La mala salud y falta de apoyo, factores relacionados con el estigma en torno al VIH 

Michael Carter

Las personas con VIH experimentan unos niveles de estigma elevados y esto está relacionado de forma constante con una falta de apoyo social, una mala salud física y mental, la pobreza y una menor edad, según los resultados de un metaanálisis publicado en la edición de junio de AIDS Care. Para el análisis, se contó con un total de 24 estudios, realizados desde el año 2000, en el que estuvo representado un amplio abanico de personas con VIH.

Los autores sugieren: “Los profesionales sanitarios que atienden a los pacientes con VIH, así como las intervenciones relacionadas con el estigma y los programas de apoyo, se podrían beneficiar de una mejor comprensión de las correlaciones del estigma asociado al VIH”.

El estigma se ha relacionado con el VIH desde los inicios de la epidemia y los pacientes lo sufren de diversos modos.

A menudo, se culpabiliza a los propios pacientes con VIH de su infección, a veces incluso por parte del propio personal sanitario. Por otro lado, el virus afecta de forma desproporcionada a grupos que ya sufrían la estigmatización, como los hombres gays, los usuarios de drogas inyectables y las poblaciones inmigrantes.

Investigaciones previas habían evidenciado que el estigma en torno al VIH está relacionado con problemas de salud mental, la exclusión social, la menor calidad de vida y la mala salud física. Además, hay estudios que han indicado que la edad, el sexo, los ingresos, la raza/etnia y la orientación sexual también constituyen factores asociados con el estigma.

Sin embargo, los estudios que examinaron el estigma relacionado con el VIH divergieron en cuanto a su tamaño de muestra y población, medidas del estigma, recopilación de datos y análisis estadísticos. En consecuencia, ha resultado difícil comparar sus hallazgos o generalizarlos a poblaciones más amplias de personas que viven con el virus.

En consecuencia, los autores realizaron un metaanálisis de los estudios publicados recientemente en donde se midió el estigma asociado al VIH. Entre sus objetivos estaba determinar la solidez y dirección de la relación entre el estigma asociado al VIH y la salud física, mental y emocional, así como determinar las relaciones entre el estigma y diversas características demográficas.

El análisis se realizó a partir de 24 estudios publicados en revistas revisadas por iguales desde el año 2000. Estos estudios contaron con 5.600 personas con VIH de ambientes diversos.

El equipo de investigadores encontró que había una amplia variedad de factores relacionados con el estigma.

Entre ellos se contaron el presentar un estado más avanzado de la infección por VIH (p <0,0005) y una peor salud física (p <0,0005). La salud mental, asimismo, fue importante, relacionándose una peor calidad de la misma con el haber sufrido estigma (p <0,0005).

El haber padecido discriminación supuso otro factor significativo (p <0,0005), como también lo fue tener una menor edad (p <0,05) y un menor nivel de ingresos (p <0,005).

No obstante, el disfrutar de un apoyo social adecuado y una buena salud mental fueron factores que estuvieron asociados de forma significativa con un menor nivel de estigma declarado.

Pese a que se apreció una variabilidad considerable en el modo en que los estudios valoraron las experiencias personales de estigma y la salud y bienestar de los participantes, los investigadores descubrieron que “los niveles elevados de estigma estuvieron relacionados de forma constante y significativa con una falta de apoyo social, una mala salud física, una mala salud mental, un menor nivel de ingresos y ser más joven”.

Los autores recomiendan: “Las intervenciones eficaces para abordar el estigma asociado al VIH deberían trabajar a distintos niveles y dirigirse a distintas poblaciones”. También se necesitan intervenciones estructurales de más amplio espectro. El equipo de investigadores sugiere que éstas deberían proporcionar “una protección legal frente al estigma y la discriminación debidos al VIH, así como abordar el problema de la pobreza a través de un aumento del acceso al empleo por parte de las personas que viven con VIH, y garantizar un adecuado seguro por incapacidad”.

Referencia: Logie C, et al. Meta-analysis of health and demographic correlates of stigma towards people living with HIV. AIDS Care. 2009; 21: 742-753.

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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