Noticias sobre la Prevención del VIH: Europa. Boletín de agosto de 2015

NAM/Aidsmap

Edición de agosto de 2015 del boletín mensual de NAM dirigido a todas las personas que trabajan en la prevención del VIH en Europa o están interesadas en este tema. Esta edición se centra en las principales novedades presentadas en la conferencia IAS 2015.

Especial sobre la conferencia de la IAS

La VIII Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida sobre Patogénesis, Tratamiento y Prevención del VIH (IAS 2015) ya se considera como uno de esos encuentros clave sobre el VIH que marcan un cambio sustancial en nuestra capacidad para responder a la epidemia de VIH. Esto la sitúa junto con la edición de 1996 de la Conferencia Internacional del Sida (también celebrada en Vancouver, Canadá), en donde se demostró por primera vez la eficacia de la terapia antirretroviral, y la conferencia de Durban de 2000, donde por primera vez se hizo posible el conseguir tratamiento para África y los países del sur. La conferencia de 2015 ha sido denominada como la del ‘90/90/90’ debido a la presentación de los resultados del ensayo START (véase más adelante), así como más datos de ensayos anteriores como el HPTN 052 (véase ‘Otros titulares recientes’). Estos resultados ayudan a impulsar el objetivo 90/90/90 de ONUSIDA, anunciado por primera vez el pasado año en la conferencia internacional de Melbourne (Australia). El objetivo es que, para 2020, el 90% de todas las personas con VIH sean conscientes de su estado serológico; que el 90% de ellas tome tratamiento; y que el 90% de las personas en tratamiento tengan una carga viral indetectable.

En la jornada inaugural de la conferencia, diversas personalidades relevantes en la respuesta frente al VIH se unieron a un llamamiento para exigir el acceso inmediato a la terapia antirretroviral para todas las personas tras un diagnóstico de VIH. En la Declaración de Consenso de Vancouver se hace un llamamiento a un acceso inmediato a los antirretrovirales, así como al acceso a la profilaxis preexposición (PrEP) para las personas en situación de alto riesgo de exposición al VIH, y se urge a realizar un rápido progreso hacia la implementación de las nuevas evidencias científicas. Como la propia Declaración afirma, IAS 2015 podría ser bautizada también como la conferencia de la PrEP: muchas de las presentaciones versaron sobre este tema, demostrando de forma casi unánime que las personas en situación de mayor riesgo de infección son las que muestran las mayores tasas de interés por esta estrategia, y las que más la usan. También podría considerarse una conferencia clave para las personas usuarias de drogas inyectables, ya que muchas presentaciones mostraron que unos servicios realmente eficaces de prevención y tratamiento resultan útiles en esta población que sigue siendo la gran olvidada.

Hubo un consenso general en considerar esta conferencia la “primera” en un aspecto: Ha sido el primera congreso mundial del sida donde se debatieron de forma coordinada las nuevas posibilidades ofrecidas por la intensificación de los esfuerzos preventivos. Con el tiempo, si se traduce en un programa coherente, podría suponer el fin de la epidemia de VIH.

El ensayo START finalmente abre el camino al tratamiento antirretroviral para todas las personas

Las personas que inician la terapia antirretroviral cuando sus recuentos de CD4 siguen siendo altos, en lugar de esperar a que desciendan por debajo de 350 células/mm3, presentan un riesgo significativamente menor de morbimortalidad, según los resultados largamente esperados del ensayo START.

Este ensayo contó con la participación de 4.685 personas adultas con VIH en 35 países. Los voluntarios presentaban un recuento de CD4 por encima de 500 células/mm3 en el momento de iniciarse el ensayo y fueron distribuidos de forma aleatoria para iniciar el tratamiento de forma inmediata o para retrasarlo hasta que sus recuentos de CD4 estuvieran por debajo de 350 células/mm3 (o presentaran algún síntoma). En el grupo de inicio inmediato de la terapia se registraron menos de la mitad de eventos relacionados con sida, eventos graves no relacionados con sida y muertes, en comparación con las personas que retrasaron el inicio de la terapia, observándose reducciones significativas en tuberculosis y cáncer. El estudio START también abre la puerta a un uso más amplio del tratamiento como prevención. En un taller sobre esta estrategia, realizado antes de la conferencia principal, se presentaron datos procedentes de estudios de gran tamaño realizados en África, que evidenciaron que el objetivo 90/90/90 de ONUSIDA (90% de las personas con VIH diagnosticadas; 90% de las personas con VIH en tratamiento; y 90% de las personas en tratamiento con una carga viral indetectable) era alcanzable. Los primeros datos del ensayo SEARCH en Kenia y Uganda demostraron que el 90% de los adultos con alojamiento estable habían aceptado el ofrecimiento de una prueba del VIH; el 93% de las personas diagnosticadas fueron mantenidas en atención durante al menos seis meses; y el 92% de las personas atendidas presentaban una carga viral por debajo de 400 copias/mL. Sin embargo, en la conferencia, otro ponente de Ruanda (un país que ha recibido alabanzas por sus elevadas tasas de tratamiento) afirmó que la prevalencia sigue siendo notablemente superior entre las mujeres trabajadoras sexuales, hombres que practican sexo con otros hombres (HSH) y otras poblaciones clave. Si los servicios no son adecuados y adaptados a estos grupos, estas personas y sus parejas sexuales no se beneficiarán del tratamiento del VIH.

Comentario: Lo que resultó sorprendente del START no fue el hecho de que el inicio temprano del tratamiento antirretroviral resultó beneficioso (eso era un aspecto esperado en gran medida), sino lo beneficioso que fue. Se observó una reducción del 50% en casos de muerte y enfermedad grave, principalmente en cánceres y tuberculosis, más que en enfermedad cardiaca y apoplejías. La importancia real del START es que proporcionó la prueba definitiva necesaria para convencer a organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Británica del VIH (BHIVA) de que ofrecer el tratamiento antirretroviral en el momento del diagnóstico del VIH constituye la mejor manera de tratar la infección. Esto también tiene grandes implicaciones en la prevención, ya que acaba con cualquier duda residual sobre la cuestión ética de ampliar las opciones de pruebas y tratamiento como un componente esencial para poner fin a la epidemia de VIH.

La profilaxis preexposición no diaria podrá ser útil para algunas personas

La profilaxis preexposición (PrEP) fue uno de los principales temas de debate en la IAS 2015.

Tres presentaciones procedentes de diferentes sedes del estudio ADAPT (HPTN 067) evidenciaron que, para algunas personas en determinados entornos, el tomar la PrEP únicamente dos veces a la semana o solo cuando se prevea tener relaciones sexuales (añadiendo una dosis postexposición después de la práctica sexual) constituyó una opción factible y eficaz de profilaxis preexposición.

La adherencia al régimen PrEP de dos tomas semanales entre un grupo de hombres gais relativamente bien informados y educados en Tailandia fue tan elevada como la adherencia a un régimen PrEP de administración diaria. Sin embargo, la adherencia al régimen de tomas ‘en función de la práctica sexual’ fue más baja en todas partes. Entre las poblaciones más pobres de hombres que practican sexo con otros hombres (HSH) en Harlem (Nueva York, EE UU) y de mujeres en Sudáfrica, solo se cubrieron aproximadamente la mitad de las posibles exposiciones al VIH por algún régimen intermitente de PrEP. Por comparación, la PrEP diaria cubrió dos tercios de las exposiciones sexuales en Harlem y tres cuartas partes de ellas en Ciudad del Cabo.

Los estudios cualitativos, en los que se examinaron las barreras y los factores que favorecían la adherencia a la PrEP en ADAPT, encontraron varios puntos importantes. Hubo dos barreras para la adherencia a la PrEP intermitente que se identificaron con frecuencia, y en ambos casos se referían a la dosis posterior a la relación sexual. En primer lugar, los participantes declararon sentir miedo de que su pareja sexual pudiera verlos tomando la PrEP y supusiera que tenían VIH y, en segundo, las personas participantes declararon que dormirse, beber o estar lejos de casa constituyeron obstáculos prácticos a la hora de tomar la dosis posterior a la relación sexual.

El estudio francés Ipergay, cuyos resultados fueron presentados en febrero, también demostró que la PrEP intermitente resultó efectiva, pero este estudio permitió a sus participantes que esperasen 24 horas para tomar la dosis posterior al sexo, en lugar de las dos horas previstas en ADAPT (y permitió otras 24 horas para tomar otra dosis final). En Ipergay, los participantes tomaron una dosis doble de Truvada antes del momento previsto de la relación sexual, otra diferencia respecto al estudio ADAPT. El principal investigador de Ipergay, Jean-Michel Molina, presentó datos que demuestran que tanto las dosis posteriores al sexo como la dosis doble antes del sexo eran cruciales para conseguir alcanzar unos niveles de fármaco suficientes para ofrecer protección. En personas que toman por primera vez la PrEP, solo uno de los fármacos que componen Truvada (emtricitabina) es capaz de alcanzar niveles protectores en las primeras 24 horas. Otro investigador, David Glidden, había determinado que la concentración del otro fármaco activo (tenofovir) alcanzaría niveles más elevados en el tejido anal que en el de la cérvix (cuello del útero) y se mantendrían durante más tiempo. Esto podría explicar las tasas de eficacia ligeramente inferiores observadas en las mujeres y también indicaría que las mujeres podrían ser menos propensas a beneficiarse de la PrEP intermitente.

Comentario: Los resultados sugieren que existe cierta flexibilidad en los modos en que puede prescribirse la PrEP, pero es necesario manejar este tema con precaución. Es preciso averiguar más datos sobre los patrones de adherencia en Ipergay para comprobar si la elevada eficacia observada (86%) fue debida a que el régimen resultó suficiente para ofrecer protección o a que la mayor parte de los participantes estaban tomando PrEP con la frecuencia suficiente para que fuera equivalente a la PrEP diaria. Y también es necesario entender mucho mejor la PrEP en mujeres, y realizar más estudios al respecto. El estudio abierto TDF2 (véase la siguiente noticia) es uno de ellos.

Los estudios evidencian que las personas en mayor riesgo de adquirir el VIH presentan los mayores niveles de adherencia a la PrEP

Además de los resultados de los estudios sobre la dosificación intermitente, en la IAS 2015 también se presentaron los resultados de estudios de demostración realizados en diferentes partes del mundo. Los datos mostraron de forma consistente que las personas en situación de mayor riesgo de infección por VIH eran las que utilizaban la PrEP de forma más constante.

El proyecto Demo de EE UU informó del uso de PrEP en hombres que practican sexo con otros hombres (HSH) y mujeres transexuales en San Francisco, Miami y Washington DC. El nivel medio de adherencia fue del 85% y los niveles más elevados de adherencia fueron declarados por las personas que también afirmaron mantener relaciones sexuales sin protección con dos o más parejas en los tres meses anteriores. La adherencia fue notablemente menor entre los participantes de Miami (65%), que tendieron a ser más jóvenes, más propensos a ser de etnia negra y a presentar unos niveles algo menores de conductas de riesgo del VIH. Los datos evidenciaron que el 97% de los participantes de etnia blanca tenían niveles de tenofovir en sus muestras de sangre que correspondían con cuatro o más tomas a la semana, mientras que este porcentaje fue del 77% entre la población latina y sólo del 57% entre los participantes de etnia negra.

En Brasil, los datos de inscripción del proyecto de demostración PrEP Brasil muestran que los HSH que tuvieron dos o más parejas con las que practicaron sexo sin preservativo fueron un 80% más propensos a solicitar la inscripción en el estudio que los hombres con menores niveles de riesgo. También se observaron unos niveles de inscripción por encima de la media entre los HSH que tenían parejas con VIH, entre los que pensaban que el riesgo de adquirir el VIH antes de un año era elevado y entre los que se presentaron por iniciativa propia al estudio (en comparación con los que fueron derivados por un médico). En conjunto, algo más de la mitad de las personas elegibles para participar en el estudio acabaron inscribiéndose, pero entre las mujeres transexuales, se inscribieron más de dos tercios de las que eran elegibles. Fueron un 64% más propensas a inscribirse que los HSH cisgénero.

En Botsuana, una extensión abierta del estudio TDF2 original, uno de los dos únicos que han demostrado eficacia en personas heterosexuales, halló unos niveles de adherencia muy elevados, próximos al 100%. No se detectaron infecciones por VIH cuando, en función de la incidencia observada en el estudio aleatorio original, cabría haber esperado que se produjeran entre cuatro y seis. La adherencia fue algo inferior entre las mujeres (90%) y las personas que experimentaron unos efectos secundarios significativos. Finalmente, como sugieren los resultados de Miami ya mencionados, las personas jóvenes pueden tener especial dificultad para adherirse de forma apropiada a la PrEP.

El estudio ATN 110 (siglas en inglés de Red de Ensayos con Adolescentes) contó con la participación de 200 hombres jóvenes gais y bisexuales de doce ciudades de EE UU, de un grupo inicial de 2.000 que mostraron su interés. La adherencia a la PrEP superior a cuatro dosis semanales fue inicialmente del 60%, pero se había reducido al 35% al final del estudio. Se observó una importante división racial en los niveles de adherencia: las personas de etnia blanca y latina siguieron tomando al menos cuatro dosis semanales a lo largo del estudio, mientras que las personas de etnia negra como grupo nunca alcanzaron el nivel de cuatro dosis o más a la semana y al final del estudio, el nivel mediano de fármaco entre estos participantes apenas era mayor de cero, lo que indicaba un uso muy bajo de la PrEP.

Comentario: Resulta alentador que las personas parecen ser capaces de juzgar de forma adecuada sus niveles de riesgo y que las personas en situación de mayor riesgo son más propensas a tomar PrEP. Esto resulta de especial importancia en países con sistemas sanitarios centralizados, como en Europa, donde los ministros de Sanidad quieren garantías de que el dinero invertido en la PrEP no se desperdicia. Sin embargo, resulta menos alentador (aunque no es una sorpresa absoluta) que las personas jóvenes encuentren más difícil tomar la PrEP. Sin embargo, es necesario realizar más estudios sobre por qué las tasas de adherencia son tan inferiores en la población negra de HSH, teniendo en cuenta sus elevadas tasas de VIH. ¿Tiene esto que ver con las condiciones de vivienda? ¿Con las creencias sobre la salud? ¿Con la desconfianza hacia la profesión médica? ¿Es fatalismo? Solo se podrá responder a estas preguntas con una buena investigación cualitativa.

Un proyecto de educación entre iguales para personas usuarias de drogas en Ucrania reduce a casi la mitad la incidencia de VIH

Un estudio realizado en Ucrania y presentado en la conferencia de la IAS demostró que un proyecto de educación de iguales consiguió reducir en un 41% el número de nuevas infecciones por VIH en personas usuarias de drogas inyectables. Para el estudio, las personas en recuperación actuaron como trabajadores sociales. Se consiguió contactar e inscribir a 1.205 usuarios de drogas intravenosas para que actuaran como formadores de iguales, incluso asegurándose de forma específica que efectivamente se inyectaban drogas comprobando las marcas de punción y los niveles de droga. Estas personas fueron formadas para inscribir y educar a sus iguales sobre prácticas de reducción de daños. La formación, dirigida por los trabajadores sociales, estaba guionizada e incluía la realización de juego de roles. A cada uno de los ‘líderes entre iguales’ que habían recibido la formación se le pidió que llevaran al programa a otras dos personas que supieran que consumían drogas. Al final del primer año, el 18% de las personas que recibieron la intervención de grupo entre iguales había adquirido el VIH, en comparación con el 32% observado en un grupo de control.

Otro estudio ucraniano mostró que las personas con VIH usuarias de drogas que recibieron una terapia de sustitución de opiáceos fueron más propensas a implicarse en la atención del VIH y recibir terapia antirretroviral que las personas que no. Las dos terceras partes de una muestra aleatoria de usuarios de opiáceos que estaban recibiendo una terapia de sustitución fueron más propensos a acudir a una cita rutinaria y menos propensos a acudir a los servicios de urgencias. Fueron más propensos a haberse realizado un recuento de CD4 en los últimos seis meses (82% frente al 60%) y tuvieron más probabilidades de estar tomando una terapia antirretroviral (37% frente a 26%) a pesar de haber vivido con el VIH durante la misma cantidad de tiempo (cinco años). Menos de un tercio declaró haber consumido drogas inyectables en el mes anterior, frente al 90% de las personas que no estaban en un programa de sustitución. No fue una sorpresa el comprobar que gastaron mucho menos dinero tomando drogas en el mes anterior que las que no recibieron terapia de sustitución (10 dólares frente a 397), lo que tuvo repercusión en la delincuencia y el tráfico de drogas para conseguir el dinero (el sueldo mensual medio en Ucrania es de 170 dólares).

Un estudio realizado en la Columbia Británica (Canadá) evidenció que proporcionar terapia de sustitución de opiáceos a las personas usuarias de drogas inyectables redujo en un 36% el riesgo de adquirir el VIH, en comparación con las personas que no recibieron esta intervención. Como la terapia de sustitución se relaciona con unas menores tasas de uso compartido de jeringuillas e inyección de cocaína, las personas que recibieron esta intervención fueron cuatro veces menos propensas a adquirir el VIH que las que no: A lo largo de cuatro años, la incidencia anual del VIH en personas que recibieron terapia de sustitución fue del 0,6%, frente al 2,25% de las que no lo recibieron.

Por último, otro estudio realizado también en la Columbia Británica reveló que tanto la terapia de sustitución como el tratamiento antirretroviral fueron componentes esenciales de un programa para reducir la mortalidad en personas usuarias de drogas inyectables. Es interesante destacar que la terapia de sustitución funcionó de una manera contra intuitiva: las muertes relacionadas con drogas en personas que toman terapia de sustitución, pero no tratamiento antirretroviral no fueron menores, pero sí los fallecimientos relacionados con el VIH, probablemente debido a que las personas que toman terapia de sustitución tenían más contacto con los servicios médicos. El tratamiento antirretroviral sin terapia de sustitución redujo tanto las muertes relacionadas con VIH como las muertes relacionadas con la droga. Sin embargo, las dos intervenciones juntas ofrecieron el mayor impacto, reduciendo la mortalidad casi en un 90%.

Comentario: Este resumen se limita a cuatro de un número inusualmente elevado de estudios relacionados con personas usuarias de drogas inyectables y consumidores de opiáceos, una población vulnerable que había sido ignorada con anterioridad. El trabajo innovador realizado en la Columbia Británica ha demostrado que las personas usuarias de drogas inyectables pueden ser incluidas en la atención del VIH y recibir una terapia antirretroviral capaz de mantener una carga viral indetectable de modo similar a cualquier otro grupo de población. Y resulta alentador ver cómo estos modelos se extienden a países de ingresos más bajos como Ucrania. También es alentador ver que las personas que siguen siendo usuarias de drogas inyectables de forma activa pueden recibir formación como educadores de pares para su propia comunidad. Sin embargo, el hecho de que un centro de Donetsk participante en el estudio sobre terapia de sustitución sufriera recortes en los servicios de reducción de daños cuando pasó a estar controlado por los separatistas prorrusos demuestra que este enfoque tendrá que hacer frente a una gran batalla por su aceptación.

La Organización Mundial de la Salud hace un llamamiento para que se realicen más pruebas del VIH a las personas que más lo necesitan

Para alcanzar el ambicioso objetivo 90/90/90 será necesario aumentar los servicios de realización de pruebas del VIH. Muchos países se están quedando más atrás en el objetivo de diagnosticar al 90% de las personas con VIH que en los otros dos objetivos.

Además de recomendar que la realización rutinaria de la prueba del VIH en entornos médicos se amplíe para alcanzar a nuevos grupos de población, las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) también aconsejan la realización de pruebas del VIH por parte de profesionales ‘legos’ no médicos, a menudo en entornos comunitarios. Las directrices alientan a los planificadores a tomar decisiones estratégicas de forma cuidadosa sobre qué intervenciones de realización de prueba del VIH serán mejores para llegar a las personas con VIH sin diagnosticar. Es posible que sea necesario adoptar nuevas estrategias para alcanzar a las poblaciones clave.

Todavía no se recomienda la prueba realizada por la propia persona, ya que aún se están recogiendo datos sobre su eficacia y el mejor modo de proporcionarla. Sin embargo, la OMS dedicó un tiempo notable para el debate sobre esta prueba en la presentación de sus directrices de diagnóstico en la IAS 2015 y el enfoque puede tener un lugar importante en futuras directrices. Una de las lagunas en los datos se refiere a la implementación en entornos de recursos limitados con hombres que practican sexo con otros hombres, trabajadoras sexuales, personas usuarias de drogas inyectables y otras poblaciones clave. En aquellos lugares donde existe un estigma social generalizado y las preocupaciones sobre la confidencialidad dificultan el acceso a los servicios sanitarios, los autotest pueden ofrecer ventajas especiales para estos grupos en cuanto a privacidad y autonomía.

En un estudio de gran tamaño realizado en Malaui, Zambia y Zimbabue se distribuirán aproximadamente 750.000 equipos de autotest. Sin embargo, aunque existen al menos 20 estudios sobre esta estrategia en la población general en países africanos, solo se realizaron seis en poblaciones clave. Los estudios sobre las pruebas en el hogar en mujeres de Kenia y mujeres transexuales en EE UU han revelado que las personas equilibran privacidad y apoyo, utilizando los autotest para evitar el diagnóstico en un entorno hostil, pero a menudo se hacen la prueba en presencia de amigos o parejas que las puedan apoyar. En un estudio realizado con hombres gais en EE UU, las personas con acceso al autotest se realizaron la prueba del VIH con mayor frecuencia: el 76% se realizó la prueba al menos cada tres meses (tal como habían recomendado los investigadores), en comparación con el 54% de las personas en el grupo de control, sin que se observaran diferencias en sus conductas sexuales.

Comentario: Las distintas estrategias de pruebas del VIH funcionan en distintas poblaciones y probablemente los programas de diagnóstico siempre tendrán que llevarse a cabo teniendo en mente un elemento de investigación para la implementación, con la intención de reducir las malas tasas de diagnóstico. El garantizar que la prueba llega a las poblaciones clave con mayor incidencia resulta crucial para su éxito como parte de una estrategia de reducción del VIH, especialmente en regiones como Europa Central, donde (como desveló un reciente estudio) las tasa de realización de pruebas entre hombres gais siguen siendo inaceptablemente bajas. Es una buena noticia que la opción de la autorrealización de la prueba sea ya posible, pero actualmente es una tecnología que carece de una clara indicación de uso. Por este motivo es necesario realizar más estudios para averiguar cuál es el mejor modo de emplearla y quién se podría beneficiar más.

Entre un tercio y la mitad de las personas africanas con VIH en Francia adquirieron la infección en el país galo

Entre la tercera parte y la mitad de las personas de origen africano que viven con el VIH en Francia probablemente adquirieron el virus después de abandonar África, según un estudio presentado en la IAS 2015. De 989 inmigrantes africanos con VIH en Francia que no tenían un registro de una prueba de VIH antes de entrar en este país, 63 habían dado un resultado negativo cuando vivían en Francia y solo 28 habían tenido su debut sexual cuando estaban en Francia. Otras 137 personas habían sido diagnosticadas hacía más de 11 años antes de llegar al país. Al tener en cuenta a las personas con VIH cuyos recuentos de CD4 correspondían con una infección reciente, se determinó que aproximadamente el 35% y posiblemente hasta el 49% adquirieron el VIH en Francia. Este hallazgo concuerda con el de un estudio anterior que habían determinado que aproximadamente la tercera parte de las personas de origen africano con VIH en el Reino Unido se habían infectado después de haber emigrado. Otro estudio procedente de Seattle (EE UU) y presentado en la conferencia mostró que 34 de 112 muestras de VIH procedentes de emigrantes africanos podrían vincularse a muestras de otras personas en el área de Seattle, lo que sugiere que la transmisión se produjo localmente. Algunas de estos clústeres de transmisión solo incluyeron a personas de origen africano que vivían en el área local.

Comentario: Si más de la tercera parte de las personas adquieren el VIH en el país al que emigran es obvio que esto tiene implicaciones para el trabajo de prevención del VIH en población emigrante, y especialmente en comunidades africanas, en EE UU y Europa. Ya en 2010, un estudio holandés sugería que en algunas comunidades de origen africano, el riesgo de infección por VIH podría realmente ser superior en el país de acogida que en su país natal. Esto se debe en parte a que los emigrantes de primera generación pueden elegir de manera preferente a parejas de su propia población, “concentrando” así el VIH en ese grupo. Esto también puede explicar las tasas constantemente elevadas de VIH entre los hombres gais negros de EE UU.

Europa del Este presenta unas tasas de carga viral indetectable inferiores a las de África

Algunos de los países más ricos del mundo se encuentran lejos de alcanzar el objetivo 90/90/90 de ONUSIDA, según revela un estudio del Reino Unido. El progreso es menor en Europa del Este, donde la mayor parte de los países registran resultados peores que en el África subsahariana en todos los indicadores. El objetivo 90/90/90 establecido por ONUSIDA supone que el 72,9% de todas las personas con VIH tengan una carga viral indetectable. ¿Cómo están de alejados los países de alcanzar este objetivo?

Los datos muestran que Suiza, Australia y el Reino Unido cuentan con la proporción más elevada de personas con VIH que tienen una carga viral indetectable (por encima del 60% de la población estimada de personas con esta infección). En todo el mundo, se calcula que la proporción de personas con VIH con una carga viral indetectable es del 32%. En realidad, en EE UU este porcentaje es menor, calculándose en un 30%, a pesar de que cuenta con una de las proporciones más elevadas de personas diagnosticadas (86%). Sin embargo, algunos países de Europa del Este tienen un panorama aún peor. En Estonia, aunque está diagnosticado aproximadamente el 90% de las personas con VIH, solo el 29% toma terapia antirretroviral, un porcentaje que en Rusia apenas es del 11%. También existen algunas sorpresas y, así, en Francia, un país considerado con una buena atención sanitaria, el 52% de las personas con VIH tienen una carga viral indetectable (la misma proporción que Ruanda) y en la Columbia Británica, orgullosa de su trabajo en la provisión de prevención y atención del VIH a las personas usuarias de drogas inyectables, sólo el 35% de las personas con VIH tiene una carga viral indetectable.

Comentario: El análisis de la ‘cascada de tratamiento’ en distintos países resulta vital para descubrir ‘puntos de ruptura’ donde las debilidades del sistema sanitario de cada país en particular evitan que pueda darse una respuesta adecuadamente coordinada y eficiente a la epidemia de VIH. Cada país cuenta con sus propias barreras y, como revela este sondeo, pueden producirse resultados sorprendentes. En Rusia y Estonia, tanto la provisión ineficiente del tratamiento como las actitudes punitivas hacia las personas usuarias de drogas puede contribuir a que las tasas de tratamiento sean bajas. En EE UU, el problema parece estar relacionado con la desconfianza hacia el sistema sanitarioy las dificultades para moverse a través del mismo. En algunos países africanos, el estigma relacionado con el VIH y el miedo a la realización de la prueba, las percepciones desfasadas sobre el tratamiento antirretroviral, junto con barreras estructurales (como la distancia a las clínicas) son factores todos ellos que pueden afectar a los resultados.

Otros titulares recientes

Resultado final de un ensayo crucial sobre prevención: no se registran transmisiones de VIH cuando la persona seropositiva de la pareja tiene una carga viral indetectable

El seguimiento final del estudio HPTN 052 sobre tratamiento como prevención no descubrió ningún caso de transmisión de VIH de las personas con una carga viral indetectable a sus parejas, cuatro años después de que los primeros resultados del estudio demostraran que el inicio temprano del tratamiento reducía el riesgo de transmisión del VIH en un 96%. El análisis final reduce esta eficacia al 93% después de que se produjeran dos transmisiones más, una de una persona que habían empezado el tratamiento hacía poco tiempo y aún no había alcanzado una carga viral indetectable y otra de alguien que había interrumpido el tratamiento.

Los hombres gais más jóvenes presentan un riesgo mucho menor de adquirir el VIH que las generaciones previas

Un análisis innovador de las tendencias de la epidemia de VIH en el área de Seattle ha descubierto que los hombres gais nacidos a principio de la década de 1960 presentaban el riesgo acumulado a lo largo de la vida más elevado de infectarse por VIH, pero que este riesgo había descendido de forma drástica en posteriores generaciones. Aunque los hombres gais negros nacidos en la década de 1970 y 1980 presentan un riesgo mucho menor de adquirir el virus que sus antecesores, las disparidades raciales siguen siendo acusadas.

San Francisco: El inicio inmediato del tratamiento antirretroviral consigue una reducción más rápida de la carga viral

Un programa realizado en el Hospital General de San Francisco (EE UU) en el que se ofrece el inicio del tratamiento antirretroviral el mismo día del diagnóstico de VIH consiguió una tasa elevada de aceptación del tratamiento y que se alcanzase una carga viral indetectable con mayor rapidez en comparación con la atención estándar. Las personas a las que se les proporcionó terapia antirretroviral de forma inmediata alcanzaron una carga viral indetectable en 56 días, frente a los 119 días de las personas a las que se les ofreció la terapia en la siguiente cita después de los resultados de laboratorio. Tras seis meses en terapia antirretroviral, el 95% de los participantes en el estudio RAPID alcanzaron una carga viral indetectable, frente al 70% observado con la atención estándar habitual.

La intensificación de la terapia antirretroviral reduce el riesgo de transmisión del VIH de madre a hijo

Un estudio realizado en Tailandia evidenció que la intensificación de la terapia antirretroviral de la madre y el hijo (en esencia, intensificar la terapia en el caso de la madre y profilaxis preexposición para el bebé) resulta muy eficaz en la prevención de la transmisión del virus durante el parto y el nacimiento en mujeres embarazadas que se presentan tarde a la atención médica (con menos de ocho semanas de terapia antirretroviral estándar). En conjunto, 88 parejas madre-hijo tomaron antirretrovirales extra además del régimen estándar y no se registró ninguna transmisión.

 

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