IAS 2015: Tratar la tuberculosis precozmente en personas con infección por VIH avanzada no mejoraría su pronóstico

Laia Ruiz Mingote
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En el estudio REMEMBER se compararon distintas estrategias de tratamiento de las personas coinfectadas por VIH y tuberculosis

Un estudio presentado durante la VIII Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida sobre Patogénesis, Tratamiento y Prevención (IAS 2015), ha evidenciado que el inicio temprano de la terapia antituberculosa no ofrece beneficios en personas con bajos recuentos de CD4 que inician la terapia antirretroviral

El ensayo, conocido bajo el nombre de REMEMBER, se llevó a cabo en diez países con alta prevalencia de tuberculosis: Kenia, Malaui, Sudáfrica, Uganda, Zambia, Zimbabue, India, Haití, Brasil y Perú.

El estudio contó con 850 participantes que vivían con VIH y tenían un recuento de CD4 inferior a 50 células/mm3 que fueron distribuidos aleatoriamente en dos brazos.

Los 424 participantes del primer brazo recibieron efavirenz + tenofovir/emtricitabina (Truvadaâ) o dos inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósido (ITIN) disponibles localmente, además de tratamiento antituberculoso con cuatro fármacos previo al diagnóstico de la infección bacteriana (tratamiento empírico o precoz).

En el segundo brazo, 426 personas con VIH recibieron el mismo tratamiento antirretroviral que el primer grupo más isoniazida durante 24 semanas y terapia antituberculosa si se confirmaba el diagnóstico o se desarrollaba tuberculosis activa. En ambos brazos, alrededor del 60% de participantes tenía recuentos CD4 por debajo de 25 células/mm3 (18 células/mm3 de media en el primer grupo, 19 células/mm3 de media en el segundo).

El estudio excluyó a las personas con tuberculosis activa (confirmada o con fuerte sospecha de ello) al inicio del ensayo, ya que el objetivo era comprobar si el tratamiento empírico reducía la mortalidad o prevenía el desarrollo de la enfermedad. El primer criterio de evaluación del estudio fue la supervivencia a las 24 semanas con la intervención asignada. Los análisis secundarios compararon la incidencia de tuberculosis, mortalidad, seguridad y tolerabilidad.

Durante el estudio la incidencia de tuberculosis fue menor a la esperada. En el grupo de tratamiento empírico hubo una tasa de mortalidad a las 24 semanas del 4,8%, mientras que en el grupo que recibió isoniazida la mortalidad fue del 5,2%. La diferencia en las tasas de mortalidad no fue estadísticamente significativa. Sin embargo, hubo una mayor frecuencia de tuberculosis en el tratamiento empírico (33 casos, frente a 19 en el segundo grupo) a la semana 24, diferencia que sí fue estadísticamente significativa (p= 0,001). En ambos grupos, la seguridad y tolerabilidad de cada opción terapéutica fue similar.

Debido a los hallazgos del ensayo, el equipo liderado por la doctora Hosseinipour, concluyó que suministrar de forma sistemática tratamiento empírico contra la tuberculosis no parece aportar beneficios clínicos. Por ello, sería suficiente con seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS): proporcionar terapia antirretroviral más isoniazida para reducir el riesgo de desarrollar tuberculosis activa en personas con infección por VIH avanzada. Además, los datos apoyan el creciente movimiento de activistas y líderes comunitarios para conseguir un mayor acceso a isoniazida en países con alta prevalencia de tuberculosis y recursos económicos limitados.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt).
Referencias: Hosseinipour M et al. Empiric TB therapy does not decrease early mortality compared to isoniazid preventive therapy in adults with advanced HIV initiating ART: results of ACTG A5274 (REMEMBER study). 8th International AIDS Society Conference on HIV Pathogenesis, Treatment and Prevention, Vancouver, abstract MOAB0205LB, 2015.

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