Actitudes de los profesionales sanitarios frente al uso de la PrEP en adolescentes

Marta Villar
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Aproximadamente una tercera parte de los profesionales de la salud están familiarizados con la estrategia

Solamente una tercera parte de los médicos de familia y de los pediatras afirman que prescribirían la profilaxis preexposición al VIH (PrEP, en sus siglas en inglés) a sus pacientes adolescentes. Esta es una de las principales conclusiones que se desprende de un informe presentado en el Encuentro de las Sociedades Académicas de Pediatría celebrado en mayo en San Francisco (EE UU).

Diversos estudios realizados hasta la fecha han concluido que el uso de tenofovir-TDF y emtricitabina (Truvada®) como PrEP reduce el riesgo de infección por VIH en más del 90% si se toma tal como ha sido prescrito. La disminución de la densidad mineral es un efecto secundario asociado al uso de tenofovir-TDF y tiene especial relevancia en población joven, ya que el pico de masa ósea se alcanza entre los 20 y los 30 años y todo el período inmediatamente anterior a dicho pico influirá sobre éste de manera destacada (véase La Noticia del Día 14/10/2016).

En julio de 2012, la Agencia de la Alimentación y el Medicamento de EE UU (FDA, en sus siglas en inglés) aprobó el uso de Truvada ® como PrEP en adultos; sin embargo, no se autorizó de la indicación para personas menores de 18 años. Por otro lado, las directrices sobre la PrEP de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE UU (CDC, en sus siglas en inglés) subrayan la importancia de ponderar los beneficios del uso de la PrEP en adolescentes teniendo en cuenta las posibles desventajas, como la potencial disminución de la densidad mineral ósea.

Con el objetivo de conocer las actitudes frente a la PrEP entre los médicos de atención primaria que atienden a adolescentes, un equipo de investigadores del Hospital Infantil de Cincinnati (Ohio, EE UU) llevaron a cabo 38 entrevistas en profundidad entre cinco diferentes especialidades médicas, entre ellas, pediatría general, medicina familiar, medicina interna, obstetricia y ginecología y medicina adolescente. Cada uno de los entrevistados visita, al menos, a un adolescente a la semana.

El 71% de los profesionales sanitarios entrevistados fueron mujeres, más del 80% eran de etnia blanca, la media de edad fue de 45 años y, en promedio, hacía 19 años que se graduaron como médicos. Aproximadamente la mitad del total había tenido experiencia laboral en zonas urbanas, la mitad en medios suburbanos y solamente un 5% tenía experiencia en zonas rurales. En promedio, atienden a un total de 21 pacientes adolescentes a la semana.

Las entrevistas incluyeron preguntas sobre la familiaridad con la PrEP, sobre los beneficios y barreras percibidos por los distintos profesionales de la salud a la hora de prescribir la PrEP a los adolescentes y en relación con factores que facilitarían o dificultarían la prescripción de ésta. Además, se les preguntó sobre la probabilidad de recomendar la PrEP a los adolescentes y el porcentaje real en que lo estaban prescribiendo.
El análisis de las entrevistas mostró que, aunque el 79% de los entrevistados había atendido previamente a personas con el VIH, solamente el 37% estaba familiarizado con la PrEP.

En relación con los beneficios del uso de la PrEP, se incluyeron los siguientes: disminución del riesgo de infección por el VIH (mencionado por 19 entrevistados); aceptabilidad por parte de los pacientes (13); mejora de la prestación de servicios de salud sexual (7); mayor conciención por parte de los pacientes sobre su riesgo de VIH (7); efectividad en la prevención del VIH (4); potencial para educar a los pacientes y a las comunidades sobre el VIH y la PrEP (4); adherencia mejorada a la pauta de PrEP de administración diaria en lugar de la administración ‘a demanda’ (cuando se prevé mantender relaciones sexuales (4).
Los factores más comúnmente mencionados que facilitan la prescripción de la PrEP fueron los siguientes: el bajo coste o cobertura para el seguro médico (19); el conocimiento de los médicos sobre la PrEP (13); la disponibilidad de materiales divulgativos para los pacientes (11); y la  disponibilidad de directrices clínicas sobre el uso de la PrEP en adolescentes (10)-
Las barreras para usar PrEP a nivel de los pacientes percibidas por los profesionales sanitarios entrevistados fueron la falta de aceptabilidad por parte de los pacientes (14), el considerarse en bajo riesgo de contraer el VIH (8); y la necesidad de tener que someterse a un control regular (3),

Las barreras por parte del propio personal médico fueron las siguientes: la preocupaciones sobre la adherencia y el seguimiento de los pacientes (30 y 8, respectivamente); la seguridad y los efectos secundarios (29); la desaprobación por parte de los padres (17); la falta de conocimientos sobre la PrEP por parte de los proveedores (16); la falta de aprobación de la FDA sobre el uso de la PrEP en menores (13); las preocupaciones sobre la confidencialidad (9); las preocupaciones por prescribirla en jóvenes (9); no encontrar candidatos apropiados a la PrEP (6); falta de claridad jurídica (6).

Las barreras a nivel del sistema incluyeron las preocupaciones sobre el coste o falta de cobertura por parte del seguro médico (33); las barreras logísticas (15); la falta de acceso, como las farmacias que se niegan a dispensar la PrEP a los jóvenes (8); y la falta de educación pública y concienciación acerca de la PrEP y el VIH (4).

Por otro lado, mientras que el 42% de los profesionales sanitarios en general afirmaron que serían muy o algo proclives a recomendar la PrEP, solo un 34% reconoció que realmente la prescribiría. Los pediatras fueron los más proclives a recomendar la PrEP pero no a prescribirla (63% y 38%, respectivamente). Mientras que otros especialistas fueron igualmente propensos a recomendar y prescribir la PrEP: médicos de medicina adolescente (50% para ambos), obstetricia y ginecología (38% para ambos) y medicina interna (17% para ambos).

Según el grupo de expertos, las barreras para dispensar la PrEP a los adolescentes son múltiples ya que ocurren tanto a nivel médico, como por parte del sistema y del paciente. Algunas de las estrategias para eliminar estas barreras incluyen educar al personal sanitario en materia de la estrategia preventiva, así como la creación de pautas clínicas sobre el uso de la PrEP específicas para los jóvenes y su aprobación por parte de la FDA para el uso en menores.

Fuente: Aidsmap/ Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Mullins TL, Idoine CR, Zimet GD, et al. Oral Pre-Exposure Prophylaxis (PrEP) for HIV Prevention in Youth: Attitudes of Primary Care Physicians. Pediatric Academic Societies Meeting. San Francisco, May 6-9, 2017. Abstract 2150.5.

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