AASLD 2017: Aumentan las infecciones por el VHC en hombres gais con el VIH en San Diego

Jordi Piqué
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La incidencia del VHC en esta población de pacientes se cuadriplicó con el tiempo, con un aumento particularmente pronunciado entre hombres que consumían metanfetamina no inyectada

La incidencia de hepatitis C está aumentando entre hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (HSH) con el VIH en la ciudad de San Diego (EE UU). Esta es la conclusión a la que llega el mayor estudio de este tipo realizado en EE UU cuyos resultados fueron presentados en el Encuentro Anual de la Asociación Americana para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas (AASLD, en sus siglas en inglés), que tuvo lugar en el mes de octubre en la ciudad de Washington (EE UU).

No es sorprendente que el reducido número de hombres gais que comunicaron el uso de drogas intravenosas tuvieran una mayor probabilidad de contraer el virus de la hepatitis C (VHC), sin embargo, también hubo una proporción mucho mayor de estos hombres que manifestaron haber tomado metanfetamina a través de otras vías de administración distintas a la inyectada.

A principios de 2000, investigadores en el Reino Unido y en otras partes de Europa comenzaron a informar de la existencia de clústeres de infección aguda por el VHC transmitida en apariencia a través de relaciones sexuales entre hombres gais, biexuales y otros HSH con el VIH. Brotes similares se han observado desde entonces en Australia y en EE UU.

Varios factores de riesgo se han vinculado con la transmisión sexual del VHC entre hombres que indican no ser usuarios de drogas intravenosas, entre los cuales se incluyen el sexo anal sin protección, el fisting, el uso de juguetes sexuales, otras infecciones de transmisión sexual (ITS) y el consumo de drogas no inyectables. Sin embargo, estos factores no han sido evidenciados a través de estudios en profundidad. Tradicionalmente, los expertos han asumido que el VHC se transmite a través de la actividad sexual que implica sangre, pero el virus hepático también se ha detectado en semen, secreciones rectales y heces (véanse La Noticia del Día 20/11/2015 y 15/12/2016) e incluso se han registrado casos de infección por el VHC en hombres gais, bisexuales y otros HSH que solo refieren el sexo anal sin protección como único factor de riesgo (véase La Noticia del Día 21/04/2017) .

Hasta la fecha, la infección aguda por el VHC se ha observado de forma fundamental entre HSH con el VIH, pero también se ha informado de un reducido número de casos entre hombres gais sin el VIH –incluyendo participantes en el programa de profilaxis preexposición (PrEP) de Kaiser Permanente en San Francisco, los estudios de PrEP PROUD (Reino Unido) e Ipergay (Francia) y el estudio AMPrEP en Ámsterdam (véase La Noticia del Día 14/04/2017)–.

Después de observarse un aumento en las tasas de VHC entre hombres gais, bisexuales y otros HSH con el VIH atendidos en la Clínica Owen del UC San Diego (la clínica del VIH más grande de la ciudad), un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Diego llevó a cabo un análisis retrospectivo combinado de cohortes sobre la incidencia del VHC en hombres gais, bisexuales y otros HSH con el VIH que recibieron atención en la Clínica Owen y el Hospital sobre Asuntos de Veteranos de la misma ciudad entre 2000 y 2015. Juntos, estos centros atienden alrededor de un tercio de los 3.400 hombres gais, bisexuales y otros HSH con el VIH de San Diego.

Infección incidente por el VHC se definió como un nuevo resultado positivo en la prueba de anticuerpos o de ARN del VHC durante el seguimiento entre personas que habían dado negativo en dicha prueba con anterioridad. Los investigadores clasificaron el riesgo basándose en el hecho de haber autodeclarado un uso de drogas intravenosas o de haber consumido metanfetamina (autodeclarado   en la Clínica Owen y a partir de pruebas de orina en el Hospital de Asuntos de Veteranos). Se incluyeron en el análisis 2.768 hombres gais , bisexuales y otros HSH (2.395 en la clínica Owen y 373 en el Hospital de Asuntos de Veteranos) que al inicio habían dado negativo en la prueba del VHC y que se realizaron al menos una prueba posterior durante una mediana de aproximadamente cuatro años de seguimiento. En torno a los dos tercios eran de etnia blanca, el 12% eran de etnia negra y un 24% eran latinos/hispanos. Los pacientes del Hospital de Asuntos de Veteranos eran un poco más viejos (42 frente a 38 años) y con más probabilidades de ser afroamericanos que los participantes de la Clínica Owen.

Alrededor de un 40% de los participantes comunicó que no tenían antecedentes como usuarios de drogas intravenosas (UDI) ni habían tomado metanfetamina; el 1% (solo 22 personas) informaron de que solamente eran UDI; el 51% tan solo habían tomado metanfetamina; y el 7% eran UDI y habían empleado metanfetamina.

Los pacientes del Hospital de Asuntos de Veteranos fueron más proclives que los de la Clínica Owen a indicar que no eran UDI ni habían utilizado metanfetamina (58% frente al 40%); a decir que solamente eran UDI (13% frente al 0,4%) o a indicar que eran UDI y consumían metanfetamina (14% frente al 7%); sin embargo, era mucho menos probable que hubieran tomado únicamente metanfetamina (16% frente al 53%).

Se produjeron un total de 172 conversiones del VHC durante 14.444 persona-años de seguimiento acumulado, lo que supuso una una tasa de incidencia de 1,19 por 100 persona-años.

Del total, 149 infecciones se dieron entre los participantes de la Clínica Owen y 23 del Hospital de Asuntos de Veteranos. No se registraron diferencias notables en las tasas de infección según la edad o raza/etnia.

Esta tasa de incidencia primaria (es decir, nuevas infecciones por el VHC) fue similar a las tasas observadas previamente en hombres gais, bisexuales HSH en Boston y la cohorte nacional HOPS de EE UU (1,6 y 1,23 por 100 persona-años de seguimiento, de forma respectiva), pero más alta que las tasas observadas en Seattle o en la cohorte nacional de MACS (0,89 y 0,34 por 100 persona-años de seguimiento, respectivamente).

La incidencia del VHC entre hombres gais, bisexuales y otros HSH con el VIH en San Diego se cuadriplicó con el tiempo, con un aumento particularmente pronunciado entre hombres que consumieron metanfetamina pero que no se inyectaron drogas: 0,36 por 100 persona-año durante 2000-2003; 1,10 por 100 persona-años durante 2003-2017; 1,14 por 100 persona-años durante 2008-2011; 1,52 por 100 persona-años durante 2012-2015.

Si se observan los factores de riesgo, las tasas de incidencia del VHC eran de 0,49 por 100 persona-años entre personas que nunca fueron UDI ni tomaron metanfetamina; de 1,49 persona-años entre aquellas que consumieron solamente metanfetamina; de 2,2 persona-años entre las que eran UDI y tomaron metanfetamina; y de 2,59 persona-años entre las que comunicaron que tan solo eran UDI.

Así pues, la incidencia fue tres veces más alta entre hombres que comunicaron únicamente el consumo de metanfetamina pero que no eran UDI en comparación con aquellos hombres que no tenían antecedentes de consumo de ningún tipo.

Los investigadores también realizaron un análisis de la reinfección por el VHC en el que solo se incluyeron hombres de la Clínica Owen que habían sido curados con tratamiento entre 2006 y 2014 (lo que significa que la mayoría de ellos habían recibido una terapia basada en interferón pegilado).

Entre las 43 personas a las cuales se hizo un seguimiento se produjeron tres reinfecciones por el VHC, lo que equivale a una incidencia de 2,89 por 100 persona-años de seguimiento. De estas, dos reinfecciones se dieron en aproximadamente 2,5 años y una tuvo lugar alrededor de seis años después de que las personas se hubieran curado. Un colaborador del equipo, por otra parte, indicó que los tres casos de reinfección eran hombres que volvieron a ser tratados y curados una segunda vez.

El equipo de investigadores apreció que estas tasas son más bajas que las observadas en algunos estudios europeos: 15,2 por 100 persona-años en Ámsterdam (Países Bajos); 9,6 por 100 persona-años en Londres (Reino Unido) y 7,3 por 100 persona-años en la cohorte europea NEAT.

En conclusión, los investigadores manifestaron que los hallazgos de este estudio de las dos clínicas más grandes de San Diego refuerzan la idea de que la incidencia del VHC es alta y aumenta entre hombres gais, bisexuales y otros HSH con VIH en esta ciudad al igual que en la mayoría de ciudades europeas.

Por otra parte, el equipo de investigación hizo hincapié en la necesidad de pautas sobre las pruebas de detección del VHC para homosexuales y bisexuales, diagnóstico rápido y tratamiento para prevenir la transmisión del VHC e intervenciones de counselling en torno al uso de sustancias y ChemSex.

Por último, los autores indicaron que se necesitan más estudios para monitorizar la trayectoria de la epidemia y evaluar medidas de prevención para reducir el riesgo de infección y reinfección por el VHC entre hombres gais, bisexuales y otros HSH con el VIH.

Fuente: Hivandhepatitis / Elaboración propia ( gTt-VIH ).
Referencia: Chaillon, et al. Increasing primary incidence of hepatitis C among HIV-infected men who have sex with men in San Diego; a pooled analysis of two clinics from 200-2015. Te Liver Meeting. Washington, DC, October 20-24, 2017. Abstract 124.

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