Durante las primeras olas de la pandemia de covid-19 se diagnosticaron en Barcelona menos casos de VIH, pero más graves

Francesc Martínez
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La menor atención presencial como consecuencia de las restricciones en la movilidad podría ser la causa de este hallazgo observado en el Hospital Clínic de Barcelona

Un estudio español publicado en AIDS ha concluido que la reducción de las atenciones presenciales sobre seguimiento y prevención en el mayor hospital español con atención a personas con el VIH –el Hospital Clínic de Barcelona– producto de los confinamientos y las restricciones en la movilidad como consecuencia de la pandemia de covid-19, se asociaron durante el periodo comprendido entre 2019 y 2020 a un aumento de los casos de clamidia y gonorrea y a una reducción del 28% de los diagnósticos de infección por el VIH. Sin embargo, dicha disminución de diagnósticos del VIH no constituye una buena noticia, ya que estos se diagnosticaron en fases más avanzadas que en el año previo, lo que apunta a que el VIH se infradiagnosticó por motivo de las restricciones implementadas para frenar la propagación del coronavirus,

A los inicios de la pandemia por covid-19, España fue de los primeros países más afectados, lo que llevó a un confinamiento que se alargó desde marzo de 2020 hasta junio de ese mismo año. Las sucesivas olas se asociaron a confinamientos intermitentes de mayor o menor intensidad hasta mayo de 2021.

De forma similar a otros países, en España los confinamientos, las restricciones para frenar la propagación del coronavirus y la adaptación del sistema sanitario a la pandemia se tradujeron en medidas que limitaban el acceso a los servicios sanitarios y especialmente a la atención presencial (llevando a la realización de muchas visitas por vía telefónica o telemática). En las fases más duras del confinamiento se establecieron incluso sistemas de envío de la medicación antirretroviral para evitar la acumulación de personas en las farmacias hospitalarias.

Teniendo en cuenta todas estas circunstancias, los autores del presente estudio trataron de averiguar como todos dichos cambios podrían haber repercutido sobre la prevención, el diagnóstico y la atención de la infección por el VIH y de otras infecciones de transmisión sexual tales como gonorrea, clamidia, sífilis y hepatitis virales.

El Hospital Clínic de Barcelona, donde se realizó el presente estudio, atiende a más de 6.000 personas con el VIH. Los investigadores analizaron de forma retrospectiva los registros clínicos de marzo a diciembre de 2020 y los compararon con los del mismo periodo del año anterior.

En 2020 las visitas de personas con el VIH disminuyeron en un 25% respecto a 2019 –incluso teniendo en cuenta que el 40% de dichas visitas se realizaron de forma no presencial–. Las visitas encaminadas a recibir profilaxis postexposición disminuyeron en un 45% entre los dos periodos comparados. Aunque en el caso de la profilaxis preexposición (PrEP, en sus siglas en inglés) no fue posible comparar datos –por haberse autorizado su financiación pública en España a finales de 2019 (véase La Noticia del Día 04/11/2019), sí que se observó una interrupción de la tendencia ascendente de su uso  que se había observado tras la aprobación.

Otros datos también sugieren que los confinamientos y la adaptación del sistema sanitario al contexto de la covid-19 limitaron la atención del resto de patologías. Así, los tests de glucosa y colesterol disminuyeron en un 10% entre 2019 y 2020. En el contexto del VIH se redujeron los cambios de tratamiento antirretroviral en un 10%, probablemente consecuencia de visitas más rápidas y menos orientadas a contemplar cambios de tratamiento para mejorar la calidad de vida o un control más adecuado de la infección.

A pesar del menor acceso a la atención hospitalaria, el número de pruebas de carga viral del VIH se mantuvo estable –lo que indica que se trata de una determinación básica en qqel contexto de la atención del VIH–. En la misma línea, el número de personas con carga viral detectable se mantuvo estable entre 2019 y 2020.

Los nuevos diagnósticos de infección por el VIH pasaron de 199 en 2019 a 143 en 2020 (una disminución del 28%). Sin embargo, dichos diagnósticos tuvieron lugar con menores niveles de CD4, lo que apuntaría a un infradiagnóstico y a una menor tasa de diagnóstico precoz. Así, mientras en 2019 el recuento de CD4 promedio tras el diagnóstico era de 370 células/mm3, en 2020 dicho promedio tras el diagnóstico era de 305 células/mm3.

Los investigadores no hallaron disminuciones significativas en las pruebas de cribado del VIH u otras ITS. De hecho, las pruebas de cribado de gonorrea y clamidia aumentaron en más de un 10% y sus tasas de diagnóstico aumentaron en casi un 40% entre 2019 y 2020. Este último punto indicaría que la actividad sexual no se redujo y, por tanto, que probablemente quedaron numerosas nuevas infecciones causadas por el VIH por aflorar.

Las personas con el VIH también experimentaron, en el presente estudio, mayores tasas de mortalidad en 2020 que en 2019 (pasaron de 11 fallecimientos en 2019 a 29 en 2020). Once de los fallecimientos de 2020 fueron por causa de la covid-19. De forma contraria, los ingresos hospitalarios de personas con el VIH disminuyeron en un 12% entre 2019 y 2020.

En resumen, el presente estudio apunta a que los confinamientos y la adaptación del sistema sanitario a la covid-19 habrían alterado la atención de las personas con el VIH y la de aquellas sin el VIH candidatas a recibir la PrEP. Aunque afortunadamente ello no se tradujo en problemas de control del VIH en los ya infectados o en un crecimiento desbocado de las nuevas infecciones, sí que se observó cierto retraso diagnóstico que deberá ser validado y monitorizado en futuros estudios.

Fuente: Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: de Lazzari E, Martínez-Mimbrero A, Chivite I, et al. Impact of COVID-19 epidemics on prevention and care for HIV and other sexually transmitted infections. AIDS. 2022 Jan 10. doi: 10.1097/QAD.0000000000003164. Epub ahead of print. PMID: 35013084

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