Las personas con el VIH que envejecen serían más sedentarias que las seronegativas de edades similares

Francesc Martínez
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Llevar una dieta saludable y tener buenos niveles de fuerza se traducirían en una mayor capacidad funcional entre las personas con el VIH

Un estudio estadounidense publicado en Research, Nursing & Health ha concluido que las personas con el VIH que envejecen llevarían una vida más sedentaria que las seronegativas de edades similares.

Entre los factores de riesgo modificables asociados a numerosas patologías o condiciones asociadas al envejecimiento se encuentran el sedentarismo y seguir una dieta poco saludable.

La Organización Mundial de la Salud define capacidad funcional como la capacidad de un individuo para ejecutar tareas y desempeñar roles, interactuar en los entornos y realizar las adaptaciones necesarias para acomodarse a los cambios propios del ciclo vital. Y es bien sabido que la capacidad funcional, también conocida comúnmente como función física o motora, disminuye con la edad. En un contexto de envejecimiento de las personas con el VIH, detectar los factores de riesgo que deterioran la capacidad funcional e intervenir para modificarlos puede tener un impacto positivo en términos de envejecimiento saludable.

Para arrojar un poco más de luz sobre este asunto, los autores del presente estudio realizaron un análisis secundario de un estudio observacional para determinar si dieta, fuerza muscular o actividad física se asociaban a determinada sintomatología asociada al envejecimiento. En dicho estudio se compararon los resultados de personas con o sin el VIH.

Un total de 105 personas con el VIH y 86 seronegativas participaron en el estudio. Los síntomas a analizar fueron recopilados a través del cuestionario validado PROMIS-19, la dieta fue evaluada a través de registros diarios de alimentación cumplimentados por los participantes. La fuerza muscular se midió a través de un dinamómetro y los pasos realizados al día se registraron a través de un dispositivo que midió los pasos realizados por cada participante durante 7 días.

Los participantes tenían una edad promedio de 54 años. El 83% eran afroamericanos y el 58% eran hombres. Las personas con o sin el VIH consumieron aproximadamente la misma cantidad diaria de bebidas azucaradas, alcohol y carbohidratos –los marcadores utilizados para establecer si la dieta era o no saludable–. Los dos grupos comparados presentaron una fuerza muscular similar.

En personas con el VIH, una peor alimentación, un menor consumo de fibra y una menor fuerza muscular se asociaron significativamente a una peor función física. En estas mismas personas, realizar más pasos diarios se asoció a una mayor fatiga y un menor consumo de carbohidratos se asoció a más padecimiento de dolor.

En personas seronegativas se observó que un menor número de pasos diarios se asoció a una peor función física y un mayor padecimiento de dolor. También se observó que un menor consumo de carbohidratos se vinculaba a más problemas de sueño.

La paradoja de que en personas con el VIH un mayor número de pasos no parecía aportar beneficios fue explicada por los investigadores como una consecuencia de su mala condición física ya que, en promedio, realizaban alrededor de la mitad de los 10.000 pasos diarios recomendados por los expertos. Así, mientras que las personas sin el VIH realizaban un promedio de 7.080 pasos diarios, aquellas con el VIH solo realizaban 5.450.

Los resultados del presente estudio apuntan a ciertas diferencias en el impacto del ejercicio físico y la dieta entre personas con o sin el VIH, algunas de ellas ciertamente paradójicas. Lo que parece evidente es que, a la luz de estos resultados, una buena dieta y una fuerza muscular adecuada –que puede obtenerse a través del ejercicio físico– son factores que mejoran la capacidad funcional, algo importante en el envejecimiento para contrarrestar los efectos de este a nivel físico y en lo relativo a síndromes geriátricos tales como la fragilidad, con una importante componente de tipo físico.

Fuente:POZ / Elaboración propia (gTt).
Referencia:Davey CH, Trinh V, Schexnayder J, Longenecker CT, Webel A. Comparison of diet, muscle strength, steps per day and symptoms in people with HIV and HIV-negative peers. Res Nurs Health. 2021 Dec 9. doi: 10.1002/nur.22202. Epub ahead of print. PMID: 34888899.

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