lo más negativo
Según el reciente Informe sobre la Epidemia Mundial del SIDA 2006, Honduras es uno de los países más afectados de la región, que alberga aproximadamente una sexta parte de las 380.000 [250 000-720 000] personas que viven con VIH en América Central, y cuya epidemia parece tipificar las demás en esta subregión. Se calcula que el 1,5% [0,8-2,4%] de l@s hondureñ@s (o sea, 63.000 [35.000-99.000] personas) vivía con VIH en 2005, y el SIDA es la principal causa de fallecimiento entre las mujeres del país (ONUSIDA/OMS, 2004).
El problema epidemiológico de Honduras es sólo la punta del iceberg de la situación del VIH en ese país, puesto que aunado a una de las más altas prevalencia de VIH del continente se encuentra el desabastecimiento de medicación antirretroviral y de tratamiento para infecciones oportunistas.
Son muchas las ocasiones en que l@s activistas hondureñ@s han denunciado las grandes deficiencias que existen en el país con respecto al acceso a la medicación y a las dificultades para que ésta sea gratuita y universal a toda la población del país centroamericano, a pesar de los múltiples recursos económicos con los que cuenta Honduras para hacer frente a la pandemia del VIH/SIDA. Lo más reciente es la grave situación en la que se encuentran 21 niñ@s hondureñ@s que están en lista de espera para recibir terapia antirretroviral, así como 300 personas adultas que aún esperan poder hacer un cambio de tratamiento a Kaletra.
Paradójicamente, en Honduras existen los llamados Centros de Atención Integral (CAI), que se suponen están encargados de atender especialmente a las personas que viven con VIH/SIDA (PVVS) en ese país y de suministrarles los antirretrovirales. Sin embargo, estos CAI no contemplan el acceso universal ni gratuito de los mismos, a pesar de que el Gobierno hondureño se comprometió ante UNGASS (ONUSIDA), así como otros 189 países, a poner en marcha todos los mecanismos que hicieran realidad esa tan anhelada atención integral y el acceso universal y gratuito. Por su parte, la asociación ASONAPVSIDAH con sede en la capital hondureña, denunció que los CAI generalmente entregan la medicación sólo para 15 días y en el caso del acceso a medicamentos para tratar las infecciones oportunistas, éstos simplemente no existen. Todo esto también se suma a la saturación de los CAI debido a la alta demanda de atención, y la falta de respecto del personal sanitario hacia las PVVS.
Otra de las grandes dificultades con las que se encuentran las PVVS en el país es que la medicación antirretroviral no es gratuita sino que deben pagar la llamada ‘Cuota de Recuperación’. Esta cuota es una especie de impuesto que deben abonar las PVVS para que se les pueda suministrar los antirretrovirales cada vez que acuden a los CAI a retirarlos. Dichas cuotas están siendo un factor importante en el abandono de la terapia antirretroviral por parte de las PVVS. El motivo principal es que la mayoría de las personas que viven con VIH/SIDA que requieren el tratamiento no cuentan con los recursos suficientes para pagarlo. De hecho, ni siquiera tienen para comer, y si no pagan la cuota simplemente les suspenden el tratamiento.
No obstante, incluso en el supuesto caso de que las PVVS tuvieran acceso gratuito y universal a los antirretrovirales, otro de los grandes problemas, junto con la extrema pobreza de la población, es la constante amenaza de desabastecimiento de medicación antirretroviral. Activistas y organizaciones hondureñas denuncian la indiferencia ante este problema por parte de la Secretaría de Salud, adscrita al Ministerio de Salud, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y del Mecanismo Coordinador de País (una especie de comité decisorio sobre quién o quiénes reciben los fondos otorgados por los organismos internacionales donantes y principalmente el Fondo Global).
En definitiva, las organizaciones y la sociedad civil organizada de Honduras increpan a los actores principales en la toma de decisión sobre la repartición de fondos (los recibidos de la aportación del Fondo Global) y les recuerdan que ellos están para cumplir los requisitos del Fondo Global, defender y proteger los intereses de las PVVS y que: «Crean en lo que están haciendo y realicen las actividades de cara a la respuesta nacional ante el VIH y SIDA con más beligerancia, que no sea sólo un compromiso transitorio».
Fuente: ONUSIDA, Informe sobre la Epidemia Mundial del SIDA 2006. Esperanza Pérez, Coordinadora de País Nicaragua/Honduras Agua Buena - Asociación de Derechos Humanos.
El problema epidemiológico de Honduras es sólo la punta del iceberg de la situación del VIH en ese país, puesto que aunado a una de las más altas prevalencia de VIH del continente se encuentra el desabastecimiento de medicación antirretroviral y de tratamiento para infecciones oportunistas.
Son muchas las ocasiones en que l@s activistas hondureñ@s han denunciado las grandes deficiencias que existen en el país con respecto al acceso a la medicación y a las dificultades para que ésta sea gratuita y universal a toda la población del país centroamericano, a pesar de los múltiples recursos económicos con los que cuenta Honduras para hacer frente a la pandemia del VIH/SIDA. Lo más reciente es la grave situación en la que se encuentran 21 niñ@s hondureñ@s que están en lista de espera para recibir terapia antirretroviral, así como 300 personas adultas que aún esperan poder hacer un cambio de tratamiento a Kaletra.
Paradójicamente, en Honduras existen los llamados Centros de Atención Integral (CAI), que se suponen están encargados de atender especialmente a las personas que viven con VIH/SIDA (PVVS) en ese país y de suministrarles los antirretrovirales. Sin embargo, estos CAI no contemplan el acceso universal ni gratuito de los mismos, a pesar de que el Gobierno hondureño se comprometió ante UNGASS (ONUSIDA), así como otros 189 países, a poner en marcha todos los mecanismos que hicieran realidad esa tan anhelada atención integral y el acceso universal y gratuito. Por su parte, la asociación ASONAPVSIDAH con sede en la capital hondureña, denunció que los CAI generalmente entregan la medicación sólo para 15 días y en el caso del acceso a medicamentos para tratar las infecciones oportunistas, éstos simplemente no existen. Todo esto también se suma a la saturación de los CAI debido a la alta demanda de atención, y la falta de respecto del personal sanitario hacia las PVVS.
Otra de las grandes dificultades con las que se encuentran las PVVS en el país es que la medicación antirretroviral no es gratuita sino que deben pagar la llamada ‘Cuota de Recuperación’. Esta cuota es una especie de impuesto que deben abonar las PVVS para que se les pueda suministrar los antirretrovirales cada vez que acuden a los CAI a retirarlos. Dichas cuotas están siendo un factor importante en el abandono de la terapia antirretroviral por parte de las PVVS. El motivo principal es que la mayoría de las personas que viven con VIH/SIDA que requieren el tratamiento no cuentan con los recursos suficientes para pagarlo. De hecho, ni siquiera tienen para comer, y si no pagan la cuota simplemente les suspenden el tratamiento.
No obstante, incluso en el supuesto caso de que las PVVS tuvieran acceso gratuito y universal a los antirretrovirales, otro de los grandes problemas, junto con la extrema pobreza de la población, es la constante amenaza de desabastecimiento de medicación antirretroviral. Activistas y organizaciones hondureñas denuncian la indiferencia ante este problema por parte de la Secretaría de Salud, adscrita al Ministerio de Salud, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y del Mecanismo Coordinador de País (una especie de comité decisorio sobre quién o quiénes reciben los fondos otorgados por los organismos internacionales donantes y principalmente el Fondo Global).
En definitiva, las organizaciones y la sociedad civil organizada de Honduras increpan a los actores principales en la toma de decisión sobre la repartición de fondos (los recibidos de la aportación del Fondo Global) y les recuerdan que ellos están para cumplir los requisitos del Fondo Global, defender y proteger los intereses de las PVVS y que: «Crean en lo que están haciendo y realicen las actividades de cara a la respuesta nacional ante el VIH y SIDA con más beligerancia, que no sea sólo un compromiso transitorio».
Fuente: ONUSIDA, Informe sobre la Epidemia Mundial del SIDA 2006. Esperanza Pérez, Coordinadora de País Nicaragua/Honduras Agua Buena - Asociación de Derechos Humanos.
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Es necesario que entidades internacionales intervengan para hacerles entender a estos gobiernos que es necesario y urgente que hagan un esfuerzo en sus presupuestos e incluyan la distribución gratuita de este tratamiento para poder mantener el virus controlado a nivel mundial ignorar esto es como convivir en tu casa con toda clase de cucarachas y ratas es sencillamente inhumano
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