El consumo elevado de marihuana podría aumentar el riesgo cardiovascular en hombres con el VIH de mediana edad

Marta Villar
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Los componentes tóxicos derivados de la combustión y no los de la planta podrían ser los responsables

Según un estudio publicado recientemente en la edición digital de la revista Clinical Infectious Diseases, el consumo elevado de marihuana a largo plazo se asocia con un incremento del riesgo de sufrir eventos cardiovasculares en hombres con el VIH de mediana edad, con independencia del tabaquismo.

Es bien sabido que el consumo de marihuana es frecuente entre las personas con el VIH. Además de los habituales usos recreativos, muchas personas con el VIH acostumbran a utilizar esta sustancia para paliar determinados síntomas, como, por ejemplo, el dolor neuropático asociado con el VIH (véase La Noticia del Día 22/02/2007). Algunos estudios recientes realizados en personas sin el VIH han asociado el consumo de marihuana con el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares y solo un estudio ha evaluado dicho riesgo en población con el VIH. Por este motivo, se desconocen en profundidad los efectos de la marihuana a largo plazo sobre la progresión de la infección por el VIH o las comorbilidades.

Para arrojar más luz sobre esta cuestión, un equipo de investigadores del Instituto sobre el Cáncer en Boston (Massachusetts, EEUU) evaluó a 558 hombres con el VIH inscritos entre 1990 y 2010 en la Cohorte Multicéntrica del Sida (MACS, por sus siglas en inglés), un estudio que incluye a hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (HSH), con o sin el VIH, de Baltimore, Chicago, Pittsburgh y Los Ángeles (EE UU).

Del total de los participantes, 182 fueron hombres sin el VIH que seroconvirtieron después de haber entrado en la cohorte (grupo de seroconvertores al VIH) y 376 fueron hombres con el VIH con carga viral indetectable gracias al tratamiento antirretroviral (grupos de pacientes con infección crónica).  La mediana de edad de los inscritos al inicio del estudio fue de 41 años; el 66% era de etnia blanca; el 79% tenía estudios secundarios o superiores. Los participantes fueron clasificados de acuerdo con el consumo de marihuana como pacientes con un consumo elevado (definido como un uso diario o semanal en el 50% o más de las visitas bianuales); pacientes sin consumo (un uso inferior al mensual o no consumir en todas las visitas de seguimiento); o pacientes con un consumo ocasional (todos los pacientes restantes).

Los resultados muestran que un 20% de los participantes de ambos grupos (seroconvertores y crónicos) tenían un consumo elevado de marihuana. El uso elevado a largo plazo de marihuana no se relacionó de forma significativa ni con la carga viral, los recuentos de CD4, el diagnóstico de sida, cáncer o mortalidad. Sin embargo, tras ajustar los resultados por potenciales factores de confusión –tales como la edad, el tabaquismo, la carga viral y otros factores de riesgo tradicionales, el consumo elevado de marihuana se relacionó de forma independiente con un aumento del riesgo de eventos cardiovasculares entre los participantes de edades comprendidas entre los 40 y 60 años (cociente de probabilidades [CP]: 2,5; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,2 – 5,3; p=0.016).

Por otro lado, tanto el consumo de tabaco como el de marihuana se asociaron de forma independiente con mayores recuentos de glóbulos blancos. Los participantes cuyo recuento de glóbulos blancos se situó en el cuartil superior (≥ 6.500 células/mcL) tuvieron un mayor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares (CP: 4,32: IC50%: 1,45 – 12,89; p=0,009)

Según los investigadores, probablemente serían los componentes tóxicos como los hidrocarburos poliaromáticos y los compuestos orgánicos volátiles frutos de la combustión (y no los componentes de la planta como el tetrahidrocannabinol o el cannabinol) los responsables del incremento del riesgo cardiovascular. Los efectos pasajeros de la marihuana sobre el ritmo cardíaco y la presión arterial también podrían desempeñar un papel importante.

Este es el primer estudio que muestra que el uso de la marihuana, con independencia del tabaquismo, puede incrementar el riesgo de sufrir dolencias cardiovasculares.

Los autores de este estudio recomiendan que el personal sanitario advierta a los pacientes que fuman tábaco y marihuana que abandonen el consumo de tabaco con el fin de minimizar la sobreexposición a sustancias fumadas y mejorar la salud cardiovascular y pulmonar.

Fuente: Pysch Congress/  Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Lorenz DR, Dutta A, Mukerji SS, et al. Marijuana use impacts midlife cardiovascular events in HIV-infected men. Clin Infect Dis 2017 cix391. doi: 10.1093/cid/cix391

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