GeSIDA 2017: Se registra una alta prevalencia de polifarmacia en pacientes con el VIH atendidos en hospitales españoles

Marta Villar
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El estudio POINT halla, además, un bajo nivel de adherencia tanto al tratamiento antirretroviral como a la medicación concomitante

Un estudio español ha hallado una elevada prevalencia de polifarmacia en pacientes con el VIH y una baja adherencia tanto al tratamiento antirretroviral como a las medicaciones concomitantes prescritas. Esta es la principal conclusión del estudio POINT presentado a finales de noviembre en el IX Congreso Nacional del Grupo de Estudio del Sida (GeSIDA) celebrado en Vigo (España).

Es un hecho constatado que la morbimortalidad asociada a la infección por el VIH ha sufrido un descenso espectacular en las últimas décadas como consecuencia de las mejoras que se han producido en el tratamiento de esta infección –con la aparición de nuevos fármacos más tolerables, potentes y cómodos de tomar-, y en el manejo clínico de la enfermedad por parte de los especialistas. Este hecho ha propiciado que la esperanza de vida de la personas con el VIH haya aumentado y se haya equilibrado respecto a la población general produciéndose, al mismo tiempo, un envejecimiento paulatino de la misma.

De forma paralela, se ha incrementado de manera importante la aparición de comorbilidades asociadas al envejecimiento (hipertensión, diabetes, osteoporosis…). El diagnóstico de este tipo de patologías concomitantes ha llevado al aumento de la prescripción crónica de medicamentos no antirretrovirales que está generando una situación creciente de polifarmacia en personas con el VIH.

La polifarmacia se define como el uso concomitante de numerosos fármacos de manera simultánea. Se define paciente polimedicado como aquel que utiliza de forma simultánea 6 principios activos incluyendo el tratamiento antirretroviral. La polifarmacia mayor sería la prescripción simultánea de 11 principios activos o más y la polifarmacia extrema, la utilización de más de 21 principios activos concomitantes. La polifarmacia no solo supone un aumento del número de pastillas que un paciente necesita tomar cada día sino también se asocia con un incremento del riesgo de interacciones medicamentosas, efectos secundarios, problemas de adherencia, medicación inapropiada y empeoramiento de los resultados en salud. En las personas de mayor edad, y como consecuencia del deterioro fisiológico natural, esta problemática es aún más importante si cabe.

El estudio POINT es un estudio observacional, multicéntrico y transversal iniciado en 2016 por la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH). El objetivo de dicho estudio fue determinar la prevalencia y características de polifarmacia en pacientes con el VIH en tratamiento antirretroviral activo (TAR) y su relación con la adherencia.

En el presente análisis se incluyeron 1.222 personas con el VIH que acudieron a consultas de farmacia el día del corte transversal prefijado en febrero de 2017 en 81 centros hospitalarios . Se recopilaron variables demográficas, clínicas y farmacoterapéuticas de los pacientes. La variable principal del análisis fue la presencia de polifarmacia. Asimismo, también se valoró la polifarmacia-mayor. Los participantes fueron clasificados en función de 4 patrones de polifarmacia: cardiovascular, depresivo-ansioso, enfermedad pulmonar obstructiva o mixto. Para ello era necesario que al paciente se le hubieran prescrito, al menos, tres fármacos del mismo patrón.

Otra de las variables evaluadas en el estudio fue el índice de complejidad farmacoterapéutica que permite el cálculo de la complejidad de la medicación teniendo en cuenta la forma farmacéutica, la posología e instrucciones adicionales de administración. Además, se evaluó la adherencia al tratamiento antirretroviral y a la medicación concomitante a través de los registros de dispensación  y dos cuestionarios de evaluación distintos, uno para la medicación antirretroviral y otro para la medicación concomitante. Se consideró que un paciente era adherente si presentaba una adherencia al tratamiento antirretroviral superior al 95% y una adherencia al tratamiento concomitante superior al 90% y si el resultado del cuestionario era positivo. También se calculó el patrón de comorbilidad, que se clasificó en  cardio-metabólico, psico-geriátrico, mecánico-tiroideo o mixto. Para ello el paciente debía padecer al menos dos patologías encuadradas en el mismo patrón.

La media de edad de los participantes fue de 47,7 años y el 46,8 % tenía 50 años o más; el 79% eran hombres; el 91,1% presentaba la carga viral indetectable. La combinación de fármacos más utilizada fue la compuesta por dos análogos de nucleósido (ITIN) y un inhibidor de la integrasa (INI) (36,6%), seguida por la combinación de dos ITIN y un no análogo de nucleósido (ITINN) (33,9%).

Un 46,6% de los pacientes tuvo 2 o más comorbilidades. Los patrones de multimorbilidad fueron cardio-metabólico en un 38% de los pacientes, depresivo geriátrico en un 23% y mixto en un 33% de los participantes.

La media de fármacos concomitantes prescriptos fue 2, teniendo prescritos ansiolíticos y antidepresivos  el 24, 2% de los participantes. El índice de complejidad global fue de 6 puntos en una escala de 3-11 siendo la complejidad elevada en un 14,2% de los pacientes.

La prevalencia de polifarmacia fue de un 32,4% registrándose  polifarmacia mayor en un 5,5% de los pacientes. Los patrones de polifarmacia fueron los siguientes: cardiovascular (50,3%), depresión/ansiedad (38,2%), enfermedad pulmonar obstructiva (6,7%) y mixto (4,8%).

Respecto a los niveles de adherencia, tanto solo un 51,9% de los participantes se mostró adherente al tratamiento antirretroviral y un 49,8%, a la medicación concomitante. En el análisis de los datos no se halló una relación entre adherencia y polifarmacia, aunque sí se observó la disminución de los niveles de adherencia al tratamiento antirretroviral en pacientes que tomaban antiulcerosos (p=0,002), hipolipemiantes (p=0,004) y antidiabéticos (p=0.01) sin que afectara a la adherencia de medicación concomitante.

Los resultados del presente estudio ponen de manifiesto que las personas con el VIH presentan elevados niveles de polifarmacia, así como bajos niveles de adherencia tanto al tratamiento antirretroviral como a las medicaciones concomitantes. Sin embargo, estos resultados se contraponen a los hallados en un reciente estudio en el que se observó que las personas con el VIH muestran mayor adherencia al tratamiento antirretroviral que a otras medicaciones crónicas (véase La Noticia del Día 16/11/2017).

Del presente estudio se desprende la urgencia de desarrollar programas de apoyo a la adherencia que incluyan la evaluación de las percepciones de los pacientes en relación con la necesidad de tomar el tratamiento, especialmente en aquellos que toman fármacos antiulcerosos, hipolipemiantes y antidiabéticos.

Fuente: Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Morillo R.; Robustillo MA.; Gimeno M.; et al. Polifarmacia, complejidad farmacoterapéutica y adherencia en pacientes VIH+ en España. Estudio POINT. IX Congreso Nacional de GeSIDA y XI Reunión Docente de la RIS. Vigo (Pontevedra), 28 de noviembre- 1 de diciembre de 2017. Abstract P-222.

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