El patrón de comorbilidades observado en personas con VIH revela necesidades médicas no asociadas a la propia infección

Marta Villar
Ver otras noticias

Conocer cómo se comportan las comorbilidades resulta crucial para diseñar estrategias eficaces para su prevención

La mayoría de los problemas de salud observados en pacientes con el VIH incluidos en dos grandes estudios de cohorte se pueden clasificar en seis clústeres de comorbilidades donde las enfermedades cardiovasculares, los problemas metabólicos, las infecciones de transmisión sexual y los problemas de salud mental son los más habituales. Estos son los principales resultados de un estudio llevado a cabo en Gran Bretaña, Irlanda y Países Bajos publicado recientemente en la revista Open Forum Infectious Diseases.

Desde la llegada del Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad (TARGA), la esperanza de vida de las personas con el VIH ha aumentado de manera espectacular, de tal manera que, en la actualidad, en países de nuestro entorno, se aproxima a la de la población general. Sin embargo, esta mayor longevidad de los pacientes con el VIH ha traído consigo un aumento de las comorbilidades asociadas a la edad que, por lo general, suelen producirse antes y de forma más frecuente que en las personas sin el VIH de la misma edad (véase La Noticia del Día 19/12/2016 ).

Un grupo de investigadores de Londres (Reino Unido), Dublín (Irlanda) y Ámsterdam (Países Bajos) analizaron los datos de dos grandes cohortes con el fin de detectar patrones de comorbilidades potencialmente prevenibles en personas con el VIH y de obtener información que permita una mejor focalización de las intervenciones y una mejor comprensión de la fisiopatología compartida de las comorbilidades.

Para ello contaron con los datos de dos cohortes prospectivas de Europa: POPPY y AGEhIV. La cohorte POPPY aportó los datos de 1.073 pacientes con el VIH que reciben atención médica en el Reino Unido e Irlanda. El 85% de la cohorte eran hombres, la edad promedio era de 52 años, el 15,9% eran de etnia negra africana y el 76% eran hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (HSH). Los integrantes de la cohorte llevaban, en promedio, 13,2 años viviendo con el VIH, el 97,5% estaba en tratamiento antirretroviral y el 89,9% tenía la carga viral indetectable.

La cohorte AGEhIV proporcionó los datos de 598 personas con el VIH de 45 años o más que recibían atención médica en los Países Bajos. En general, las características demográficas y la historia del VIH fueron muy similares a las de la cohorte POPPY.

A través de entrevistas estructuradas e informes médicos se evaluaron 65 comorbilidades diferentes. Lascomorbilidades más comunes en POPPY fuerongonorrea (42,6%), sífilis (30,4%), depresión (32,4%) y dislipemia (27,3%). Mientras que en AGEhIV, las comorbilidades más comunes fueron hipertensión (43,1%),osteopenia/osteoporosis (42,6%),lipodistrofia/lipoatrofia (32,1%) y candidiasis (31,9%). En ambas cohortes, las personas informaron de una mediana de cinco comorbilidades .

Los investigadores también analizaron la relación entre las comorbilidades para identificar las patologías que tienen más probabilidades de ocurrir juntas en la misma persona de lo que se esperaría por casualidad. En la cohorte POPPY, se identificaron seis clústeres:

· Enfermedad cardiovascular (angina de pecho, cirugía de bypass de la arteria coronaria, ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, presión arterial alta, enfermedad vascular periférica, enfermedad renal terminal).

· Infecciones de transmisión sexual (gonorrea, linfogranuloma venéreo [LGV], clamidia, virus de la hepatitis C).

· Problemas de salud mental (depresión, ansiedad, ataques de pánico).

· Cánceres (cáncer hematológico, de piel y órganos sólidos).

· Metabólico (lípidos anormales, lipodistrofia, presión arterial alta).

· Infecciones torácicas y otras infecciones (citomegalovirus [CMV], neumonía, mareos/vértigo, asma/bronquitis/enfermedad pulmonar obstructiva crónica [EPOC], infección torácica).

En la cohorte AGEhIV se observaron clústeres similares.

Además, en el estudio POPPY se observó lo siguiente: las personas con un mayor número de enfermedades cardiovasculares tendían a tener una menor carga de infecciones de transmisión sexual, y viceversa. La depresión se asoció con problemas para dormir y el síndrome del intestino irritable. Tener una mayor gravedad de los problemas de salud mental se asoció fuertemente con la gravedad de todos los otros patrones de salud, y especialmente con los cánceres y las infecciones de tórax y otras infecciones.

En las personas de mayor edad de la cohorte POPPY la mayor gravedad de la enfermedad cardiovascular se asoció con una mayor gravedad de las puntuaciones de salud mental, problemas metabólico y asma. Asimismo, los ataques de pánico se asociaron con asma/bronquitis /EPOC.

En cuanto a la cohorte AGEhIV, la enfermedad cardiovascular estuvo fuertemente asociada con una historia previa de enfermedades definitorias de sida. La depresión se asoció con problemas neurológicos como mareos/vértigo. Los problemas de salud general más graves estaban fuertemente asociados con una mayor gravedad de las enfermedades cardiovasculares, trastornos del tórax o del hígado y problemas de salud mental o neurológicos.

Al observar solo la cohorte POPPY, los investigadores hallaron que diferentes grupos de comorbilidad se asociaron con diferentes factores de riesgo. Por ejemplo, la historia previa de sida estaba asociada con enfermedades cardiovasculares, problemas de salud mental, cánceres e infecciones de tórax u otras, pero no con problemas metabólicos. Las personas con antecedentes de uso de drogas inyectables (UDI) tenían menos probabilidades de presentar comorbilidades, a excepción de los problemas de salud mental o las infecciones de transmisión sexual. Sorprendentemente, ser fumador o exfumador, así como el recuento de células CD4 nadir no se asoció con ningún grupo de comorbilidad.

Según los investigadores del presente estudio, estos hallazgos muestran que las comorbilidades no ocurren de forma aleatoria y, en general, es probable que se agrupen en patrones específicos. Algunos de los clústeres, como las enfermedades cardiovasculares o problemas metabólicos están reconocidos y tienen patologías comunes; otros, sin embargo, están menos establecidos por lo que se requiere mayor investigación.

Fuente: Aidsmap/ Elaboración propia ( gTt-VIH )

Referencia: De Francesco D et al. Patterns of co-occurring comorbidities in people living with HIV. Open Forum Infectious Disease, 2019.

De Francesco D et al. Impact and determinants of comorbidity clusters in people living with HIV. Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections, Seattle, abstract 697, 2019.

Redes sociales

¿No quieres perderte nada?
Síguenos en todas las redes

Gilead
Janssen
MSD
ViiV
Gilead
Janssen
MSD
ViiV Healthcare
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Gilead
MSD