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La ministra de Sanidad y Consumo tiene un sueño: que se encuentre una vacuna contra el SIDA. Así lo afirmó en el famoso número de verano de la revista Vogue, en unas bienintencionadas declaraciones que quedaron sepultadas bajo la polémica del posado fotográfico en las escalinatas de La Moncloa, pieles animales incluidas. 

Señora Ministra: ¡haga realidad su sueño! Para ello no tiene más que proponer al Consejo de Ministr@s que el gobierno español se comprometa política y financieramente y de manera sólida con las diferentes iniciativas multilaterales, término tan preciado por nuestro presidente, en marcha. Una vez tomada la decisión al máximo nivel, nos llenaría de gozo escuchar como José Luis Rodríguez Zapatero afirma que el SIDA es una amenaza para la seguridad mundial, por lo que el apoyo a los esfuerzos internacionales para ampliar los recursos en prevención, asistencia, acceso a tratamientos y consecución de la vacuna son una prioridad de su administración. 

Ese liderazgo político se tendría que traducir en mayores aportaciones a los programas de Naciones Unidas, como el Fondo Global de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, con el que España se ha mostrado tan cicatera hasta ahora. Pero también en una apuesta coherente por la investigación y desarrollo en vacunas que no se juegue todo a una carta, apoyando sólo una única vacuna candidata, cuando hay más de 30, porque si fracasa se habrá perdido un tiempo precioso. 

Señora Ministra: piense en el modelo de los esperanzadores resultados muy recientes de la vacuna contra la malaria. Ha sido promovida por el madrileño Pedro Alonso, vinculado al Clínic de Barcelona, que creó el núcleo investigador con dinero de la cooperación al desarrollo española, forjó el prototipo con tecnología privada (de GlaxoSmithKline) y dispuso para los ensayos de financiación filantrópica (Fundación Bill y Melinda Gates). 

Convenza a sus compañer@s de gabinete de que este modelo de alianzas es el ejemplo a seguir, e impulse con l@s responsables de la política de cooperación del Ministerio de Exteriores la concesión de las ayudas que España se puede permitir por su posición en la economía mundial. 

Señora Elena Salgado: si usted no puede perseguir su sueño de conseguir una vacuna contra el SIDA eficaz y segura, ¿quién puede?