Desigual conciencia sobre la PPE entre personas que viven con VIH en Francia

Michael Carter

Una mayoría de inmigrantes con VIH en Francia no es consciente de la disponibilidad de la profilaxis post exposición (PPE), según ha descubierto un estudio publicado en un suplemento de la edición del 2 de enero de AIDS. El estudio descubrió que el conocimiento de la PPE no estaba repartido uniformemente entre una muestra de personas con VIH encuestadas en 2003, y que los hombres gay y las personas que tienen parejas casuales tuvieron una mayor conciencia de la PPE, mientras que inmigrantes y personas con una pareja regular sin VIH tuvieron un conocimiento de la PPE significativamente menor.

En 1998, el gobierno francés publicó recomendaciones para el uso de PPE en entornos no ocupacionales. En ellas se afirmaba que cualquiera que crea que ha estado expuesto al VIH puede acceder a PPE en cualquier hospital en las 48 horas siguientes a dicha exposición. Un médico de urgencias valora el riesgo individual y, si se juzga apropiado, se proporciona un kit de inicio de PPE de tres días al tiempo que se refiere a un médico especialista del VIH  que decide si el tratamiento debería ser mantenido durante un mes. Los medios de comunicación franceses mencionaron la posibilidad de obtener PPE en el momento en que se hicieron públicas las directrices y una encuesta de opinión en 2001 demostró que el 15% de la población general francesa era consciente de la existencia de PPE. Un estudio, también realizado en 2001, demostró que casi dos tercios de las personas con VIH en las dos regiones francesas con la mayor prevalencia de VIH eran conscientes de la existencia de PPE.

Las campañas informativas sobre PPE en Francia han sido dirigidas a hombres gay y usuarios de drogas inyectables, e investigadores del estudio VESPA quisieron evaluar el conocimiento de PPE entre una muestra nacional representativa de personas con VIH y ver si algún factor podía predecir conocimiento de PPE.

El estudio fue realizado en 2003 e incluyó a 2.932 pacientes que recibían cuidado en 102 clínicas de VIH en toda Francia. Durante las entrevistas cara a cara, se reunieron datos de las personas respecto a su grupo de exposición al VIH, país de origen y características socioeconómicas. Para evaluar el conocimiento de PPE, a las personas se les realizó la siguiente pregunta: “¿Has oído hablar de la existencia de un tratamiento de emergencia para prevenir la infección por VIH que puede ser tomado tras la práctica de sexo sin protección?”.

A las personas también se les pidió que dieran detalles de su estado respecto a las relaciones y que dijeran si habían practicado sexo sin protección con una pareja regular o casual en el último año que no tuviera VIH o de estado serológico al VIH desconocido.

Finalmente, también se reunieron datos sobre los pacientes de la clínica de VIH respecto a su etapa de la infección, uso de terapia antirretroviral y características virológicas.

En total, 2.280 personas eran sexualmente activas y fueron incluidas en el análisis de los investigadores. La media de edad fue de 41 años, el 58% tenía trabajo, el 74% eran hombres y el 40% hombres gay. En conjunto, el 80% de la muestra estaba tomando terapia antirretroviral y el 66% tenía una carga viral indetectable y el 91% un recuento de células CD4 superior a 200 células/mm3.

El grupo de investigadores descubrió que las personas estaban implicadas en una actividad sexual que merecería el uso de PPE. Casi el 50% de la muestra declaró tener una pareja regular que no tenía VIH, afirmando el 34% que no tenía pareja regular y el 17%, una pareja con VIH.

El grupo de investigadores también estableció que el 13% de las personas con una pareja regular sin VIH había practicado sexo sin protección con esta pareja en el año previo. Además, el 47% de la muestra afirmó que había practicado sexo casual en el año previo y el 11% de estas personas afirmó que habían practicado sexo sin protección en esas circunstancias.

A pesar de estos niveles de actividad de riesgo, el 30% de la muestra declaró que nunca había oído hablar de PPE. Esta falta de conocimiento no estuvo distribuida de igual forma en la muestra. En especial, el 60% de los hombres y mujeres inmigrantes no sabía que había PPE disponible. El análisis estadístico demostró que tener mayor edad (p<0,001), un menor nivel de educación (p<0,001) y estar desempleado (p<0,03) fueron factores relacionados de forma significativa con una menor conciencia de PPE. Por el contrario, los hombres gay tuvieron una mayor conciencia de PPE que hombres y mujeres heterosexuales y usuarios de drogas inyectables.

Cuando el grupo de investigadores analizó la relación entre el comportamiento sexual de riesgo y el conocimiento de PPE, descubrió que no había diferencia en el conocimiento de PPE entre aquellos que declararon tener una relación regular y aquellos que no. Sin embargo, las personas que declararon practicar sexo sin protección con una pareja regular sin VIH fueron menos conscientes de la existencia de PPE que aquellos que no declararon esta actividad de alto riesgo (cociente de probabilidad: 1,7).

El grupo de investigadores también descubrió que las personas que declararon tener parejas casuales tenían un mayor conocimiento de PPE que aquellos que no (cociente de probabilidad: 0,6), pero no hubo diferencia de conciencia de PPE entre aquellos que declararon practicar sexo sin protección con parejas casuales y aquellos que no.

“El estudio VESPA revela una enorme falta de conciencia sobre PPE entre los inmigrantes de ambos sexos que viven con VIH”, según destacan los autores, que creen que esto puede deberse a una falta de información sobre PPE en los medios de comunicación.

Los autores expresaron su preocupación sobre su hallazgo de que el 13% de las personas con una relación regular con una pareja sin VIH practican sexo sin protección. Escriben que “el reto de la prevención secundaria es… especialmente importante dentro de las parejas serodiscordantes, ya que en los últimos años las parejas regulares se han convertido en una fuente habitual de infección por VIH, según revelan distintos estudios realizados entre hombres gay”.

En conclusión, el grupo de investigadores escribe que: “Los médicos y trabajadores sanitarios deben proporcionar a las personas que viven con VIH y sus parejas una mejor información sobre PPE como parte de una estrategia a gran escala de manejar la posibilidad de transmisión del VIH en una relación regular”.

Referencia: Rey D et al. Awareness of non-occupational HIV postexposure prophylaxis among French people living with HIV: a need for better targeting. AIDS 21: s71 – s76, 2007

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt)

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