El consumo de heroína ayuda a predecir una menor densidad mineral ósea en hombres mayores con VIH

Michael Carter

Los varones con VIH de mayor edad presentan una densidad mineral ósea (DMO) más baja que la de sus iguales no infectados por el virus, según evidencia un estudio de EE UU publicado en la edición digital de la revista AIDS.

La población de estudio incluyó a hombres con VIH, o en una situación de riesgo de adquirirlo, de más de 49 años de edad. El estado avanzado de la infección por VIH y el consumo de heroína fueron factores relacionados con la pérdida de DMO observada durante el período de seguimiento.

“Los usuarios de heroína con sida pueden encontrarse en una situación de riesgo particular de sufrir una pérdida ósea”, comenta el equipo de investigadores.

La proporción de infecciones por VIH que implican a adultos de mayor edad está aumentando. Actualmente, no está claro si las personas que viven con VIH correrán un mayor riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como la pérdida mineral ósea.

Los pacientes de más edad con VIH, o en riesgo de contraerlo debido al consumo de drogas inyectables, presentan diversos factores de riesgo de pérdida de masa ósea, incluyendo un bajo peso corporal, unos bajos niveles de testosterona, el consumo de tabaco, el alcoholismo y la mala nutrición.

Debido a esta elevada carga de factores de riesgo, un equipo de investigadores del Estudio Prospectivo de Cohorte de Hombres en Riesgo de VIH que Envejecen (CHAMPS, en sus siglas en inglés) realizó el seguimiento de los cambios y los factores de predicción de la densidad mineral ósea en una cohorte de 389 hombres, de los que 230 tenían VIH.

Estos varones ingresaron en el estudio entre 2002 y 2003. Los participantes seronegativos estaban en situación de riesgo de infección por el virus debido al consumo de drogas inyectables o de comportamientos sexuales de alto riesgo.

En el momento de entrar en el ensayo, los hombres fueron sometidos a un escáner DEXA (absorciometría dual de rayos X, en sus siglas en inglés) para determinar la DMO en tres puntos: El total de la cadera, el cuello del fémur y la zona lumbar de la columna. Esta prueba se repitió un mínimo de 18 meses más tarde.

En el momento de realizar el primer escáner, los pacientes tenían una media de edad de 56 años. La media del índice de masa corporal (IMC) en ese momento era de 26,6 kg/m2 y fue significativamente mayor entre las personas sin VIH (p= 0,001). Más de la mitad (54%) de los pacientes con VIH habían vivido con la infección durante más de 10 años y el 42% había sido diagnosticado de sida. La mediana en el recuento de CD4 en el caso de las personas con VIH fue de 389 células/mm3.

Se registró una elevada prevalencia de factores de riesgo de sufrir pérdidas óseas: El 88% de los pacientes presentaron un historial vital de consumo de cocaína o heroína, el 64% fumaban, el 47% eran alcohólicos y el 47% tenían un bajo nivel de testosterona.

En el momento de efectuar el primer escáner, los hombres con VIH mostraron una menor densidad mineral ósea en el cuello del fémur (p= 0,02), cadera total (p <0,01) y zona lumbar de la columna (p= 0,03) en comparación con los pacientes control sin VIH.

Los varones se sometieron a un segundo escáner tras un intervalo medio de 32 meses. De nuevo, en los hombres seropositivos se registró una densidad mineral ósea más baja en los tres puntos en comparación con los que no tenían VIH (cuello del fémur: p= 0,03; cadera total: p= 0,02; zona lumbar de la columna: p= 0,02).

Cuando se realizó el primer escáner, el 46% de los hombres presentaron una DMO normal en los tres puntos, el 41% tenían osteopenia (una baja densidad mineral ósea) y el 12%, osteoporosis (adelgazamiento de los huesos).

Durante el período de seguimiento, el 13% de los pacientes con un nivel normal de densidad mineral ósea al inicio desarrollaron osteopenia. La incidencia de la progresión de esta dolencia fue superior entre los hombres con VIH (7,2 por cada 100 persona-años frente a 2,6 por cada 100 persona-años).

El 12% de los varones que tenían osteopenia al principio desarrollaron osteoporosis. La incidencia fue similar entre los que tenían VIH y los que no (2,2 por cada 100 persona-años).

La pérdida ósea en los tres puntos se relacionó con el diagnóstico de sida y el consumo de heroína (p= 0,04 en ambos casos). La infección por hepatitis C se relacionó con la pérdida de DMO en el cuello del fémur (p= 0,04).

“Es preciso entender mejor los factores asociados con la pérdida constante de densidad ósea y el riesgo de fracturas a fin de que sirva de orientación para fijar umbrales que permitan valorar la DMO y el tratamiento de la osteopenia en pacientes con VIH y consumidores de opiáceos”, comenta el equipo de investigadores, que añade: “El grado en que el consumo de opiáceos y la progresión de la infección por VIH afectan al riesgo de padecer osteopenia servirá para informar la necesidad de esfuerzos y programas de tratamiento para prevenir la pérdida ósea entre usuarios de drogas y pacientes con VIH”.

Referencia: Sharma A, et al. Prospective study of bone mineral density changes in aging men with or at risk of HIV infection. AIDS, 24: online edition, DOI: 10. 1097/QAD.0b013e32833d7da7, 2010.

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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