
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