Una buena alimentación mejora la adherencia al tratamiento antirretroviral

Marta Villar
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La correcta alimentación también podría ayudar a reducir los síntomas depresivos

Según un estudio publicado recientemente en la revista online Journal of Urban Health, llevar una alimentación saludable ayuda a las personas con el VIH a mantener una buena adherencia al tratamiento antirretroviral y podría disminuir los síntomas depresivos.

La alimentación cumple una misión mucho más importante que la de sólo alimentarnos: si elegimos los alimentos adecuados para nuestro organismo, éstos se pueden convertir en una de nuestras mejores medicinas y ayudarnos a mejorar de manera considerable nuestra condición física y mental (véase ‘La salud en tu mesa’ en LO+POSITIVO 46). En países de rentas bajas se ha observado que proporcionar asistencia en la alimentación mejora la salud en general y la adherencia al tratamiento del VIH.

Para arrojar más luz sobre la influencia de una correcta alimentación en la salud en los países de rentas altas, un equipo de investigadores formado por expertos de la Universidad de California (San Francisco, EE UU) llevó a cabo un estudio de manera conjunta con Project Open, una organización sin ánimo de lucro con sede en la bahía de San Francisco que proporciona alimentos a las personas con el VIH con rentas bajas desde 1985 y, de manera más reciente, a personas mayores y personas con algunas condiciones médicas concretas, como la diabetes mellitus tipo 2.

Durante la intervención se les proporcionó a los participantes comida y tentempiés durante un periodo de 6 meses dos veces por semana. Tanto las comidas como los tentempiés estaban basados en la dieta mediterránea y compuestos, principalmente, por fruta y vegetales frescos, proteínas de base vegetal, grasas saludables como el aceite de oliva y cereales integrales. Asimismo, la dieta era baja en azúcares refinados y grasas saturadas, cumplía al 100% las recomendaciones dietéticas diarias y, en promedio, las calorías del régimen alimentario para las personas con el VIH oscilaban entre 1.800 y 2.000 calorías y 2.000 calorías para las personas con diabetes.

Del total de los 72 participantes en el estudio se obtuvieron evaluaciones iniciales y de seguimiento de 52, entre ellas 23 personas con el VIH, 24 con diabetes tipo 2 y 7 con el VIH y diabetes. Aproximadamente dos terceras partes del total eran hombres y el 70% tenían entre 50 y 64 años. Alrededor del 80% de la muestra no eran de etnia blanca y el 17% estaba trabajando. La mayoría recibía pensiones federales por incapacidad y alrededor del 20% tenía estampillas para comida. En comparación con los participantes que tenían el VIH, aquellos con diabetes tipo 2 era más probable que fueran de edad más avanzada, mujer, afroamericanos, trabajadores activos y recibiendo cupones de comida. La adherencia media de la recogida de alimentos fue del 93%.

Los resultados del estudio muestran un incremento en el control de los niveles óptimos de azúcar de las personas con diabetes y una disminución del número de hospitalizaciones o visitas a urgencias. Los participantes también disminuyeron el consumo de azúcar y perdieron peso. No obstante, debido al bajo número de personas que componían la muestra los resultados no fueron estadísticamente significativos.

En los resultados también se observa una mejoría significativa en la seguridad alimentaria comparando los resultados del inicio del estudio a los obtenidos en la fase de seguimiento donde se produce una disminución del 59,6% al 11,5% (p<0,001). Además, también se observó una mejoría generalizada en las 3 áreas a las que la inseguridad alimentaria puede afectar a las personas con el VIH y diabetes (a nivel nutricional, salud mental y comportamiento). Los síntomas depresivos disminuyeron (p=0,028), así como la ingesta elevada y puntual de alcohol (p=0,008). La adherencia al tratamiento antirretrovial entre las personas con el VIH aumentó del 47 al 70% (p = 0.046).

Según el coste de la intervención los investigadores consideraron la medida coste-efectiva. Mientras que alimentar a cada participante tuvo un coste de 1.184 dólares durante los 6 meses, atender a una persona durante el mismo periodo en un hospital de California cuesta 2.774 dólares.

El equipo de expertos está planeando un nuevo estudio de 6 meses de duración que prevé inscribir a 200 personas con el VIH de San Francisco y Alameda.

Los resultados del presente estudio ponen de manifiesto los beneficios de una buena alimentación en la salud física, psicológica y en el mantenimiento de hábitos de vida saludables lo que puede resultar de utilidad de cara a diseñar estrategias dirigidas a mejorar la calidad de vida relacionada con la salud de las personas con el VIH.

Fuente: UCSF/ Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Palar K., Napokes T., Hufstedler LL.; et al. Comprehensive and Medically Appropriate Food Support Is Associated with Improved HIV and Diabetes Health.  J Urban Health. 2017 Jan 17. doi: 10.1007/s11524-016-0129-7.

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