CROI 2018: Mayor vulnerabilidad de las mujeres a la infección por el VIH durante el embarazo y el posparto

Marta Villar
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Logo CROI2018Los cambios hormonales que se producen durante el embarazo o la fase de lactancia podrían aumentar la vulnerabilidad de las mujeres a contraer el VIH

Las mujeres tienen casi tres veces más de probabilidades de adquirir la infección por el VIH durante el embarazo y cuatro veces más de probabilidades de contraer el VIH los seis meses posteriores al parto en comparación con el riesgo de adquirirlo en otros momentos de su vida. Estas son las principales conclusiones de  un estudio cuyos resultados se han dado a conocer durante la 25 edición de la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI 2018), que se está celebrando esta semana en Boston (EE UU).

En muchos entornos con una alta prevalencia del VIH las tasas de fecundidad son también elevadas y las mujeres pasan una proporción significativa de sus años reproductivos embarazadas, en fase postparto o en lactancia. Estudios previos que han evaluado si el embarazo aumenta el riesgo de infección por el VIH no han arrojado resultados concluyentes. Un metaanálisis llevado a cabo en 2014 halló que el riesgo aumentaba en un 30% durante el embarazo; otros dos estudios incluidos en dicho análisis encontraron que el riesgo era de casi el doble; y en el resto no se halló ningún aumento del riesgo.

Con el fin de arrojar algo más de luz sobre esta cuestión, un equipo de investigadores de la Universidad de Washington (EEUU) analizó 2.751 parejas serodiscordantes africanas procedentes dos ensayos clínicos –Partners in Prevention (véase La Noticia del Día 26/01/12y 29/01/10) y Partners PrEP (véase La Noticia del Día 19/07/11)– que examinan la prevención de la transmisión del VIH entre parejas heterosexuales de diferente estado serológico a largo plazo. Entre las 2.751 parejas, las mujeres eran el miembro de la pareja serodiscordante que no tenía el VIH; todas tenían una edad entre 18 y 49 años; y sus parejas con el VIH no estaban tomando tratamiento antirretroviral.

El estudio evaluó las tasa de infección por el VIH en mujeres en las primeras semanas de embarazo (de 0 a 13 semanas), en las últimas semanas (de las 14 semanas al parto) y en los primeros seis después del nacimiento del bebe (período posparto).

La mediana de edad de las mujeres fue de 32 años (rango entre 18 y 49). Tanto la frecuencia de las relaciones sexuales como el uso del preservativo se reportó mensualmente hallándose que la frecuencia de las relaciones sexuales fue distinta en las diferentes fases reproductivas. En promedio, las relaciones sexuales y las relaciones sexuales sin preservativo fueron más habituales durante las primeras fases del embarazo que cuando las mujeres no estaban embarazadas, pero fueron menos frecuentes en las fases más avanzadas del embarazo y en los seis meses posteriores al parto. Teniendo en cuenta los datos de un mes al azar, el 24% de las mujeres comunicó haber mantenido relaciones sexuales sin preservativo.

De manera mensual o trimestral (dependiendo del estudio) a las participantes se les realizaba una prueba del VIH y una prueba de embarazo. Durante la fase de seguimiento, el 22% de las mujeres se quedaron embarazadas lo que arrojó una tasa de embarazo de 12,5 por cada 100 mujeres-año. En total hubo 686 embarazos de los cuales 426 resultaron en partos vivos (algunas mujeres estaban embarazadas cuando finalizó el estudio).

Durante el seguimiento, 82 mujeres se infectaron por el VIH a través de su pareja principal, lo que supone una incidencia anual del 1,62%. Las tasas de incidencia del VIH variaron según la fase reproductiva siendo significativamente mayores durante el embarazo y el posparto. En las mujeres que ni estaban embarazadas ni se encontraban en la fase posparto, la incidencia fue del 1,25% anual; en aquellas que se encontraban en las primeras semanas del embarazo, la tasa de incidencia fue del 3,75; en las mujeres que se encontraban en las últimas semanas del embaranzo, la incidencia fue del 7,02%; y en aquellas que se encontraban en la fase postparto, la tasa de incidencia fue del 4,68%. Teniendo en cuenta que las mujeres en fase de posparto tuvieron un menor número de relaciones sexuales la tasa de infección durante ese tiempo fue incluso mayor que durante el embarazo.

A partir de esos datos, el equipo de investigadores determinó el riesgo de infección por el VIH por cada 1.000 actos sexuales. Estos datos se calcularon en comparación con un caso de referencia del riesgo observado en una mujer de 25 años, que no usaba profilaxis de preexposición (PrEP) y cuya pareja tenía una carga viral de 10.000 copias/mL. En mujeres que ni estaban embaradas ni en fase de posparto, el riesgo de infección fue de 1,05 infecciones por cada 1.000 relaciones sexuales; entre las mujeres que estaban en las primeras fases del embarazo, el riesgo fue de 2,19 infecciones por cada 1.000 actos sexuales;  entre las que se encontraban en las últimas semanas del embarazo, el riesgo fue de 2,97 infecciones por cada 1.000 relaciones sexuales; y entre las que se encontraban en el posparto, el riesgo fue de 4,18 infecciones por cada 1.000 relaciones sexuales.

En comparación con el caso de referencia, el riesgo de adquirir el VIH durante las primeras semanas del embarazo fue de aproximadamente el doble (riesgo relativo [RR]: 2,07); de casi tres veces más durante las últimas semanas del embarazo ([RR]: 2,82); y cerca de cuatro veces más en el posparto ([RR]: 3,97). A pesar de que en estas subcategorías los intervalos de confianza eran bastante amplios los resultados fueron estadísticamente significativos sugiriendo que el mayor riesgo de adquirir el VIH se daría durante la fase de posparto y lactancia.

Los resultados del presente estudio sugieren que los cambios hormonales que se producen durante el embarazo o la fase de lactancia pueden hacer que la infección por el VIH sea más probable. Sin embargo, los mismos investigadores subrayan la necesidad de realizar más estudios para determinar con claridad los mecanismos subyacentes.

Los mismos investigadores recomiendan que se les ofrezca asesoramiento a las mujeres que desean quedarse embarazadas sobre el riesgo sustancialmente superior de adquirir el VIH en estos periodos. Además, es posible que el uso de la PrEP esté recomendado en aquellos períodos en los que las mujeres tienen un riesgo particularmente elevado de infección.

Fuente: Aidsmap/ Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Thomson KA, Heffron R et al. Female HIV acquisition per sex act is elevated in late pregnancy and postpartum. 25th Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections (CROI 2018), Boston, abstract 45, 2018

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