Tratamiento inmediato y mejor detección podrían evitar muchas muertes por cáncer en pacientes bajo terapia anti-VIH

Michael Carter

Es posible prevenir muchos de los fallecimientos relacionados con cáncer en personas que reciben terapia antirretroviral, según sugiere un estudio de EE UU publicado en la edición digital de la revista AIDS.

Entre los factores relacionados con un mayor riesgo de mortalidad se encuentran: tener un recuento bajo de células CD4, una carga viral detectable, recibir un diagnóstico tardío de cáncer y no tomar tratamiento anticanceroso.

"Nuestros hallazgos podrían explicarse por una escasa concienciación sobre el cáncer, por unas prácticas de detección inadecuadas o por la falta de tratamiento inmediato", escriben los investigadores.

Asimismo, añaden: "Es probable que las personas infectadas por VIH requieran novedosas estrategias de prevención y tratamiento del cáncer que incorporen factores pronósticos clave como los encontrados en nuestro estudio, incluyendo la supresión del ARN del VIH, la prevención del descenso de CD4, así como el inicio de los exámenes de detección del cáncer a una edad más temprana que entre la población general".

Los autores llevaron a cabo su ensayo porque otras investigaciones habían demostrado que el cáncer constituye una causa cada vez más importante de mortalidad entre las personas con VIH. En consecuencia, los investigadores decidieron identificar los factores de predicción de muerte en pacientes que tomaban terapia anti-VIH.

La población de estudio incluyó a 20.677 pacientes que recibieron atención relacionada con el VIH en ocho centros de EE UU entre 1996 y 2009.

En conjunto, un total de 1.454 pacientes recibieron un diagnóstico de cáncer y 650 estaban tomando terapia antirretroviral en el momento de recibirlo. Los cánceres fueron diagnosticados un promedio de tres años después de haber iniciado el tratamiento anti-VIH.

Casi la mitad de los cánceres (49%) diagnosticados estaban relacionados con sida, el 34% no estaban asociados a una infección y el 17% sí estaban relacionados con una infección. Muchos de los casos se diagnosticaron de forma tardía (el 46% cuando estaban en la etapa IV).

En el momento de detectar el cáncer, los pacientes tenían una mediana de 44 años de edad, el 21% estaban coinfectados por hepatitis B o C, el 38% fumaban, el 18% eran usuarios de drogas inyectables y el 15% mostraban problemas de dependencia alcohólica.

Los pacientes tenían muy debilitado su sistema inmunitario cuando empezaron la terapia antirretroviral. En aquel momento, su recuento mediano de CD4 era sólo de 47 células/mm3 y su carga viral elevada (5,4log10 copias/mL).

El recuento de CD4 aumentó con el tratamiento antirretroviral, pero apenas era de 207 células/mm3 en el momento del diagnóstico de cáncer. En general, el 85% de los pacientes alcanzó una carga viral inferior a 400 copias/mL en algún instante entre el inicio de la terapia anti-VIH y su diagnóstico de cáncer.

Se registró un total de 305 fallecimientos, lo que arrojó una tasa de mortalidad de 20,6 por cada 100 persona-años.

Las tasas de mortalidad fueron mayores en el caso del linfoma no de Hodgkin en el sistema nervioso central (90,6 por cada 100 personas-años), el cáncer de hígado (84 por cada 100 persona-años) y el cáncer de pulmón (68 por cada 100 persona-años).

Entre los factores relacionados con un mayor riesgo de muerte estuvieron la edad (p <0,01), tener un cáncer en etapa IV en el momento diagnóstico (p <0,01), así como presentar un menor recuento de células CD4 en dicho instante (p= 0,01).

Entre las características asociadas con una mayor supervivencia se incluyeron: el hecho de recibir terapia contra el cáncer (p <0,01), tener una carga viral inferior a 400 copias/mL en el momento del diagnóstico (p <0,01) y el diagnóstico de un cáncer relacionado con una infección (p  <0,01).

Estos resultados se vieron algo modificados cuando el análisis se restringió a los pacientes con un estadio conocido del cáncer en el momento del diagnóstico, o a aquellos que tenían una etapa IV de cáncer cuando fue detectado.

"Hemos comprobado que en una gran cohorte superior a 20.000 personas infectadas por VIH (…) más del 3% de los pacientes que recibían terapia antirretroviral desarrollaron cáncer", comentan los investigadores.

Muchos de los factores relacionados con un mayor riesgo de mortalidad eran potencialmente modificables. En consecuencia, los autores consideran que sus hallazgos tienen implicaciones para el tratamiento y la atención ofrecida a los pacientes con VIH y comentan: "Nuestros resultados respaldan el inicio temprano de la terapia antirretroviral combinada y una realización muy activa de la detección y tratamiento del cáncer para mantener la función inmunitaria, conseguir una supresión viral óptima, controlar las coinfecciones virales, detectar el cáncer en una etapa temprana y ofrecer terapias anticancerosas adecuadas.

Referencia: Achenbach CJ, et al. Mortality after cancer diagnosis in HIV-infected individuals treated with antiretroviral therapy. AIDS 25: online edition, DOI: 10. 1097/QAD0b013e32834347f77, 2011 (En esta dirección podrás encontrar el abtract del estudio de forma gratuita).

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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