AIDS 2014: ¿Favorecen las combinaciones a dosis fijas tomar una pauta antirretroviral durante mucho más tiempo?

Francesc Martínez
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En comparación con terapias más complejas en número de comprimidos o tomas diarias, un estudio canadiense solo halla diferencias en determinadas combinaciones de fármacos o en algunos grupos poblacionales

Un estudio canadiense presentado en la XX Conferencia Internacional del Sida (AIDS 2014), celebrada recientemente en Melbourne (Australia), ha concluido que la durabilidad del tratamiento antirretroviral y las tasas de abandono serían similares en personas que toman regímenes antirretrovirales completos en un único comprimido al día y en aquellas con un mayor número de tomas o de comprimidos diarios.

En los últimos tiempos se está rompiendo una tendencia observada años atrás, cuando en cada estudio en el que se comparaban coformulaciones de antirretrovirales con pautas que implicaban más tomas diarias o más comprimidos, las combinaciones de antirretrovirales a dosis fijas salían victoriosas (véase La Noticia del Día 14/11/2011).

La progresiva llegada de antirretrovirales genéricos y el elevado precio de los de marca, además de las políticas de austeridad presupuestaria, han llevado a diversos sistemas sanitarios a realizar estudios independientes para explorar las consecuencias a nivel clínico que podrían tener las decoformulaciones. Un análisis realizado por investigadores catalanes mostró que modificando las pautas de tratamiento en pacientes con viremia controlada se podía conseguir un ahorro importante sin apenas impacto clínico negativo (véase La Noticia del Día 31/03/14).

En esta misma línea, un reciente estudio danés concluyó que la inclusión de genéricos y las decoformulaciones que ello conllevaba era, al contrario de lo concluido en estudios anteriores, una práctica segura, eficaz y eficiente en términos farmacoeconómicos (relación coste-beneficio), aunque los investigadores manifestaron que los buenos resultados podrían no ser extrapolables a otros países, ya que el sistema sanitario danés cuenta con unos elevados estándares de atención de las personas con VIH y de apoyo a la adhesión al tratamiento antirretroviral (véase La Noticia del Día 14/07/2014).

Para arrojar un poco más de luz a este asunto, investigadores canadienses llevaron a cabo un estudio realizado con participantes de una cohorte de personas con VIH atendidas en 8 hospitales de Canadá.
Los criterios de inclusión en la cohorte eran tener más de 18 años, haber iniciado el tratamiento antirretroviral (formado por, al menos, 3 fármacos) a partir del año 2000 y disponer de un recuento de CD4 y un test de carga viral dentro de los primeros 6 meses de tratamiento.

Los investigadores seleccionaron a aquellos participantes en la cohorte que, entre los años 2007 y 2012, hubieran iniciado un tratamiento formado por alguna de las combinaciones de primera línea siguientes: efavirenz/tenofovir/ emtricitabina (en un único comprimido, Atripla®) o raltegravir (Isentress®), atazanavir potenciado por ritonavir (Reyataz®/Norvir®), darunavir/ritonavir (Prezista®/Norvir®), en los tres casos junto a 2 inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósido o nucleótido (ITIN/t). Se excluyó del estudio a quienes el tratamiento se administraba como simplificación. En total, 2.965 personas participaron en el estudio.

Globalmente, el 49% de los participantes (n=1.449) cambiaron su tratamiento de primera línea durante el seguimiento.

Respecto a aquellas que tomaban un comprimido al día (el grupo con Atripla®), las personas con tratamientos basados en darunavir (3-4 comprimidos diarios) presentaron un riesgo similar de precisar el cambio de tratamiento (cociente de riesgo [CR]: 1,01; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 0,77-1,33; p= 0,93).

En el caso de quienes tomaban tratamientos basados en atazanavir (3-4 comprimidos diarios), el riesgo de precisar el cambio de tratamiento fue significativamente superior al de hacerlo en el grupo con Atripla® (CR: 1,16; IC95%: 1,03-1,30; p= 0,01).

En cambio, el riesgo de necesitar cambiar de tratamiento tendió a ser inferior entre quienes tomaban una terapia basada en raltegravir (2-3 comprimidos diarios) en comparación con los que recibieron Atripla® (CR: 0,58; IC95%: 0,33-1,01). La diferencia, aunque por poco, no alcanzó valores significativos (p= 0,06).

En cuanto a grupos poblacionales, los hombres que practican sexo con otros hombres (HSH) presentaron un menor riesgo de precisar cambio de tratamiento (CR:0,82; IC95%: 0,70-0,97), algo que también se observó en los hombres en general (CR: 0,72; IC95%: 0,63-0,83). Por el contrario, los usuarios de drogas intravenosas (CR: 1,49; IC95%: 1,28-1,74) presentaron un mayor riesgo de cambio de tratamiento.

Los resultados del presente estudio mostrarían que el número de comprimidos o de tomas no tendrían por qué dificultar la eficacia del tratamiento ni su durabilidad. Dado que el impacto negativo variaría en función del grupo poblacional o de las combinaciones de fármacos implicadas, las conclusiones del estudio subrayan la importancia de que las decisiones relativas a los tratamientos se tomen de forma individualizada.

Fuente: NATAP / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Machouf N, Szadkowski L, Trottier B, et al. Do single tablet regimens translate into more durable HIV treatments? Evidence from the Canadian observational cohort (CANOC). 20th International AIDS Conference, Melbourne, 2014, abstract WEPDB0103.

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